“Vizcarra y el excremento”

“… anodino, difuso, cursi, adocenado, digresivo, soporífero, ecoico, diluente, huero, ripioso, enriscado, banal, estólido, estulto, filatero, gárrulo, fruselero, gedeónico, blando, ezquerdeado, gelatinoso, vacío, hilarante, burdo, bellaco, ignorante, charlatán, majadero, chirle, dengoso, zafio, diárrico, inane, cándido, latero, inconcino, minúsculo, nulo, insípido, farragoso, nesciente, orillero, remedón, trefe, volatero, insignificante y ramplón. Roñoso, pestilente, grosero, pusilánime, cochino, adefésico, eclámptico, fétido, escolimoso, hirsuto, fotófobo, zullón, lechuguino, currutaco, sotreta y huevón.

Leer más

Adiós, año de mierda

Querámoslo o no, todos hacemos un balance cuando un año llega a su fin; es decir, recopilar lo bueno y malo que nos pasó, en los 365 días idos, no es un atributo sólo de intelectuales y menos aún de periodistas. Lo hacemos todos, y de hecho lo estamos haciendo con mayor énfasis este 2020, año que muchos califican de especial, particular, diferente, perdido, convulso, horroroso, etc. Yo lo califico como un año de mierda, y deseo, con todas mis fuerzas, que termine; y, si es posible, borrarlo de mi memoria.

Leer más

Entre la exigencia y la nada

“Nada”, ha sido mi respuesta a la pregunta más repetida que me han hecho hoy varios amigos, medios y conocidos que me siguen o leen: “¿Qué espero del nuevo presidente, Merino?”. He repensando la respuesta y me reafirmo: “Nada”. No es una contestación novedosa, pues como lo he venido sosteniendo en varios posts, poco o nada hay que esperar de nuestro sistema político, ya que es el lado más débil de nuestro organismo o país, llamado Perú. Lo que hemos visto en las últimas horas, ha sido una muestra más de esa debilidad o descomposición, como lo llaman algunos colegas míos.

Leer más

Entre la fiesta intelectual y el circo electoral

Arequipa está arrobada con su quinta edición del Hay Festival. La peste no ha impedido que filósofos, científicos, artistas, literatos; en fin, las mentes más brillantes del planeta, se reúnan, esta vez en formato virtual, para dialogar y discutir sobre sus obras, propuestas, últimos descubrimientos, etc. Así, Arequipa ha escuchado al Premio Nobel Yunus y su idea de crear una nueva economía; a Harari y su visión sobre lo nocivo del  aislacionismo en un mundo cada vez más interconectado; a Pinker, sobre nuestra natural inclinación a la violencia, pero también a la empatía y cooperación; a Zuboff y su teoría de la peligrosísima era del capitalismo vigilante; ha escuchado fascinado a Renata Flores cantando temas de Michael Jackson en quechua, y hay muchísimo más que durará hasta el 8 de este mes, y que ha convertido a la Ciudad Blanca en uno de los faros de la cultura mundial.

Leer más

Estar peor, siempre

Cuando creíamos que no podíamos recibir más malas noticias por la peste que nos aflige desde hace seis meses. Cuando creíamos que, al contrario, las buenas noticias podían empezar a sonar porque habríamos alcanzado, al fin, la prometida meseta; que ya no había colas ni en los hospitales o en los centros de abasto de oxígeno; o que las muertes por C19 reducían. Cuando creíamos que la agenda pública variaba a temas como cronograma para la recuperación económica; campaña, candidatos y planes presidenciales. Cuando creíamos que con todo eso, y pese a sus limitaciones, se restablecía el orden en nuestro país, estalló la bomba política de la vacancia presidencial por unos audios banales mostrados por el congresista arequipeño más votado en la reciente elección congresal: Edgar Alarcón. ¿Podemos sorprendernos de eso? Leer más

La imagen de la indignación

La imagen de Celia Capira, persiguiendo y rogándole a Vizcarra ayuda para su esposo que se moría por la peste, mientras el mandatario escapaba raudo con su comitiva que llegó a Arequipa, luego de cuatro meses, para ver el desastre que viene ocasionando el avance incontrolable del C19, es la máxima expresión de lo que ocurre en el país, y no sólo a nivel sanitario, sino también con la vieja relación entre Estado y sociedad peruana.

Leer más

Sólo queda rezar

Más de 24,000 positivos y 40 muertos del covid-19 según la Gerencia Regional de Salud de Arequipa,  que son sólo 9,000 contagiados y menos muertos para el Ministerio de Salud. Sólo estos dos datos, desiguales y abismalmente diferentes, de dos entidades oficiales, que deberían estar dialogando,para uniformizar la información, grafica la desdicha que le está causando el virus a Arequipa, considerada la segunda ciudad del Perú. Si a eso le sumamos, que el propio alcalde provincial, Omar Candia, está contagiado, el Ministro de Agricultura llega a la ciudad en representación del Gobierno Central, para afirmar que “Arequipa toca fondo”, y el Defensor del Pueblo declara que la Ciudad Blanca “desfallece”, porque los hospitales de campaña y demás recursos asistenciales a cargo del Gobierno Regional, no se entregan, y de haberlos, no existe personal médico, entonces  estamos ante un cuadro dantesco, en medio de una población que ya salió a las calles, desesperada para sobrevivir, lo que hace prever que aumentarán los contagios y muertes, haciendo que Arequipa sea la región más golpeada por esta pesadilla, después de Lima.

Leer más

1 2