Auge oclocrático, o la nueva política mistiana
Si en la actualidad, el poder que ostenta un político, se mide por el dominio que tiene en los medios infocomunicacionales, no para resaltar su obra, sino para generar expresiones vitriólicas o conchamadrescas, de seguro que el gobernador de Arequipa debe ser el que le sigue en la lista a nuestro mandatario Martín Vizcarra, que es el político más poderoso del país, según la reciente encuesta que anualmente se hace sobre el tema.
“Formaré una comisión de científicos locales para crear la vacuna”, “Coman alpaca para evitar contagiarse”, “Ya hablé con mi amigo Putin para que me manden la cura al C19”, “Sólo los burros usan mascarillas como bozal”, son algunas de las expresiones que adornan y ayudan a describir el manejo desastroso de la crisis sanitaria que el gobernador arequipeño ha tenido en la segunda ciudad del país, pero que le ha servido para incrementar una gran notoriedad nacional e, incluso, internacional.