La semana pasada el Congreso de la República, manejado por el fujimorismo, ha elegido a los 3 miembros restantes del banco Central de Reserva. Algunos analistas han considerado una gran sorpresa los nombres de los designados (Elmer Cuba, José Chlimper y Rafael Rey), otros han considerado como sorpresa la forma tan rápida en que dichas personas fueron designadas a tan altos cargos. En lo personal ninguna de las dos acciones me ha sorprendido.
Sin embargo, muchos estamos de acuerdo es en que la designación de por lo menos dos de los tres nuevos directores del BCR (Chlimper y Rey) ha sido un grave error, no solo para la imagen tan venida a menos del congreso (que ha bajado 12 puntos en comparación al mes pasado en su índice de aprobación), sino que esta mala decisión nos puede afectar a los bolsillos de todos. Diversos diarios destacaron la maña decisión: El Comercio, La República, el Diario Correo e incluso otrora defensores del fujimorismo, como Federico Salazar cuestionan la forma en que el fujimorismo ha impuesto dicha elección.
Ante los serios y fundados cuestionamientos a Chlimper y a Rey, los máximos representantes del fujimorismo han señalado de que “no vemos ningún problema en que ambos hayan sido elegidos, porque para NOSOTROS, cumplen con todos los requisitos”. Destaco el NOSOTROS, porque tiene mucha relación con el viejo problema que planteara hace ya muchísimos años el destacado político francés Alexis de Tocqueville: la omnipotencia de la mayoría, esa “idea colectivista de que la mayoría siempre tiene la razón”. La creencia en esta falsa idea, puede (en términos del francés) traer “cosas funestas y peligrosas para el porvenir”; ya que bajo el pretexto de que “el pueblo nos eligió” podemos hacer lo que queramos, en nombre de esa legitimación recibida en un momento determinado. Esa es la actitud que ha asumido el fujimorismo desde el mismo día de juramentación del nuevo gobierno, basta recordar el mensaje a la nación que la lidereza de Fuerza Popular diera, en el que anuncia que su bancada hará todo lo posible para materializar su plan de gobierno. ¿Acaso ella ganó las elecciones? No, pero tiene el control del congreso, sus 72 parlamentarios ejercen el poder y control que envidia el gobierno de PPK.
Otro clásico que tocó estos temas fue Karl Popper, quien desarrolla su famosas paradojas políticas. Una de ellas hace referencia al tema de análisis. El filósofo se preguntaba “¿qué pasa si la mayoría elige a un tirano injusto; se debe respetar su voluntad?”. Al caso en cuestión ¿qué pasa si la mayoría fujimorista elige a personas que no cumplen con los requisitos y se impone su voluntad por encima de las propias instituciones; se debe respetar esa decisión? Según Popper, si somos respetuosos de la democracia, la respuesta es no, ya que “el principio de la política democrática consiste en la decisión de crear, desarrollar y proteger las instituciones que hacen imposible el advenimiento de la tiranía”. Hay que recordar que la ley orgánica del Banco Central de Reserva señala que para ser elegido director se necesita comprobada solvencia moral y amplios conocimientos de economía; en el primer caso el señor Chlimper esa acusado de adulterar audios para favorecer al fujimorismo en la última campaña electoral. Por otro lado, el señor Rey no cuenta con los conocimientos en economía suficientes para tan alto e importante cargo (él mismo ha reconocido que recién se pondrá a estudiar), ¿no está la mayoría fujimorista poniendo en peligro la institucionalidad democrática? ¿Acaso no habían aprendido del pasado como tanto pregonaban?
Los críticos a mi postura dirán que para eso el pueblo votó por una mayoría fujimorista en el congreso y que la democracia se basa en lo que la mayoría mande. Bueno, dejaré que el mismo Popper responda (a quien seguramente nadie se atreverá de tildarlo de izquierdista o caviar): “La democracia no se basa, como casi todos creen, en el principio de que debe gobernar la mayoría, sino en lo diversos métodos igualitarios para el control democrático”. En nuestro caso hay una total desigualdad en el ejercicio del control democrático: con 72 congresistas, el fujimorismo es la única fuerza política que ejerce ese control, contando con los demás grupos políticos solo por “cortesía política”.
Diversas organizaciones, entre ellas diversas universidades, han anunciado para este 8 de noviembre un Marcha contra la ‘repartija’ del BCR. Realmente espero que sea un éxito que que se obligue al parlamento a dar marcha atrás a tan cuestionada elección; sin embargo creo que no se tendrán resultados auspiciosos. Pero, como diría Popper, “aunque se acepte la decisión de la mayoría, a fin de permitir el desenvolvimiento de las instituciones democráticas, se debe tener plena libertad para combatirla, apelando a los recursos democráticos y bregando por su revisión”. Lo importante es no someterse a una opresión, así sea de la mayoría (y mucho menos de la mayoría fujimorista).
Quiero terminar estas reflexiones con una cita de Alexis de Tocqueville: “en cuanto a mi, cuando siento que la mano del poder pesa sobre mi frente, poco me importa saber quién me oprime; y por cierto que no me hallo más dispuesto a a poner mi frente bajo el yugo, porque me lo presenten un millón de brazos”. La mayoría debe aprender que las minorías también debemos ser respetadas, mientras más manos nos opriman, más debemos oponernos.