Argentina: “Ser una mujer indígena en este 2011 es ser parte de la resistencia”

Por Laura Álvarez Chamale*

Entrevista a Octorina Zamora, dirigente wichí de la comunidad Honat Le’Les

Octorina no es una más; desde hace años levanta la bandera de las comunidades indígenas del Norte de Salta, poniendo en valor su cultura y conocimientos ancestrales.

– ¿Cómo encuentra este 8 de marzo a las mujeres indígenas?

En una situación difícil para las que luchamos por encontrar un espacio en esta sociedad tan excluyente. Las mujeres indígenas somos humanas y necesitamos derechos como el resto de los hombres y mujeres de la sociedad. Es más difícil aún cuando se es política y se lucha por garantías y derechos iguales. Me da orgullo ser una mujer política y levantar mi voz por otros que no pueden o no se atreven a levantarla. Es hora de escuchar las voces de las mujeres indígenas que han estado tapadas, calladas, discriminadas.

– ¿Qué la ocupa en este momento?

Estoy en Buenos Aires exponiendo una gravísima situación en los medios, tratando de evitar una tragedia en Embarcación como ya pasó en Tartagal, porque después que ocurre lo peor, vienen los políticos a hacer campaña con los subsidios y la miseria de la gente; antes nadie quiere hacer algo.

– ¿Qué ocurre en Embarcación?

En este momento las mujeres indígenas de distintas comunidades estamos participando del movimiento ‘Chico Méndez‘ de Embarcación para defender a las yungas del peligro de derrumbarse por las lluvias y por el enorme deterioro en los suelos.

Existe un informe donde se afirma que hay un alto riesgo de que una lluvia pueda desembocar en un alud y la consiguiente pérdida de vidas humanas. De esto ya está en conocimiento el jefe de gabinete nacional, Aníbal Fernández, pero hasta la fecha no se ha comenzado a trabajar para evitar una catástrofe que afectaría a 28.000 personas que viven en Embarcación, de las cuales hay cinco comunidades indígenas que viven al pie del cerro en cuestión y otras tres viven encima.

– ¿El medio ambiente es un tema que les preocupa mucho?

Para la mujer indígena los hijos son el presente que tenemos que fortalecer, pero cómo los preparamos para el futuro si el medio ambiente está siendo dramáticamente destruido. Se está dejando un ambiente deteriorado para las décadas y generaciones venideras. Lamentablemente los gobernantes sólo pelean para quedarse en sus cargos y no ven que lo que se pierde en la naturaleza también afectará a sus hijos.

– ¿Mejoró la asistencia sanitaria a la mujer indígena?

El deterioro de la salud de la mujer indígena es notable. El sólo hecho de que la mujer indígena no esté dentro de los planes de salud, hace que estemos excluidas. Es que el desarrollo planteado de esta manera llena los bolsillos de los ricos y de enfermedades a los pobres. Se habla mucho y se hace poco con respecto a la salud de la mujer indígena.

– ¿Y los niños?

Hace tres años llevé una denuncia a la Presidenta de la Nación con fotos de niños desnutridos, pidiéndole que tome cartas en el asunto. Mandaron gente de Desarrollo Social, hicieron un relevamiento y la respuesta fue mandar lavarropas, microondas, colchones… Esa fue la visión errada del problema. Nosotros pedíamos comedores nutricionales, supervisados por nutricionistas y atendidos por las madres, porque se debe contemplar la alimentación de los niños desde el vientre hasta los cinco años. Sabemos que es en esa etapa cuando forjamos hombres y mujeres inteligentes.

– ¿La desnutrición es otro drama?

Lo que está pasando es parte del plan del aniquilamiento de los pueblos indígenas que hacen los gobernantes. Ellos nos han dejado sin recursos naturales para alimentarnos. Estamos en una de las zonas más fértiles de Salta, tenemos reservas de agua dulce, una biodiversidad riquísima y es una vergüenza que veamos morir de hambre a nuestros niños.

– Parece un desafío inmenso ser mujer indígena en este tiempo…

Ser una mujer indígena en 2011 es un enorme desafío. Somos parte de la resistencia y tenemos que seguir resistiendo 200 años más.

– ¿No se cansa de esta lucha?

Mi lucha es una lucha de mujer. No lo hago sólo en calidad de indígena ni sólo por los indígenas. Lucho por todas las mujeres relegadas. Quizá esa sea mi misión en la vida.

Fuente: Servindi

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