“El estadio Jalisco se vuelve una sucursal del manicomio”, expresó el relator.

Era el partido por cuartos de final de México 86, Brasil y Francia empataban 1-1 hasta que llegó el penal a favor de los cariocas. Minuto 71, Zico se para frente a la pelota y patea, pero falla el penal. Brasil perdía así una inigualable oportunidad de ponerse 2-1 ante la que por ese entonces era la campeona vigente de Europa, la poderosa Francia de Michael Platini, Dominique Rocheteau y compañía.

Al término de los minutos oficiales el encuentro pasaría a ser definido en la tanda de penales, en cuya ronda los lanzamientos resultarían como sigue:
1-Brasil) Sócrates, falló; 1-Francia) Stopyra, gol;
2-Brasil) Alemao, gol; 2-Francia) Amoros, gol;
3-Brasil) Zico, gol; 3-Francia) Bellone, gol;
4-Brasil) Branco, gol;

Con ello, el octavo tiro de penal correspondía a Francia en el turno de su máxima estrella, Michael Platini. Entonces, el astro francés al igual que Zico, con toda su gran calidad se paraba frente al balón y pateaba, pero también fallaría el penal.

Este yerro era el que daba licencia a la expresión del relator, quien además agregaba: “la voló Michael Platini. Si falló Zico, falló también Platini, porque el fútbol es el deporte de lo impensado, de lo impredecible, en donde los grandes fallan también, como Platini, como Zico y esto le da nueva vida al equipo de Brasil.”

Sócrates, Zico, Platini, tres grandes jugadores de talla internacional quienes en pleno partido de cuartos de final de México 86 fallaban un penal. Pero no han sido los únicos.

Hoy sábado 16 de junio de 2018 nuestra selección peruana volvió a un mundial luego de 36 años. Y lo hizo ante una Dinamarca de mucho oficio pero cuyo entrenador ha sabido hidalgamente reconocer que “la derrota fue un castigo excesivo para Perú.”

Hoy perdimos un penal, y también perdimos el partido.

Pero hoy moralmente seguimos unidos, porque así como hicimos nuestras las victorias de la selección de igual manera hoy juntos podemos hacernos cargo de esta adversidad. Y cada quien desde donde le toque. Porque esta no es más que una oportunidad para mejorar. Porque hoy es una inmejorable ocasión para ser un mejor hincha, un mejor comentarista, un mejor analista, un mejor crítico, un mejor amigo. Un mejor peruano.

Duele perder, sí. ¿Y a quién no?. Pero de los errores también se aprende. Más, hoy es hora de levantarse y seguir. Porque hoy a todos los que hicimos nuestra la victoria de la clasificación nos toca poner el pecho y continuar. Porque hoy más que nunca todos somos uno. Porque hoy es el momento de hacernos cargo. Porque hoy todos nos miramos al espejo y empezamos por agradecer lo que nos ha tocado vivir. Porque hoy el mundo nos vio alentar, hoy el mundo nos vio jugar, hoy el mundo nos vio luchar. Pero eso no nos debe conformar.

Porque hoy podemos ser todavía mejores. Porque solo depende de nosotros. Porque la oportunidad esta allí. Porque siempre podemos hacerlo mejor. Porque el fútbol, al igual que otras expresiones colectivas, es un hermoso pretexto para ello. Porque como escribiera el filósofo y novelista Albert Camus: “todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol”.

Por eso, hoy más que nunca, no perdamos esta oportunidad.