Acaban de concluir las Olimpiadas de Pekín con un saldo espectacular a nivel deportivo: 43 récords mundiales y 132 olímpicos. También en lo presupuestal: 43.000 millones de dólares para el evento, tres veces más que el presupuesto para los Juegos de Londres 2012. En lo televisivo, a nivel de espectáculo y también de diseño, han sido unas olimpiadas para el recuerdo.
Una de las primeras cosas que me impresionaron fué, más allá de toda la espectacularidad de los fuegos articficiales, el diseño arquitectónico de vanguardia y la identidad de marca del evento, basado en elementos sencillos, reconocibles, pero a los cuales se les ha dotado de un atractivo difícil de olvidar. Ejemplos: el rollo de papel para escribir. Muy clásico. Muy chino. Un concepto muy bien aplicado, con elegancia y sencillez: en la parte superior del Estadio Nacional (Nido de Pájaro), en la antorcha olímpica, hasta en el atril para oradores utilizado en la apertura (para mí uno de los detalles más ingeniosos). Sigue leyendo