Un cambio

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Estimados lectores,

Mi blog antiguamente se llamaba TutmondaPordo, pues seguía una línea “esperantista”. Después de un esforzado y continuo análisis de aquel ideal y la comparación de la lengua esperanto con otras lenguas más alejadas del medio europeo, como las amerindias, he decido dejar el movimiento esperantista y ser simplemente, como lo he venido siendo todo este tiempo, un curioso estudiante de lingüística, cuyos artículos versarán sobre la diversidad lingüística en nuestro país, en el exterior, el esperanto visto desde una perspectiva lingüística y personal y, finalmente, algunas anécdotas mías en el aprendizaje de lenguas extranjeras.

Por supuesto, tratándose de mi pasión, continuaré escribiendo en otras lenguas para mostrar mis puntos de vista a personas que las hablan y, aunque a muchos no les guste, continuaré escribiendo mis acostumbrados artículos en esperanto. Hay que recordar que el esperanto fue un excelente intento de lengua internacional, sin dejar de lado, por supuesto, aquel bello ideal que trae de fondo. Es una pena que actualmente se haya transformado en el pasatiempo de personas a las que solo interesa usarlo para fines divertidos. Hay que recordar que quien verdaderamente se llama esperantista no es quien dice hablar solamente esperanto, sino quien lo aprendió porque reflexionó sobre los problemas actuales de comunicación internacional y que vio en el esperanto una posible solución a estos. No quiero que los esperantistas me tomen como enemigo. Sin duda, continuaré apoyando a muchos esperantistas amigos, pues, al fin y al cabo, a algunos aún nos une el mismo ideal.

Hice algunos comentarios algo subidos de tono, por lo que pido disculpas si ofendí a algún esperantista con los mismos. Solo presenté algo de indignación ante lo que veía en el mundo y traté de expresarme lo más sinceramente posible. No quiero que piensen que se trató simplemente de un lance soberbio y orgulloso a la(s) asociación(es), pues mi intención fue otra. Siempre hay que revisar constantemente lo que hacemos y, sobre todo, tratar de quitarnos de la cara aquel obstáculo que nos trae el fundamentalismo y el entusiamo. En cambio, no hay que quitarnos nunca aquel espíritu curioso que trae consigo nuestra alma humana; de lo contrario, nos convertimos en autómatas, dejamos de pensar y olvidamos la siempre importante autocrítica.

Espero que se comprendan mis nuevos ideales y opiniones. Un gran saludo. Ĝis revido!

Luis Miguel Rojas Berscia

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Un pensamiento en “Un cambio

  1. Robram

    Es natural que a la luz de nuevos conocimientos cambiemos nuestra manera de pensar. Esto no es una traición; por el contrario, justamente por la fidelidad a ese yo-curioso que busca conocer más y más es que no cerramos las puertas al conocimiento y, si es necesario, incluso repensamos conclusiones a las que habíamos llegado y, convencidos por nuevos argumentos, nos decantamos por otras maneras de ver el mundo.

    Eso sí, la soberbia puede llevarnos a creer que lo sabemos todo. En ese momento debemos recordar, como diría el gran maestro Jorge Iván, que todo es una hipótesis, y, por tanto, debemos saber escuchar a los demás. El comprender cómo piensa el resto nos permite ponernos en su lugar, y sentir como tal.

    Tómalo con calma y buen humor

    Saludos,

    Robram

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