“ET LUX IN TENEBRIS LUCET”
¿Sabes de dónde proviene el lema de la PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ -PUCP?
De la BIBLIA, para ser exactos del Evangelio según San Juan 1,1-18.
Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba al principio en Dios. Todas las cosas fueron hechas por Él, y sin Él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz luce en las tinieblas, pero las tinieblas no la acogieron. Hubo un hombre enviado de Dios, de nombre Juan. Vino éste a dar testimonio de la luz, para testificar de ella y que todos creyeran por él. No era él la luz, sino que vino a dar testimonio de la luz. Era la luz verdadera que, viniendo a este mundo, ilumina a todo hombre. Estaba en el mundo y por Él fue hecho el mundo, pero el mundo no le conoció. Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron. Más a cuantos le recibieron dióles el poder de venir a ser hijos de Dios, a aquellos que creen en su nombre; que no de la sangre, ni de la voluntad carnal, ni de la voluntad de varón, sino de Dios, son nacidos.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de Él clamando: Éste es de quien os dije “El que viene detrás de mí ha pasado delante de mí, porque era primero que yo.” Pues de su plenitud recibimos todos gracia sobre gracia. Porque la Ley fue dada por Moisés, la gracia y la verdad vino por Jesucristo. A Dios nadie le vió jamás; Dios unigénito, que está en el seno del Padre, ése le ha dado a conocer.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de Él clamando: Éste es de quien os dije “El que viene detrás de mí ha pasado delante de mí, porque era primero que yo.” Pues de su plenitud recibimos todos gracia sobre gracia. Porque la Ley fue dada por Moisés, la gracia y la verdad vino por Jesucristo. A Dios nadie le vió jamás; Dios unigénito, que está en el seno del Padre, ése le ha dado a conocer.
Ahora en latín, como se rezaba en la Iglesia Católica primitiva de los primeros siglos y hasta 1965, y como seguimos haciendo los católicos que guardamos la tradición.
In principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum. Hoc erat in princípio apud Deum. Omnia per ipsum facta sunt: et sine ipso factum est nihil, quod factum est: In ipso vita erat, et vita erat lux hóminum: et lux in ténebris lucet, et ténebrae ean non comprehendérunt. Fuit homo missus a Deo, cui nomen erat Joánnes. Hic venit in testimónium, ut testimónium perhibéret de lúmine, ut omnes créderent per illum. Non erat ille lux, sed ut testimónium perhibéret de lúmine. Erat lux vera, quae illúminat omnem hóminem veniéntem in hunc mundum. In mundo erat, et mundus per ipsum factus est, et mundus eum non cognóvit. In propia venit, et sui eum non recepérunt. Quotquot autem recepérunt eum, dedit eis potestátem fílios Dei fieri, his, qui credunt in nómine ejus: qui non ex sanguínibus, neque ex voluntáte carnis, neque ex voluntáte viri, sed ex Deo nati sunt.
ET VERBUM CARO FACTUM EST et habitávit in nobis: et vídimus glóriam ejus, glóriam quasi Unigéniti a Patre, plenum grátiae et veritátis.
ET VERBUM CARO FACTUM EST et habitávit in nobis: et vídimus glóriam ejus, glóriam quasi Unigéniti a Patre, plenum grátiae et veritátis.
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