El jueves pasado, en las instalaciones de la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa, presenté mi libro “Del dicho al hecho. La brecha de implementación en la política pública de población”. La presencia de mis amigos, colegas, alumnos y familiares hicieron de esa noche un momento muy conmovedor. Los comentarios, muy generosos por cierto, estuvieron a cargo del Gonzalo Dávila del Carpio, Jaime Miranda Reynoso y Marcos Obando Aguirre.
Para dicha obra, pude contar con la generosa presentación que escribiera Eduardo Dargent, amigo y director de la maestría en Ciencia Política y Gobierno de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Los dejo con dicha presentación:
Mario Berrios Espezúa nos ofrece en este trabajo una cuidadosa investigación sobre la implementación del Plan Nacional de Población en la región Arequipa durante el período 2010-2014. El trabajo, basado en su tesis de maestría de Ciencia Política en la Pontificia Universidad Católica de Perú, tiene varios puntos interesantes; quisiera resaltar tres: su relevancia para el estudio de las políticas y gestión pública, en particular la descentralización; la información que nos brinda sobre el tema de la población y su desarrollo en el Perú contemporáneo; la importancia de este tipo de estudios para la ciencia política, en particular los estudios sobre el Estado y la política de las políticas públicas.
El caso concreto del diseño de Programa Regional sirve a Berrios para documentar la manera en que las políticas nacionales aterrizan en el espacio regional, un aspecto central de un país descentralizado como el nuestro. Este tipo de investigaciones sobre el diseño e implementación de políticas públicas en su dimensión regional son escasas en el Perú y, más bien, resultan urgentes. Comprender cómo la política nacional se lleva un paso más adelante con el diseño regional es esencial para entender aquello que Merilee Grindle ha llamado «brecha de implementación»: la distancia entre la Ley y lo que «realmente» se implementa. En este caso, por ejemplo, hay una preocupación documentada del autor sobre las capacidades locales para seguir los lineamientos del plan nacional, la ausencia de normas regionales que guíen el proceso, la demora en que se comenzó a discutir esta política y el escaso interés político en su avance. Un caso, entonces, que dialoga con muchas otras políticas que tienen en esta articulación nacional-regional uno de los principales desafíos para su implementación. Ojalá nuevos estudios del profesor Berrios sigan con la implementación más operativa del Plan, donde podremos obtener más lecciones sobre la distancia entre Ley y acción estatal.
El trabajo, además, es valioso al realizar una revisión de textos teóricos vinculados a la política de población, su historia en el Perú contemporáneo y al reflexionar sobre la importancia del tema en un país en el que no se ha atendido en la medida que corresponde. En relación al punto anterior, Berrios nos muestra que una lección relevante que habría que extraer del caso de estudio es que darle trascendencia al tema a nivel nacional es solo el primer paso para darle «real» importancia: sin un aterrizaje claro en el territorio, sea a través de agencias del Poder Ejecutivo o Gobiernos locales, estas políticas pueden quedarse en el papel.
Y, como no podía ser de otra manera por el tema de su maestría, el texto también nos deja lecciones desde y para la ciencia política. El estudio del Estado y de la política pública, tanto en sus etapas de diseño, adopción e implementación, es esencial para entender el poder en un país. ¿Quiénes participan? ¿Qué capacidades tienen los actores estatales y de la sociedad para avanzar sus agendas e intereses? ¿Qué límites encontramos en la implementación de estas políticas? ¿A quiénes terminan beneficiando, más allá de lo que digan los textos de leyes o reglamentos? Esta dimensión del análisis político no ha recibido suficiente atención en el Perú, con una disciplina más enfocada en los partidos políticos o los movimientos sociales. Este estudio contribuye en esa dirección al mostrar la distancia entre funcionarios nacionales y regionales, así como el limitado interés político en impulsar el plan. Sin ese impulso y compromiso es difícil que avance.
Entonces, es un trabajo que resulta de interés para los especialistas en política y gestión pública, descentralización, estudios de población y, en general, para todo interesado en conocer más sobre el Estado y el poder en el Perú. Espero que otras investigaciones sigan informándonos sobre la política de las políticas públicas en Arequipa.
Lima, mayo de 2015.