La BBC de Londres organizó una encuesta en 27 países con el objetivo de conocer su opinión sobre 12 países distintos. Venezuela, el único país latinoamericano de la muestra, generó reacciones particularmente encontradas. El 27% de los encuestados ofreció opiniones positivas sobre ese país, y otro 27%, negativas. Sin embargo, casi la mitad de los encuestados (46%) no quiso dar una opinión sobre Venezuela. En la encuesta, Israel e Irán fueron considerados los países con mayor influencia negativa en el mundo. Estados Unidos y Corea del Norte les siguen de cerca. La calificación otorgada a India ha subido, mientras que el número de evaluaciones positivas a Estados Unidos ha disminuido sustancialmente.
En la muestra, el 56% dio opiniones negativas de Israel, mientras que las opiniones positivas solo alcanzaron al 17% de los encuestados. En este concurso de baja popularidad, Irán siguió a Israel, con 54% de percepción negativa y 18% de percepción positiva. Sobre Estados Unidos, por su parte, el 51% tuvo una opinión negativa y, el 30%, positiva. Corea del Norte aparece levemente mejor, con 48% y 19%, respectivamente. Los países más admirados son Canadá (54% positivo, 14% negativo), la Unión Europea (53% positivo, 19% negativo) y Francia (50% positivo, 21% negativo).
Es necesario agregar que en los casos de Irán, Venezuela y Corea del Norte hay una campaña incesante contra ellos, orquestada por gran parte de la prensa occidental que, definitivamente, debe haber incidido en la opinión de los encuestados. Teniendo en cuenta esa misma circunstancia, lo de Estados Unidos e Israel, con quienes la prensa es generalmente benévola, es patético y demuestra que, más allá de la influencia que pueda ejercer la propaganda, gran parte de los ciudadanos de los países encuestados piensan por sí mismos y juzgan los comportamientos, como bien dice la BBC, según la tendencia al uso del poder militar.
En este campo, no es necesario señalarlo, Estados Unidos e Israel no solo poseen arsenales de un poder destructivo atemorizante sino que tampoco escatiman usarlos cuando así lo dictan sus intereses políticos, económicos o estratégicos. Afganistán, Irak y el Líbano son los ejemplos más recientes, si es que Irán no es atacado antes de que esta nota sea publicada. Supongo que estas cifras alentarán una reflexión entre estadounidenses e israelíes y que esta vez no darán respuestas simples y anémicas como “nos tienen envidia” (EE.UU.) o “son antisemitas” (Israel).
Claro está que el tipo de reflexión profunda, aquella que conduce a un cambio de actitudes y comportamientos, se da más entre los ciudadanos de a pie que entre quienes manejan las riendas del gobierno, los cuales, por un reflejo de supervivencia, tienden a justificarse atacando o tratando de devaluar a quienes no opinan como ellos.
Como dice Chomsky ( que no le entendí nada cuando fue a la pucP), hay dos superpotencias: una es EE.UU.; la otra somos nosotros, la opinión pública mundial.