“El estadio Jalisco se vuelve una sucursal del manicomio”, expresó el relator.
Era el partido por cuartos de final de México 86, Brasil y Francia empataban 1-1 hasta que llegó el penal a favor de los cariocas. Minuto 71, Zico se para frente a la pelota y patea, pero falla el penal. Brasil perdía así una inigualable oportunidad de ponerse 2-1 ante la que por ese entonces era la campeona vigente de Europa, la poderosa Francia de Michael Platini, Dominique Rocheteau y compañía.
Al término de los minutos oficiales el encuentro pasaría a ser definido en la tanda de penales, en cuya ronda los lanzamientos resultarían como sigue:
1-Brasil) Sócrates, falló; 1-Francia) Stopyra, gol;
2-Brasil) Alemao, gol; 2-Francia) Amoros, gol;
3-Brasil) Zico, gol; 3-Francia) Bellone, gol;
4-Brasil) Branco, gol;
Con ello, el octavo tiro de penal correspondía a Francia en el turno de su máxima estrella, Michael Platini. Entonces, el astro francés al igual que Zico, con toda su gran calidad se paraba frente al balón y pateaba, pero también fallaría el penal.
Este yerro era el que daba licencia a la expresión del relator, quien además agregaba: “la voló Michael Platini. Si falló Zico, falló también Platini, porque el fútbol es el deporte de lo impensado, de lo impredecible, en donde los grandes fallan también, como Platini, como Zico y esto le da nueva vida al equipo de Brasil.”