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Las lenguas perdidas del Ecuador

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Cuando anticipé la publicación de los artículos acerca de las lenguas del Perú, mencioné que trataría el tema del “emporio lingüístico” que existe en nuestro país. Sin embargo, creo importante también mencionar algunas lenguas de países vecinos, pues, como muchos saben o han leído, compartimos miles de años de historia. El Tahuantinsuyo sirvió de nexo entre muchos pueblos y, gracias al mismo, a la llegada de los españoles, se encontraron muchas lenguas en contacto con la llamada “lengua del Inga”. A continuación presento algunas de las lenguas perdidas del Ecuador, las cuales, a falta de material lingüístico, no han podido ser estudiadas con mayor detalle y detenimiento. Valdría la pena que las futuras generaciones de lingüistas ecuatorianos apostasen por la investigación, para así tener un poco más de datos sobre estas lenguas que “piano piano” se están quedado arrimadas en la pila del olvido.

La clasificación siguiente está hecha en base a los apuntes de clase del curso de Lingüística Andina, dictado por el Dr. Rodolfo Cerrón Palomino, admirable profesor, a quien siempre se le agradecen sus críticas y comentarios.

Actualmente en las provincias de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Bolívar, Chimborazo, Cañar, Azuay y Loja se habla quechua. Allí es más conocido por el nombre de “Quichua”. Esta lengua pertenece al grupo quechua IIA, según la clasificación elaborada por antropólogo y lingüista, Alfredo Torero, en 1964.

Wikimedia Commons

En estas provincias era donde se asentaban los grupos étnicos pasto, cara, panzaleo, puruhuar, cañar y palta. Vale la pena mencionar en este apartado que todas estas lenguas, incluida la quichua, tienen el mismo valor. El estar muertas, haber sido habladas por pueblos “menores” o no contar con documentación no implica que las debamos dejar de lado; por el contrario, su investigación es necesaria, pues nos permitiría deslindar a futuro algunos asuntos aún misteriosos en el terreno de la lingüística andina.

Las lenguas fueron las siguientes:

1) La lengua de pastos y quillacinga (en parte de la provincia de Imbabura y en la provincia de Carchi).
-La traducción del catecismo de la fe católica a esta lengua, así como el Confesionario del III Concilio fue encargado a Francisco Jurez y a Alonso de Jerez para la lengua pasto (la de los opa-luna), y a Andrés Moreno de Zúñiga y Diego Bermúdez para la lengua quillacinga (‘los de nariz de hierro’).
Es interesante esto de “opa luna” y “quillacinga”, pues el primero en quechua hace alusión a un hombre bobo y, en el segundo caso, a una nariz de hierro.
-La terminación típica pastuza, para el caso de la toponimia y onomástica, es el elemento –es, como en Ipial-es, Pupial-es, Tucurr-es, Zacuaip-es, etc.

2) La lengua otavaleña o cara (en la provincia de Imbabura y Otavalo).
-Las terminaciones típicas de esta lengua eran los elementos “-quí”, como en Cochas-qui, Ambu-quí, Cula-quí, Tunta-quí, etc., así como “-buela”, como en Chimba-buela, Mulle-buela, Imba-buela, etc.

3) La lengua panzalea (fue hablada en las provincias de Pichincha y Cotopaxi)
-Cieza de León decía que “estos de panzaleo tenía otra lengua que las de Caranque y Otavalo” (Cieza de León, 1553).
-La teminación más común de esta lengua era el elemento “-sí”, como en Alao-sí, Alanga-sí, Longa-sí, etc.

4) La lengua puruhuá (hablada en las provincias de Chimborazo y Bolívar)
-Gabriel Minaya fue el encargado de traducir el Catecismo y el Confesionario.
-Las terminaciones típicas de esta lengua son “-ló”, “-lema” (en apellidos de la zona) y “-cela”, como en Tagua-ló, Tiha-ló, Mulahua-ló, Saqui-cela, Vaca-cela, Teni-cela, etc.

5) La lengua cañar (fue hablada en las provincias de Cañar y Azuay)
-Gabriel Minaya también fue el encargado de traducir el Catecismo y el Confesionario.
-Las terminaciones típicas en esta lengua son: “-deleg” ~ “-dilig”, como en Chor-deleg, Zhindi-lig, Quitig, Guapolon-deleg (la llanura que parece el cielo), etc.

Ecuador-Parque Nacional de Cajas-Wikimedia Commons

6) La lengua palta y malacata (habladas antiguamente en la provincia de Loja)
-Se sabía que diferían en algo; sin embargo, eran mutuamente inteligibles.
-Como decía el maestro Cerrón Palomino, quién sabe si de ahí viene el nombre de nuestra tan conocida palta.
-Jijón y Caamaño y el General Paz y Miño se ocuparon de estos temas lingüísticos; no obstante, ninguno de ellos había recibido la adecuada formación en lingüística comparativa, por lo que sus trabajos, en boca del profesor Cerrón, es de gente aficionada.

7) La lengua lampuna (hablada antiguamente en la isla de Puná)
-Una anécdota interesante es que en la isla de Puná murió el primer obispo del Perú, el obispo Valverde. Dícese que se lo comieron los indios de lampuna; de ahí se les conoce como los come-obispos. Empero, hay que tomar esta anécdota o mito con mucho cuidado, pues no podemos afirmar que sea del todo cierta. De lo contrario, se aceptan comentarios.

8) La lengua de Huancawilkas

Todas estas lenguas se están quedando en el olvido. Es necesario ya sacar la mochila, viajar por esos lares e intentar encontrar algún rastro de esas lenguas, ya sea en el quichua en forma de sustrato, en el español ecuatoriano de las respectivas zonas, o en los documentos coloniales. ¡Qué hermosa noticia sería el saber que uno de aquellos confesionarios que se dicen elaborados en aquellos tiempos fuese encontrado por algunos de nosotros en los próximos años! Nunca hay que perder aquella chispa de lingüistas entusiastas, la cual ha llevado a muchos de nuestros maestros a lograr grandes hazañas en nuestro terreno.

Espero que les haya gustado este aporte, basado en uno de mis resúmenes de clase. El próximo artículo versará sobre las lenguas de la costa norte peruana, en especial, en lo que toca a las lenguas tallana, olmos y sec. ¡Hasta pronto!

Luis Miguel Rojas Berscia

Bibliografía:

CERRÓN PALOMINO
2010 Curso de Lingüística Andina. Lima, PUCP Sigue leyendo

Un cambio

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Estimados lectores,

Mi blog antiguamente se llamaba TutmondaPordo, pues seguía una línea “esperantista”. Después de un esforzado y continuo análisis de aquel ideal y la comparación de la lengua esperanto con otras lenguas más alejadas del medio europeo, como las amerindias, he decido dejar el movimiento esperantista y ser simplemente, como lo he venido siendo todo este tiempo, un curioso estudiante de lingüística, cuyos artículos versarán sobre la diversidad lingüística en nuestro país, en el exterior, el esperanto visto desde una perspectiva lingüística y personal y, finalmente, algunas anécdotas mías en el aprendizaje de lenguas extranjeras.

Por supuesto, tratándose de mi pasión, continuaré escribiendo en otras lenguas para mostrar mis puntos de vista a personas que las hablan y, aunque a muchos no les guste, continuaré escribiendo mis acostumbrados artículos en esperanto. Hay que recordar que el esperanto fue un excelente intento de lengua internacional, sin dejar de lado, por supuesto, aquel bello ideal que trae de fondo. Es una pena que actualmente se haya transformado en el pasatiempo de personas a las que solo interesa usarlo para fines divertidos. Hay que recordar que quien verdaderamente se llama esperantista no es quien dice hablar solamente esperanto, sino quien lo aprendió porque reflexionó sobre los problemas actuales de comunicación internacional y que vio en el esperanto una posible solución a estos. No quiero que los esperantistas me tomen como enemigo. Sin duda, continuaré apoyando a muchos esperantistas amigos, pues, al fin y al cabo, a algunos aún nos une el mismo ideal.

Hice algunos comentarios algo subidos de tono, por lo que pido disculpas si ofendí a algún esperantista con los mismos. Solo presenté algo de indignación ante lo que veía en el mundo y traté de expresarme lo más sinceramente posible. No quiero que piensen que se trató simplemente de un lance soberbio y orgulloso a la(s) asociación(es), pues mi intención fue otra. Siempre hay que revisar constantemente lo que hacemos y, sobre todo, tratar de quitarnos de la cara aquel obstáculo que nos trae el fundamentalismo y el entusiamo. En cambio, no hay que quitarnos nunca aquel espíritu curioso que trae consigo nuestra alma humana; de lo contrario, nos convertimos en autómatas, dejamos de pensar y olvidamos la siempre importante autocrítica.

Espero que se comprendan mis nuevos ideales y opiniones. Un gran saludo. Ĝis revido!

Luis Miguel Rojas Berscia Sigue leyendo