Por Lilia Ramírez Varela
Dos días antes de celebrarse el día de la mujer, Marco Tulio Gutiérrez, principal líder del proceso de revocatoria iniciado contra la alcaldesa Susana Villarán, ha señalado lo siguiente: “las damas siempre dicen que no y acaban diciendo que sí” (La República, 07/03/2013). Una frase tal vez graciosa para algunos y algunas, pero definitivamente, ofensiva y humillante contra las mujeres. Ofende, no sólo porque avizora una ideología machista en donde pareciera que sólo las mujeres cambiamos de opinión; sino, principalmente, porque ése es uno de los más recurrentes “argumentos” que utilizan los hombres cuando se defienden de procesos por violación sexual[1]. Lo peor es que, hasta ahora, a veces son argumentos escuchados por los operadores de justicia.