¿Servicio militar o doméstico?
Uno de los temores que tenía ad portas de terminar mis estudios secundarios era que me levaran; es decir, ser oficialmente secuestrado por las fuerzas militares para servir a la patria. Es más, mis padres me amenazaban que eso podría ocurrirme sin necesidad que terminara el colegio, pues los camiones de leva recorrían la ciudad todos los días en busca de vagonetes; es decir, adolescentes que se reunían en las esquinas de sus barrios para parlotear, fumarse un cigarrito o simplemente no hacer nada. Como yo estaba en ese grupo, mis padres me castigarían permitiendo que me levaran.