El síndrome Obama
El reciente triunfo de Barack Obama ha generado tanta alegría y expectativa que, incluso, se habla de cambios radicales en el país más poderoso del orbe y, consiguientemente, en todo el mundo. Creo que no es para tanto. Sospecho que hay demasiado entusiasmo injustificado, pues me imagino que para él y su equipo, es más importante ordenar la casa internamente que pensar en cambiar el mundo.