Después de ensayar muchos ”modelos para salir del subdesarrollo”, desde el estatista hasta el neoliberal, pasando por la sustitución de exportaciones, la cruda realidad es que los llamados países en vías de desarrollo, con la excepción de Corea del Sur, Taiwán, Singupar, Hong Kong y Malasia, no se están desarrollando.
¿Qué cosa ha hecho la diferencia entre los mal llamados países en vías de desarollo y estos cinco países asiáticos que se han desarrollado? La diferencia ha sido el desarrollo científico-tecnológico. En efecto, los países que no se han desarrollado han demostrado, durante todo el curso de su independencia nacional, una falta de vocación histórica por la formación en ciencias matemáticas, naturales, físicas, químicas y biológicas, y también por la investigación y desarrollo de tecnologías derivadas de estas ciencias, para su producción nacional.
Como consecuencia de esta histórica falta de vocaión por las ciencias exactas y naturales, las sociedades de América Latina, Afríca, y en gran parte de Asia, son hoy verdaderas culturas acientíficas, sociedades donde casi todo el conocimiento es histórico, jurídico, económico o literatio; donde se prefiere la letra que el logaritmo, la retórica que el experimento, la deduccipon que la inducción, la creencia antes que la duda científica. El resultado son países que no innovan ni tampoco inventan.
Los países con culturas acientíficas (entre los cuales, evidentemente, se encuentra el Perú) son solo capaces de producir y exportar recursos naturales y manufacturas con muy bajo contenido tecnológico, los cuales siempre tienen menos valor que los productos de alto contenido tecnológico que importan. En consecuencia, estos países no pueden acumular recursos para satisfacer la modernización que exige su creciente expansión urbana. Ante esta situación, no tienen otra alternativa que endeudarse permanentamente para comprar el proceso científico-tecnológico que no saben producir. Por eso, se puede decir sin exagerar que, en último análisis, la gran carga de la deuda externa es el resultado de una cultura nacional sin ciencia.
Así, la principal causa del subdesarrollo no es económica sino cultural. Los economistas siempre han ignorado las explicaciones ”culturales” del desarrollo. Para ellos Sigue leyendo