Archivo de la etiqueta: Corriente pedagógica

Características esenciales de la Pedagogía Waldorf para el niño de cero a tres años

[Visto: 2591 veces]

earlychildhood

Traducción libre del artículo Essential Characteristics of Steiner/Waldorf Early Childhood Education for the Child from Birth to Three

Los tres primeros años de nuestra vida son únicos. El niño es totalmente abierto y tiene una gran confianza hacia el mundo, por lo tanto, depende de que sus necesidades sean conocidas. El cuidado del niño menor de tres requiere de cuidados muy precisos, por lo que es necesario que los adultos que están a su alrededor busquen constantemente de ayudarle a desarrollar su alma y sus cualidades espirituales.

[Nota: cabe explicar que para la Pedagogía Waldorf todo ser humano tiene un cuerpo, un alma y un espíritu. Por ende, una educación integral en este sentido no se limita a lo cognitivo, o a lo emocional, sino también a su sentido de trascendencia como ser humano, aquello que lo diferencia de otros seres vivos.]

Mediante la comprensión y el respeto de las necesidades del niño podemos construir conscientemente la vida diaria. Esta comprensión debe penetrar nuestra actitud y actividad. El adulto tiene que ser consciente de lo que significa ser un modelo a seguir, ya que el niño vive en la imitación, como su principal forma de aprendizaje. Es importante desarrollar una relación estrecha y continua entre el adulto (padres, maestros, etc.) y el niño.

Sigue leyendo

Una mirada a los clásicos I: Dewey, Decroly y Montessori

[Visto: 18922 veces]

En las tenencias de nuestras aceleradas sociedades, la mirada al pasado tiene cierto aroma a atraso, por lo que muchas veces se obvian excelentes aportes. En la educación, el tema se repite y algo de ello mencioné en el post anterior donde les recomendé dos documentos sobre ABP y Método de proyectos, donde el primero es “hijo” del segundo, aunque muchos hoy en día se hayan olvidado de él.

De esta forma, se buscan “nuevas” formas de mejorar el proceso de aprendizaje formal sin observar ni tratar de recuperar métodos que de hecho funcionan y resultan sumamente interesantes. Por ello, el día de hoy haremos una primera visita a tres clásicos educadores.

Dewey
Dewey cree que los niños no pueden aprender desde una posición pasiva; sino que requieren involucrarse directamente en el proceso mediante el hacer. De preferencia, aquel aprender haciendo debe basarse en cuestiones concretas y personales; es decir, cercanas al niño.

John Dewey considera que el proceso de aprendizaje, desde una perspectiva muy intelectual y científica, debería pasar por tres fases:
a. Los hechos y acontecimientos científicos.
b. Las ideas y razonamientos.
c. La aplicación de los resultados a nuevos hechos específicos.

Es necesario aclarar que las fases no son estructuras rígidas que el profesor debe seguir para desarrollas las lecciones, sino etapas de un proceso que deben ser desarrolladas para que un aprendizaje se considere logrado.

Decroly
Básicamente, Decroly considera que la escuela es un ambiente donde todos los elementos están hechos en forma artificial y tratan de imponerse a un niño que es concebido como un “pequeño adulto”, sin reconocer su verdadera naturaleza. De esa forma, la escuela adapta al niño al proyecto de hombre homogéneo que se quiere crear desde una realidad ajena a él. Por ello, Decroly cree que cada niño es un ser libre con características propias que vive en un mundo que percibe en forma diferente a la de un adulto. De ahí que la escuela deba partir desde la realidad del niño y su visión del mundo reconociendo que no todos lograrán alcanzar los fines educativos por igual. Por eso se trata de una “educación para la vida desde la vida”.

Naturalmente, al reconocer la vida y la libertad, acepta la espontaneidad y la curiosidad del niño; y se opone a la disciplina rígida y a la actitud pasiva, aspectos clásicos de la educación que perduran hasta el día de hoy, después de todo, aún se sigue calificando como una “buena clase” aquella donde los niños están sentados en completo silencio mirando todos atentamente al frente.

Entonces, ¿cómo debía ser la escuela según Decroly? Para empezar, se debía trabajar con grupos entre 20 y 25 alumnos por clase buscando cierto grado de homogeneidad, pues el aula de clases debía procurar un ambiente en el cual el niño encuentre motivaciones adecuadas no coactivas según las particularidades de los niños como edad, estado psicológico, etc.).

Uno de los aspectos más resaltantes es la introducción del juego en el programa escolar de manera que las clases son semejantes a talleres. El tratamiento de contenidos del programa escolar se trata en forma general, pues el niño aprehende el mundo en forma global y no a partir de los detalles. De esta manera, el proceso de aprendizaje se desarrolla en tres fases: Observación, asociación, expresión.

Montessori
María Montessori parte del reconocimiento de la naturaleza y respeto del niño, y de su evolución. De esa forma, al conocer la naturaleza del niño en cada etapa, la educación puede brindarle lo que necesita para continuar su desarrollo de forma sana y libre.

Nuevamente, la libertad es un aspecto muy importante que trata que el niño sea un actor y no un receptor. Por ello, el ambiente y los estímulos son ofrecidos al niño libremente, quien se acercará a ellos ya que éstos son seleccionados en función a las características personales.

A diferencia de las otras dos corrientes señaladas anteriormente, Montessori considera importante el trabajo interior; es decir que no solamente se dirige al plano intelectual. El trabajo del niño no es solamente una actividad intelectual, sino que también tienen una relación con el interior de la persona. Tal trabajo interior que surge de la combinación de los estímulos y la libertad, da cabida a la disciplina exterior. Según esta idea, la disciplina como tradicionalmente se concibe, es rechazada.

Montessori considera que lo más importante es darle al niño justo lo que requiere en el momento justo; y ello se logra mediante un conocimiento profundo del niño (mediante la observación y la experimentación) que lleva al profesor a respetar el ritmo de trabajo de cada uno, lo cual le permite al niño afirmar su Yo y su vida.

¿Quieres saber más de Decroly, Dewey y Montessori?

La escuela Decroly de Bruselas

Liberar a un niño. Un diálogo con María Montessori

El método Montessori

Montessori: La pedagogía de la responsabilidad y la autoconfirmación

¿Qué es el método Montessori?

Introducción, difusión y apropiación de los “centros de interés” decrolyanos

El juego educativo (Decroly y Monchamp)

Teoría del conocimiento de Jon Dewey

Aspectos en la epistemología de John Dewey

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. Sigue leyendo

Giroux y la Teoría de la Resistencia

[Visto: 95436 veces]

Henry Giroux
Desde las perspectivas más tradicionales de la educación, si nos remontamos hasta Durkheim, la escuela es un agente socializador cuya misión principal es la de formar a las personas para que puedan incorporarse a la sociedad mediante la reproducción cultural.

Sin embargo, ¿son las escuelas conscientes que dicha reproducción cultural no se refiere solamente a valores y costumbres, por ejemplo, sino que también incluye aspectos como segregaciones sociales? Pues mediante el currículo oculto, aquellos aspectos que forman parte de un proceso de aprendizaje no reconocido, las escuelas no solamente reproducen, sino que mantienen una serie de elementos culturales de una clase dominante.

A partir de estudios realizados en contextos escolares, Henry Giroux reconoce la lucha social y de clases que se libra, por los intereses que los grupos manejan, donde los docentes y los alumnos tienen la posibilidad de resistir las prácticas sociales dominantes. Pero la resistencia no es el fin de la acción, sino un hecho en el cotidiano de las escuelas. La parte pedagógica (aunque el término en este caso no sea del todo preciso) trata acerca del involucramiento de los docentes en la contestación y la lucha en contra del carácter tradicionalista y reproductivo de las escuelas públicas, principalmente, donde la ideología dominante se perpetúa y justifica. Y es que desde la perspectiva de Giroux, el fracaso escolar sucede por responsabilidad de la sociedad y de la organización que la respalda (en este caso, la escuela). Paralelamente, la escuela es considerada también como el espacio para la transformación y el cambio de las sociedades mediante la resistencia y la lucha de clases.

Y es que Giroux establece la importancia que los grupos oprimidos encuentren una posibilidad transformadora, a través de una “teoría de participación o agenciamiento humano” y que bajo una producción cultural, se desenvuelva un medio activo y progresista siendo parte de la inmensa transformación de las sociedades.

Otro interesante aspecto que trata Giroux, se refiere a las políticas globales educativas influenciadas por la banca, donde los docentes son objetos de reformas educativas que homogeneízan un mundo heterogéneo mediante la reproducción del grupo dominante. El profesor queda reducido al rol del técnico encargado de ejecutar dictámenes y objetivos decididos por expertos ajenos a la realidad cotidiana de la vida en el aula.

Aunque creo que es necesario destacar que cuando menos en nuestra realidad latinoamericana, el docente ha asumido su rol de “herramienta” o “técnico” en lugar de agenciarse una visión profesional de sí mismo, qizá, a causa del discurso de la “mística del docente” que terminaría por otorgar un autoconcepto que no le permite verse a la par que cualquier otro profesional, de modo que se he dejado llevar por el conformismo.

Giroux reclama del maestro que como profesional con conciencia social debería convertirse a sí mismo en un intelectual transformativo, en un agitador social con una concepción del mundo transformadora y con un conocimiento de toda la ciencia, cultura y tecnología moderna en beneficio de la transformación de las sociedades en función a una mejora con un rumbo consciente y planificado.

p.d. Obviamente, no solo las escuelas son elementos reproductores, otros elementos de la sociedad, principalmente la familia, también se encargan de perpetuar la ideología de la clase dominante.

¿Quieres averiguar más acerca de Giroux y la Teoría de la Resistencia?

Teoría y resistencia en la Educación. Por Henry Giroux (Libro en línea)

Prácticas de resistencia

Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje. Por Henry Giroux (1990). Reseña de Pablo Ortega.

Resistencia y currículo poculto por Georgina Flores García.

Página web de Henry Giroux (en inglés)

Giroux y la pedagogía de los tiempos nuevos

Creative Commons License
Esta obra (texto e imágen) está bajo una licencia de Creative Commons. Sigue leyendo

Neill y la Escuela Summerhill

[Visto: 39178 veces]

A.S. Neill frente a Summerhill

Alexander Neill (1883 –1973) fue un educador escocés, quien ante el descontento de la educación convencional de su época, optó por desarrollar una teoría educativa basada en la libertad. Dicha teoría fue puesta en práctica en la escuela Summerhill, una escuela internado mixta que fundó Neill en 1927.

Neill parte de una premisa básica que resumiré de una forma muy sencilla. La metodología, según Neill, no es tan importante en la educación como el ambiente en el que se desarrolla el proceso educativo. ¿Por qué? Pues porque bien o mal, las personas hemos llegado a aprender diversas áreas del conocimiento a pesar de las diversas metodologías educativas. Sin embargo, la educación de nuestras emociones, principios y valores, aspectos que nos definen a lo largo de nuestras vidas, está fuertemente influenciado por el ambiente y el ambiente convencional ignora estos aspectos abstractos y termina formando seres humanos resignados, insatisfechos con sus vidas, conformistas. En resumen: el desarrollo psicológico y emocional merece prioridad sobre el ámbito intelectual.

Bajo este “precepto”, Neill desarrollo principios en Summerhill que potenciaban la realización personal y el proceso de adquisición de la libertad. Por ejemplo, un alumno del internado no estaba obligado a asistir a las clases; pues un alumno no va a aprender por obligación. En todo caso, su aprendizaje sería efímero. En cambio, cuando una persona obtiene motivaciones propias para aprender, ya sea por interés en el tema o como medio para el logro de un fin personal, podrá lograr prácticamente todo lo que desee.

Según narra Neill en sus diversos libros sobre la experiencia Summerhill, aunque muchos estudiantes llegaron a pasar años sin pisar un aula, finalmente todos llegaron a asistir a clases y la mayoría obtuvo las certificaciones que el gobierno inglés exigía. ¿Por qué llegaron a asistir a clases? Pues a cada uno le llegó el momento de interesarse por los estudios u obtener una motivación que indirectamente les llevó a buscar las clases.

Otro aspecto muy resaltante en Summerhill es que la libertad no se obtiene por discursos o ensayos en clase. La libertad se obtiene mediante la discusión, la organización y el respeto a los otros. Por ello, la escuela tenía un organismo de gobierno constituido por los estudiantes y los maestros. Todos tenían la misma capacidad de expresarse y participar; por lo tanto, las decisiones tomadas valían para todos: profesores y alumnos. Neill cuenta que incluso él debía someterse a las decisiones aunque no estuviera totalmente de acuerdo con ellas. La convivencia ideal, según la entendía Neill, es una horizontalidad en las relaciones entre niños y adultos en la que ninguno posea todos los derechos y anule los del otro.

Claro está que este sistema de organización tuvo momentos difíciles. Los alumnos que estaban más tiempo en la escuela solían velar por el bien común. Sin embargo, en ciertos momentos primaron estudiantes que buscaron el logro de sus intereses.

En este punto es necesario aclarar el concepto de libertad de Neill que he estado insinuando. La libertad no es igual al libertinaje. El libertinaje se basa en una visión egocéntrica, por ende, niega al otro y sus derechos. En cambio, la libertad es el ejercicio responsable de la capacidad de decidir y actuar; es decir que la persona puede hacer lo que desee en la medida que respete al otro. Así, tenemos que la libertad va de la mano de la responsabilidad y ambos conviven en el interior del ser humano. Una persona verdaderamente libre se autocontrola y no requiere una imposición externa que la limite.

Esto se aplica a diversos temas como la moral y la sexualidad, lo cual en su época fueron los temas más críticados. Neill pensaba que la “moral” no podía ser una cuestión impuesta, sino que surgía espontáneamente durante el desarrollo del aprendizaje de la libertad. También afirmaba que la represión y la moralización de la sexualidad iban en contra del reconocimiento de la vida misma. Este fue uno de los temas más discutidos considerando, especialmente, que su escuela es un internado.

Neill apuntaba al conocimiento del alumno para ayudarlo en su desarrollo emocional y la adquisición de una libertad responsable, reconociendo así la importancia del componente social y personal del individuo.

Summerhill funciona hasta el día de hoy y los diferentes libros escritos por Neill sobre la base de esta experiencia, sirven de inspiración, especialmente en la actualidad debido a la búsqueda de pedagogías alternas al sistema competitivo e individualista.

¿Quieres averiguar más acerca de Sumerhill?

Escuela Summerhill

Summerhill, la escuela donde se cultiva la felicidad

La herencia de Summerhill o la educación de la libertad
Sigue leyendo