La semana pasada describía lo que yo consideraba era el plan que tiene la DBA (derecha bruta y achorada) para los próximos 5 años: caos social, desestabilización económica e ingobernabilidad política. La DBA política, junto con sus aliados en las empresas y medios de comunicación siguen con ese plan: no hay cobertura periodística de los pocos logros de este gobierno (tener a más del 50% de población objetivo vacunada es algo a destacar); ahora que el dólar está bajando o se mantiene estable, ningún diario de la derecha saca titulares al respecto y desde el Congreso, con la reciente ley de interpretación de la cuestión de confianza, está supeditando el poder ejecutivo a los antojos del legislativo. ¿Mayores evidencias del plan de la derecha? Por ahora solo eso.

Un colega me preguntaba ¿me imagino que en la siguiente columna hablarás del plan de la izquierda? No lo había pensado, ya que considero que la izquierda, esta izquierda de Castillo no tiene un plan, nunca lo tuvo; y lo que hace pocos días se publicó (la política general del gobierno) es un simple formalismo. Si esta izquierda hubiera tenido un plan, hubiera incorporado dentro de esa política general de gobierno algún elemento que le permita al ejecutivo plantear una cuestión de confianza que frene las intenciones ya vedadas de este parlamento por instaurar una “dictadura legislativa”. Sin embargo, el gobierno de Castillo ha dejado pasar una brillante oportunidad. Para elaborar y ejecutar un plan hay que tener recursos y el más importante, en términos de alguien que ya está en el poder, es el recurso humano. Sin embargo, si realizamos un minucioso análisis de los ministros, nos encontraremos con sorpresas muy desagradables, solo para poner los casos de los titulares de Defensa e Interior. Para que un plan político funcione, es necesario contar con los mecanismos de difusión de los objetivos y logros de ese plan. Con casi el 80% de prensa en contra del régimen de Castillo, es difícil que la gente conozca lo poco bueno que hace el presidente; por el contrario, todos sabemos los errores que comete. A pesar de esa libertad de decirle de todo al presidente, los grandes conglomerados mediáticos se quejan y denuncian que en el Perú no hay libertad de prensa y acusan al gobierno de querer instaurar una dictadura comunista.

Pero, que es lo indispensable para que un plan político funciones: el apoyo popular. Ya lo advertía Maquiavelo: el gobernante debe ganarse al pueblo. Que no se olvide Castillo que ganó la segunda vuelta no por su gran plan de gobierno o su carismática personalidad. Quienes votaron por él lo hicieron para que no gane la señora Fujimori; así que ese poco más del 50% de electores que le dieron la victoria es una ilusión en la que no puede darse el lujo de confiar.