Justas electorales
Alumnos, antiguos y actuales, me detienen en plena calle y me hacen saber, con inocultable satisfacción y orgullo, que son candidatos al congreso; que están lidiando, denodadamente en las actuales justas electorales, representando a un partido político, que para mí suena extraño, pero que para ellos, representa la sangre nueva que reclama la clase política nacional. Me hablan con ahínco de sus propuestas, y antes de la despedida que yo busco con apuro, me piden un consejo, recordando que fui su profesor, y suplican mi voto, el de mi familia, amigos, “para acabar con la corrupción, profe”.