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Archivo de la categoría: Corrientes
3er. Comgreso Internacional de Pedagogía Waldorf en México
Una genial experiencia de formación, tanto para personas con experiencia así como nuevas en la Pedagogía Waldorf.
Una mirada a los clásicos I: Dewey, Decroly y Montessori
De esta forma, se buscan “nuevas” formas de mejorar el proceso de aprendizaje formal sin observar ni tratar de recuperar métodos que de hecho funcionan y resultan sumamente interesantes. Por ello, el día de hoy haremos una primera visita a tres clásicos educadores.
Dewey
Dewey cree que los niños no pueden aprender desde una posición pasiva; sino que requieren involucrarse directamente en el proceso mediante el hacer. De preferencia, aquel aprender haciendo debe basarse en cuestiones concretas y personales; es decir, cercanas al niño.
John Dewey considera que el proceso de aprendizaje, desde una perspectiva muy intelectual y científica, debería pasar por tres fases:
a. Los hechos y acontecimientos científicos.
b. Las ideas y razonamientos.
c. La aplicación de los resultados a nuevos hechos específicos.
Es necesario aclarar que las fases no son estructuras rígidas que el profesor debe seguir para desarrollas las lecciones, sino etapas de un proceso que deben ser desarrolladas para que un aprendizaje se considere logrado.
Decroly
Básicamente, Decroly considera que la escuela es un ambiente donde todos los elementos están hechos en forma artificial y tratan de imponerse a un niño que es concebido como un “pequeño adulto”, sin reconocer su verdadera naturaleza. De esa forma, la escuela adapta al niño al proyecto de hombre homogéneo que se quiere crear desde una realidad ajena a él. Por ello, Decroly cree que cada niño es un ser libre con características propias que vive en un mundo que percibe en forma diferente a la de un adulto. De ahí que la escuela deba partir desde la realidad del niño y su visión del mundo reconociendo que no todos lograrán alcanzar los fines educativos por igual. Por eso se trata de una “educación para la vida desde la vida”.
Naturalmente, al reconocer la vida y la libertad, acepta la espontaneidad y la curiosidad del niño; y se opone a la disciplina rígida y a la actitud pasiva, aspectos clásicos de la educación que perduran hasta el día de hoy, después de todo, aún se sigue calificando como una “buena clase” aquella donde los niños están sentados en completo silencio mirando todos atentamente al frente.
Entonces, ¿cómo debía ser la escuela según Decroly? Para empezar, se debía trabajar con grupos entre 20 y 25 alumnos por clase buscando cierto grado de homogeneidad, pues el aula de clases debía procurar un ambiente en el cual el niño encuentre motivaciones adecuadas no coactivas según las particularidades de los niños como edad, estado psicológico, etc.).
Uno de los aspectos más resaltantes es la introducción del juego en el programa escolar de manera que las clases son semejantes a talleres. El tratamiento de contenidos del programa escolar se trata en forma general, pues el niño aprehende el mundo en forma global y no a partir de los detalles. De esta manera, el proceso de aprendizaje se desarrolla en tres fases: Observación, asociación, expresión.
Montessori
María Montessori parte del reconocimiento de la naturaleza y respeto del niño, y de su evolución. De esa forma, al conocer la naturaleza del niño en cada etapa, la educación puede brindarle lo que necesita para continuar su desarrollo de forma sana y libre.
Nuevamente, la libertad es un aspecto muy importante que trata que el niño sea un actor y no un receptor. Por ello, el ambiente y los estímulos son ofrecidos al niño libremente, quien se acercará a ellos ya que éstos son seleccionados en función a las características personales.
A diferencia de las otras dos corrientes señaladas anteriormente, Montessori considera importante el trabajo interior; es decir que no solamente se dirige al plano intelectual. El trabajo del niño no es solamente una actividad intelectual, sino que también tienen una relación con el interior de la persona. Tal trabajo interior que surge de la combinación de los estímulos y la libertad, da cabida a la disciplina exterior. Según esta idea, la disciplina como tradicionalmente se concibe, es rechazada.
Montessori considera que lo más importante es darle al niño justo lo que requiere en el momento justo; y ello se logra mediante un conocimiento profundo del niño (mediante la observación y la experimentación) que lleva al profesor a respetar el ritmo de trabajo de cada uno, lo cual le permite al niño afirmar su Yo y su vida.
¿Quieres saber más de Decroly, Dewey y Montessori?
La escuela Decroly de Bruselas
Liberar a un niño. Un diálogo con María Montessori
Montessori: La pedagogía de la responsabilidad y la autoconfirmación
Introducción, difusión y apropiación de los “centros de interés” decrolyanos
El juego educativo (Decroly y Monchamp)
Teoría del conocimiento de Jon Dewey
Aspectos en la epistemología de John Dewey
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Aprendizaje basado en Problemas y el Método de proyectos
¿Cuál es la diferencia? Básicamente, la concepción del punto de partida. El ABP plantea una situación problemática, algo para resolver; mientras que en el Método de Proyectos, simplemente se parte de una meta por cumplir: la concreción de un proyecto, el cual puede ser casi cualquier tarea: armar una bicicleta, planificar un evento, etc. (sólo por mencionar cosas muy diferentes que entrarían bajo el concepto de “proyecto”).
La gran ventaja en ambos casos es la facultad de integrar diversas áreas y brindar mucha más independencia a las personas en su aprendizaje.
La gran desventaja es la enorme cantidad de esfuerzo, tiempo y recursos que consume, especialmente en el caso de organizaciones educativas polidocentes donde los profesores suelen realizar un trabajo muy independiente y, en algunos casos, autosuficiente. Pues aplicar estrategias integradoras en forma aisalda resulta casi en vano.
Por ello, no creo que puedan denominarse simplemente “técnicas” o “estrategias”, ya que requieren una forma de trabajo que implica cambios en la dinámica de los profesores, los alumnos y su contexto. Creo, por ello, que podrían encajar como una metodología dentro de la corriente del Constructivismo (del cual pronto trataremos en este espacio).
¿Quieres averiguar más acerca de estos métodos? El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey elaboró un par de documentos que creo que son muy completos y útiles, aunque insistan en denominarlas “Técnicas didácticas”.
Paulo Freire y la Educación popular
En síntesis, Freire reconoció la existencia de una educación hegemónica a la cual llamó educación bancaria, la que establece y perpetúa la situación económica, política y social. Esta educación bancaria se caracteriza por ser autoritaria y unidireccional; por lo tanto, rechaza la crítica y niega el diálogo y la reflexión. Como respuesta, surge la educación popular, mediante la cual las personas pueden tomar conciencia de su condición y transformarla justo a través de lo que la educación bancaria rechaza: el diálogo, la crítica y la reflexión.
El hombre vive dentro de un proceso en el que debe despertar su conciencia crítica para reconocerse en el mundo y transformarlo. No obstante, para que estas facultades logren desarrollarse, se requiere de una educación orientada a los sectores populares para ayudar al ogro de su liberación.
¿Cuáles son los principios de la educación popular?
El principio de práctica-teoría-práctica
A partir de la práctica, la realidad, se construye la teoría que será llevada a la práctica para la transformación de la realidad.
El saber popular y la construcción colectiva del conocimiento
Desde lo práctico y las experiencias cotidianas, se puede construir conocimiento que adquiere una connotación científica cuando se hace recurrente en las transformaciones efectivas.
La práctica como respeto y construcción
El proceso educativo que debe partir de la práctica (reconocimiento y respeto al saber popular, al conocimiento del educando) respetando la identidad cultural, al diferente, desde el diálogo como principio educativo.
La contextualización
Es decir, el reconocimiento del mundo y del hombre dentro de este con la finalidad de establecer relaciones horizontales basadas en la humildad, el amor, la fe y el compromiso a los procesos de cambio.
¿Quieres averiguar más acerca de Freire y la Educación Popular?
Carta de Paulo Freire a los profesores (portugués).
Paulo Freire. Por Heinz-Peter Gerhardt.
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Giroux y la Teoría de la Resistencia
Sin embargo, ¿son las escuelas conscientes que dicha reproducción cultural no se refiere solamente a valores y costumbres, por ejemplo, sino que también incluye aspectos como segregaciones sociales? Pues mediante el currículo oculto, aquellos aspectos que forman parte de un proceso de aprendizaje no reconocido, las escuelas no solamente reproducen, sino que mantienen una serie de elementos culturales de una clase dominante.
A partir de estudios realizados en contextos escolares, Henry Giroux reconoce la lucha social y de clases que se libra, por los intereses que los grupos manejan, donde los docentes y los alumnos tienen la posibilidad de resistir las prácticas sociales dominantes. Pero la resistencia no es el fin de la acción, sino un hecho en el cotidiano de las escuelas. La parte pedagógica (aunque el término en este caso no sea del todo preciso) trata acerca del involucramiento de los docentes en la contestación y la lucha en contra del carácter tradicionalista y reproductivo de las escuelas públicas, principalmente, donde la ideología dominante se perpetúa y justifica. Y es que desde la perspectiva de Giroux, el fracaso escolar sucede por responsabilidad de la sociedad y de la organización que la respalda (en este caso, la escuela). Paralelamente, la escuela es considerada también como el espacio para la transformación y el cambio de las sociedades mediante la resistencia y la lucha de clases.
Y es que Giroux establece la importancia que los grupos oprimidos encuentren una posibilidad transformadora, a través de una “teoría de participación o agenciamiento humano” y que bajo una producción cultural, se desenvuelva un medio activo y progresista siendo parte de la inmensa transformación de las sociedades.
Otro interesante aspecto que trata Giroux, se refiere a las políticas globales educativas influenciadas por la banca, donde los docentes son objetos de reformas educativas que homogeneízan un mundo heterogéneo mediante la reproducción del grupo dominante. El profesor queda reducido al rol del técnico encargado de ejecutar dictámenes y objetivos decididos por expertos ajenos a la realidad cotidiana de la vida en el aula.
Aunque creo que es necesario destacar que cuando menos en nuestra realidad latinoamericana, el docente ha asumido su rol de “herramienta” o “técnico” en lugar de agenciarse una visión profesional de sí mismo, qizá, a causa del discurso de la “mística del docente” que terminaría por otorgar un autoconcepto que no le permite verse a la par que cualquier otro profesional, de modo que se he dejado llevar por el conformismo.
Giroux reclama del maestro que como profesional con conciencia social debería convertirse a sí mismo en un intelectual transformativo, en un agitador social con una concepción del mundo transformadora y con un conocimiento de toda la ciencia, cultura y tecnología moderna en beneficio de la transformación de las sociedades en función a una mejora con un rumbo consciente y planificado.
p.d. Obviamente, no solo las escuelas son elementos reproductores, otros elementos de la sociedad, principalmente la familia, también se encargan de perpetuar la ideología de la clase dominante.
¿Quieres averiguar más acerca de Giroux y la Teoría de la Resistencia?
Teoría y resistencia en la Educación. Por Henry Giroux (Libro en línea)
Resistencia y currículo poculto por Georgina Flores García.
Página web de Henry Giroux (en inglés)
Giroux y la pedagogía de los tiempos nuevos
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Neill y la Escuela Summerhill
Neill parte de una premisa básica que resumiré de una forma muy sencilla. La metodología, según Neill, no es tan importante en la educación como el ambiente en el que se desarrolla el proceso educativo. ¿Por qué? Pues porque bien o mal, las personas hemos llegado a aprender diversas áreas del conocimiento a pesar de las diversas metodologías educativas. Sin embargo, la educación de nuestras emociones, principios y valores, aspectos que nos definen a lo largo de nuestras vidas, está fuertemente influenciado por el ambiente y el ambiente convencional ignora estos aspectos abstractos y termina formando seres humanos resignados, insatisfechos con sus vidas, conformistas. En resumen: el desarrollo psicológico y emocional merece prioridad sobre el ámbito intelectual.
Bajo este “precepto”, Neill desarrollo principios en Summerhill que potenciaban la realización personal y el proceso de adquisición de la libertad. Por ejemplo, un alumno del internado no estaba obligado a asistir a las clases; pues un alumno no va a aprender por obligación. En todo caso, su aprendizaje sería efímero. En cambio, cuando una persona obtiene motivaciones propias para aprender, ya sea por interés en el tema o como medio para el logro de un fin personal, podrá lograr prácticamente todo lo que desee.
Según narra Neill en sus diversos libros sobre la experiencia Summerhill, aunque muchos estudiantes llegaron a pasar años sin pisar un aula, finalmente todos llegaron a asistir a clases y la mayoría obtuvo las certificaciones que el gobierno inglés exigía. ¿Por qué llegaron a asistir a clases? Pues a cada uno le llegó el momento de interesarse por los estudios u obtener una motivación que indirectamente les llevó a buscar las clases.
Otro aspecto muy resaltante en Summerhill es que la libertad no se obtiene por discursos o ensayos en clase. La libertad se obtiene mediante la discusión, la organización y el respeto a los otros. Por ello, la escuela tenía un organismo de gobierno constituido por los estudiantes y los maestros. Todos tenían la misma capacidad de expresarse y participar; por lo tanto, las decisiones tomadas valían para todos: profesores y alumnos. Neill cuenta que incluso él debía someterse a las decisiones aunque no estuviera totalmente de acuerdo con ellas. La convivencia ideal, según la entendía Neill, es una horizontalidad en las relaciones entre niños y adultos en la que ninguno posea todos los derechos y anule los del otro.
Claro está que este sistema de organización tuvo momentos difíciles. Los alumnos que estaban más tiempo en la escuela solían velar por el bien común. Sin embargo, en ciertos momentos primaron estudiantes que buscaron el logro de sus intereses.
En este punto es necesario aclarar el concepto de libertad de Neill que he estado insinuando. La libertad no es igual al libertinaje. El libertinaje se basa en una visión egocéntrica, por ende, niega al otro y sus derechos. En cambio, la libertad es el ejercicio responsable de la capacidad de decidir y actuar; es decir que la persona puede hacer lo que desee en la medida que respete al otro. Así, tenemos que la libertad va de la mano de la responsabilidad y ambos conviven en el interior del ser humano. Una persona verdaderamente libre se autocontrola y no requiere una imposición externa que la limite.
Esto se aplica a diversos temas como la moral y la sexualidad, lo cual en su época fueron los temas más críticados. Neill pensaba que la “moral” no podía ser una cuestión impuesta, sino que surgía espontáneamente durante el desarrollo del aprendizaje de la libertad. También afirmaba que la represión y la moralización de la sexualidad iban en contra del reconocimiento de la vida misma. Este fue uno de los temas más discutidos considerando, especialmente, que su escuela es un internado.
Neill apuntaba al conocimiento del alumno para ayudarlo en su desarrollo emocional y la adquisición de una libertad responsable, reconociendo así la importancia del componente social y personal del individuo.
Summerhill funciona hasta el día de hoy y los diferentes libros escritos por Neill sobre la base de esta experiencia, sirven de inspiración, especialmente en la actualidad debido a la búsqueda de pedagogías alternas al sistema competitivo e individualista.
¿Quieres averiguar más acerca de Sumerhill?
Summerhill, la escuela donde se cultiva la felicidad
La herencia de Summerhill o la educación de la libertad
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Escuelas Reggio Emilia
Estas escuelas italianas surgieron como un esfuerzo de los miembros de la sociedad de Reggio Emilia ante la necesidad de educar a los niños y reconstruir lo que la Segunda Guerra Mundial había destruido.
Con el apoyo de educadores de mente abierta y gracias al impulso de Loris Malaguzzi, guía pedagógica, orientador y animador de la experiencia hasta 1994 (), la Ideología Educativa Reggiana ha logrado capturar la atención con una propuesta fascinante. Y la llamo ideología educativa porque no es simplemente un método o una teoría pedagógica. Ella incluye una reforma en las estructuras de las organizaciones educativas y el rol de los padres de familia y demás miembros de la sociedad para llegar a la construcción de la Sociedad Educadora.
¿Cuáles son los principios reggianos? En síntesis, las Esculas Reggio Emilia funcionan sobre los siguientes principios:
Importancia de las relaciones humanas
Si bien cada ser humano es un individuo, no puede existir en forma aislada. Esto no parece nada nuevo, ya que el carácter social del ser humano es usualmente reconocido. El punto está en que el sentido social (en términos de comunidad y cooperación) se fortalece en la escuela al asumirse roles diferentes por los cuales los niños y los adultos se complementan, en lugar de mantener la verticalidad tradicional de las escuelas comunes.
La teoría de los “Cien lenguajes de los niños”
Los adultos reconocemos inmediatamente el lenguaje verbal como medio de comunicación principal. Quizá, algunos otros puedan pensar en el lenguaje gestual como otro medio habitual. Pero… ¿de cuántas maneras puede expresarse un niño? ¿Somos los adultos capaces de comprender o por lo menos darnos cuenta que existen esas formas de comunicación? Las Escuelas Reggio Emilia reconocen, valoran y utilizan los diversos códigos comunicativos y formas de pensamiento presentes en los niños debido a su posibilidad de concebir una pluralidad abrumadora de alternativas, cuando los adultos, quienes hemos aprendido ya diversos paradigmas y esquemas, manejamos una perspectiva de la realidad y una forma de expresión más limitada.
La práctica de la escucha
Esto está muy vinculado (podría decirse que es una obvia consecuencia) a los principios anteriores; pues se trata de vencer la relación tradicional vertical entre el niño y el adulto para realmente detenerse a escuchar lo que dice el otro tanto mediante palabras como por sus acciones, gestos, dibujos, etc. De esta manera, además, el adulto “baja de su torre” no como “el rey que quiere escuchar al pueblo” sino como quien quiere aprender de otros.
La valoración de la diversidad y de la complejidad
Este principio también está vinculado a los dos primeros. Aquí la frase “cada persona es un mundo” pasa a la práctica porque se comprende que la concepción homogeneizadora de la enseñanza no cabe en la realidad porque ella es heterogénea. Entonces, la cercanía a un mundo real debe aceptar la diversidad y la complejidad de la interacción de las diferencias.
La participación de las familias y la sociedad
La labor educativa no es simplemente labor de los educadores formales ni acaba con los horarios de clase. Los padres de familia y demás miembros de la sociedad deben participar y asumir un rol que les corresponde por derecho y deber. Obviamente, los padres de familia tienen una obligación mayor. Aunque es claro que dada las exigencias económicas y sociales, su labor se puede ver limitada en tiempos, la educación paterna y la importancia de los padres en el desarrollo de todo ser humano es irremplazable.
La escuela colaborativa y comunitaria
Dados los principios anteriores, es natural que la escuela se idee como una organización bajo un enfoque de gestión organizacional colaborativa que influye en la cualidad y en las finalidades del proyecto educativo. Todos (padres, alumnos, maestros, etc.) son parte de la escuela, todos la conforman, por lo tanto, todos colaboran en el desarrollo de la vida escolar. Ello resalta la visión comunitaria de las escuelas Reggio Emilia.
La formación de los educadores
Los educadores no son simplemente quienes llenan los jarros vacíos, no son los que atienden a los clientes; sino que son seres conscientes de su rol en el desarrollo humano de los niños. Por eso se habla de “formación” y no simplemente de “capacitación” o “preparación”; ya que requiere una transformación en la visión de la educación.
La presencia del taller y del atelierista
El arte es un aspecto muy importante en las Escuelas Reggio Emilia aunque no se trata de sólo una educación artística. Por ello, el taller y el atelierista son elementos vitales para asegurar la atención al arte, a la investigación visual y a la estética. Este punto es un tema muy vasto en sí, por lo que posteriormente habrán notas dedicadas enteramente a este tema.
La documentación del desarrollo del niño
Lo común en los sistemas evaluativos es el registro de un número o letra que designa a los aprobados y desaprobados sin ser conscientes de la historia del niño. Y es que un niño con habilidades verbales pero no matemáticas probablemente no tenga los mismos resultados en términos cuantitativos; sin embargo, el progreso que haya desarrollado desde su punto de inicio puede ser mucho más importante y significativo que el de otros. Es decir, es probable que ese niño aprendiera y se desarrollara más que otros para quienes siempre les fue sencilla la materia. He ahí un ejemplo en materias tradicionales, pero el registro de ese progreso en forma cualitativa es aplicable a cualquier aspecto cognitivos, emocional o físico. El fin es la comprensión del niño y no la traducción trunca de lo cualitativo en una nota.
El redescubrimiento de la creatividad
La creatividad es concebida como un rasgo inmanente de cualquier persona; ya que no es una cuestión meramente artística o “inspiracional”, sino una facultad desarrollable y de aplicación genérica. Sea un ejemplo no artístico, al resolver un problema o un ejercicio de matemáticas lo típico es que se aluda a una vía de solución que al final todos tendrán en sus cuadernos. Sin embargo, incluso para las ciencias exactas, existe más de una solución posible. A la persona que se le ocurrió esa forma diferente de resolver el problema, lo llamamos “ingenioso”, pero en realidad lo que ha hecho es manifestar su creatividad.
La calidad del espacio y el ambiental
Lo más común es que al hablar del ambiente del aula se crea que se trata de la decoración del lugar para que el alumno se sienta cómodo y dispuesto al aprendizaje. En este caso, se trata de algo más: amueblar, distribuir, utilizar elementos que faciliten el aprendizaje no solo porque se “siente bien”, sino porque encuentra útiles los objetos que se encuentran en su salón. Algunas otras corrientes utilizan un concepto semejante al idear los “rincones” de lectura, matemática, juego, etc.
¿Quieres averiguar más acerca de la ideología reggiana?
Red educativa Reggiana del Estado Español
Escuelas de Reggio Emilia (Wikipedia)
Reggio Emilia y la pedagogía de Loris Malaguzzi
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Los tres primeros septenios
La base del desarrollo humano yace en la Educación, en la c
Sin embargo, en la actualidad, las exigencias y estilos de vida de la Postmodernidad han minimizado los espacios y tiempos de socialización. Los padres, los primeros educadores por tradición, han cedido su lugar en gran medida a niñeras y guarderías como las mejores opciones; pues en otros casos la única compañía de un niño puede ser algún elemento electrónico.
Por lo tanto, uno de los principales problemas en el proceso de humanización actual son las carencias sociales que marcan al mundo occidentalizado.
Ahora, la recuperación de tales espacios no es la simple solución. Se requiere de un conocimiento profundo del ser humano y sus etapas de desarrollo para ayudar al niño a desarrollar su potencial saludable en todos sus niveles.
Desde la Antroposofía, ciencia que entiende al ser humano como ser material, anímico y espiritual, se postula que el desarrollo del hombre se da por etapas denominadas septenios. Para el proceso de educación formal, se deben analizar los tres primeros septenios.
En el primer septenio, se da la base de la salud personal debido a que se da la formación de los órganos. Este hecho demanda el correcto desarrollo de una de las tres fuerzas constitutivas del hombre : la voluntad, es decir el querer, la acción. Es por ello que el movimiento resulta una característica indiscutible en los niños en esta etapa.
Es posible asociar esta etapa con la Grecia Clásica, en la que la educación se realiza a través del cuerpo. De ahí la importancia de la Gimnasia.
En el segundo septenio se inicia la escolarización propiamente dicha. Anteriormente, la libertad para el movimiento y el juego resultan indispensables. La imitación espontánea del adulto es la base de la educación. En cambio, en el segundo septenio, se instituye la figura del profesor, pero no como una autoridad impuesta o admirada por el hecho de ser un adulto. El profesor se convierte en una autoridad sobre la base del amor. Es un ser querido y tal hecho le otorga autoridad y le convierte en alguien digno de ser imitado.
Es en esta etapa donde la socialización con sus pares cobra mayor fuerza y el aprendizaje se hace significativo básicamente desde su aspecto social. Preponderancia
Ambos hechos, el profesor como autoridad amada y la revalorización de sus compañeros se basan en el impulso que cobra otra fuerza constitutiva, el sentimiento. El trabajo de los aspectos anímicos de los niños se debería volver una de las cuestiones prioritarias para el profesor y los padres. Por lo tanto, el trabajo cooperativo y coherente de ambas figuras adultas es vital para el niño.
Esta etapa es vinculable con la Roma Clásica, donde la educación sucede mediante la retórica, el habla, una educación principalmente anímica. Es por ello que el profesor debe plasmar imágenes creadas desde lo oral que apunten al adecuado desarrollo del niño.
En el tercer septenio, aparece el despertar sexual. Además, el adolescente empieza a desarrollar una valorización real de sí mismo y de su entorno. Su pensamiento, la tercera fuerza constitutiva del ser humano, adquiere un papel preponderante en esta etapa de desarrollo. Se trata de una etapa crucial donde se despierta y consolida lo trabajado en los septenios anteriores y donde afirma las bases de su identidad; la cual debe enfrentarse al individuo en sí y a su entorno íntegro: amigos, familia, sociedad.
Esta etapa puede relacionarse con la Edad Media y su transición hacia la Modernidad, donde a través de la memoria se desarrolla la educación. Es la época de los letrados y de un fuerte vínculo espiritual. Sin embargo, esta educación armónica tuvo un quiebre que daño el desarrollo de la Humanidad.
De pronto, la educación empezó a entenderse como la mera transmisión de conocimientos, lo que llevó a un alto intelectualismo, causa de daños al espíritu. El impacto de este problema se manifiesta en personas deterioradas, no sanas, sin voluntad para vivir, con un pensamiento aislado, no integrador; es decir, no sistémico . Por lo tanto, carecen de las capacidades necesarias para resolver situaciones personales, laborales, familiares, etc.
El cambio de esta situación radica en un énfasis especial en la educación para la voluntad. El equilibrio en el desarrollo humano se dará en la medida que elevemos al hombre de la voluntad básica, la cual responde al instinto y al deseo, a una voluntad elevada. Esta última se caracteriza por buscar la realización de actos trascendentales.
En verdad, la voluntad elevada responde a la necesidad de ir hacia delante, de buscar una vida libre y llena de significado. Esas son características sumamente humanas en su plano ideal, cualidades que todos debemos
buscar y ayudar a alcanzar.
Si desea saber más acerca de los septenios, ingrese a
La biografía humana desde un punto de vista espiritual por Roberto Crottogini. Sigue leyendo
La importancia de la imaginación y el ritmo en la Pedagogía Waldorf
Existe un vínculo sumamente estrecho entre el impulso
Es necesario aclarar que la imaginación se estimula principalmente durante la infancia; sin embargo, en su debido momento, la educación debe pasar de las imágenes y la fantasía en forma exclusiva a la complementariedad con la abstracción. Es muy importante entender esta complementariedad ya que la negación de esta relación no es sana en el desarrollo humano.
Según Winicott, el ser humano tiende a dos espacios de desarrollo. Uno es enteramente subjetivo y la imaginación, el juego libre de reglas, la improvisación tienen el protagonismo. Por otro lado, existe un plano más objetivo, de carácter social antes que individual, donde sí existen reglas que buscan ordenar y crear facilidades par ala coexistencia. Quedarse en el primer espacio es insano debido a que la persona se forma aislada de otros y no tiene una buena relación con su entorno por lo que escapa de su realidad. Ser enteramente objetivos, no permite observar los aspectos que van más allá de lo tangible y se tiende a una actitud subordinada al grupo. La libertad, la autonomía y la individualidad se pierden. Sin embargo, en la relación complementaria de estos espacios surge el espacio potencial, un plano intermedio donde se pueden manifestar en forma dialógica aspectos de ambos planos, donde se manifiesta un pensamiento crítico y sistémico.
Para ejemplificar un poco lo tratado, se tratará acerca de la importancia de la música en el desarrollo humano tanto respecto a cuestiones sociales como individuales. Por un lado, la música ayuda a trabajar cuestiones éticas en la medida que los cánones, los coros, las orquestas entre otros exigen la comprensión del otro y un sentido comunitario. Esto se debe a que cada persona canta o toca un instrumento en forma distinta, tiene habilidades diferentes. Un grupo musical posee una diversidad que debe hallar la unidad para obtener algo armónico. Esto se vincula con lo que Aristóteles decía respecto al ser: “El ser se dice en muchos sentidos” ya que el Ser posee diversas cualidades que lo conforman y, por ende, se puede afirmar que en toda multiplicidad existe una unidad.
Además, la música produce una sensación de alegría y bienestar. Ninguna persona puede ser cometer actos malos o repudiables si es que está alegre. Por el contrario, la alegría lleva a las personas a querer ser buenas y amables con los demás. En otras palabras, el desarrollo del arte, la música en este caso, brinda ese espacio potencial necesario que ayuda a la elevación del ser humano.
Por otra parte, el proceso de autoeducación en relación con el juego también ayuda a crear entornos de libertad para la exploración y el aprendizaje. Aquí, durante los primeros años, se da prioridad a la imaginación. La abstracción adelantada deviene en intelectualismo. Luego, vendrá el tiempo de la abstracción, la cual no será totalmente inflexible ni cuadriculada, sino que tendrá los beneficios obtenidos de la creación de un campo lúdico personal y social.
Es momento de hacer una pausa para preguntar ¿qué se requiere para un desarrollo humano saludable? De hecho, en los apartados anteriores se han dado algunas pistas. El conocimiento del ser humano es un aspecto imprescindible así como la importancia de la calidad humana y profesional del educador.
Según la teoría de Maslow, toda persona necesita un sentido optimista y positivista ante la vida. Se requiere un muy buen sentido del humor. En términos de Steiner, se habla del manejo del sentido anímico. Se habla nuevamente del aporte del arte: sentido de bienestar y alegría. Y es que una persona optimista y alegre no presenta celos, ni envidias. No reniega ni murmura. Por el contrario, su vida se desarrolla libre de aquellos sentimientos y emociones que carcomen el corazón de los hombres.
Cabe preguntarse sobre las implicancias educativas de estos aspectos. Por un lado, se tiene a la capacidad de concentración. Una abstracción oportuna no desgasta prematuramente las fuerzas de la persona y esta se siente más motivada para trabajar. Sin embargo, en la actualidad es común encontrar que desde los niños hasta los adultos realizan diversas actividades en forma paralela. Nunca se detienen a concentrarse y disfrutar de lo que están haciendo en ese momento. Mientras se realiza una actividad se hace otra o se está pensando en el paso siguiente sin haber terminado de dar el primero.
Así, es cotidiano que un joven desarrolle diversas actividades en paralelo al pasar tiempo en una computadora. No requiere enfocarse plenamente en una sola actividad, sino que es capaz de mantener una o múltiples conversaciones, por ejemplo. Esto es conocido como media multi-tasking y es un fenómeno creciente en el mundo.
El año pasado, la organización Kaiser Family publicó una investigación al respecto y entre sus conclusiones se afirma que los adolescentes, al desarrollar diversas tareas en forma simultánea adquieren mayor cantidad de información en el mismo tiempo. Ahora bien, esta investigación no se centra en cuestiones educativas, sino más bien recreativas, uso principal de estos medios y recursos (Rideout, Roberts & Foehr, 2005). Sin embargo cabría realizar cuestionamientos a partir de esta investigación y este fenómeno: ¿Cuál es el nivel de profundidad con el que adquieren esta información? ¿Existe realmente una adquisición de información o es en realidad solo una exposición a esta? ¿Qué habilidades se benefician o perjudican a partir de este fenómeno? ¿Qué implicancias tiene en los procesos de aprendizaje para esta generación y las siguientes que serán “nativos tecnológicos”? ¿Qué implicancias tiene en la gestión del conocimiento? ¿Cuál es el impacto en la educación y cómo se debe enfrentar este fenómeno?
La otra gran implicancia está en función al profesor. Éste debe tener un sentido profético. Ello quiere decir que debe ser capaz de mirar hacia el futuro desde una lectura adecuada del presente. Esto es necesario porque la educación debe entenderse como un proceso interminable para la vida misma y no para el momento, no para lo que en realidad es efímero.
Estos dos aspectos tienen que ver con otro elemento que fortalece la salud de las personas. El ritmo de vida se refiere a que toda persona debe balancear sus momentos de concentración y expansión, de socialización y privacidad, la realización de una actividad a la vez, etc.
Al final, la educación, si es para la vida misma, ¿no sería una educación para ayudar a obtener la felicidad? Y si es así es necesario preguntarse quiénes son loa más felices entre los felices.
Según Frankl, el hombre necesita del “sentido de vida” o “voluntad de sentido”. Se trata de un elemento que le permita dar un valor sumamente alto a su vida sobre la base de algo que lo trascienda. Esta teoría surge a partir de entrevistas con personas que sobrevivieron a los campos de concentración nazis. Eran personas con algún proyecto inconcluso o una gran fe, quienes tuvieron la voluntad de sobrevivir a diferencia de otras que incluso llegaron a preferir el suicidio.
¿Quiénes son los más felices? Personas que busquen una existencia trascendente, personas con experiencias espirituales genuinas.
Todos los aspectos trabajados ayudan al desarrollo humano saludable del ser humano. Sin embargo, hoy en día enfrentamos situaciones como una vida arrítmica, la realización de actividades en paralelo, la aceleración de la vida, el aislamiento social, el sedentarismo, el cual produce un efecto inhibidor del aprendizaje debido a que no facilita la realización de la sinapsis (Manfred Spitzer).
Por lo tanto, surge la necesidad del replanteamiento y la reorientación de la labor educativa desde el contexto actual en apoyo con las investigaciones que soportarían la pedagogía debido a que la transformación de la educación debe ser una labor conjunta e integradora que se base en la responsabilidad compartida de toda la sociedad.
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