Archivo de la categoría: Cuaresma

Es un tiempo de penitencia, en el cual la Iglesia presenta a nuestra consideración los sufrimientos que Jesús padeció para redimirnos de la esclavitud del pecado.
Hay que guardar en este tiempo los ayunos y abstinencias que prescribe la Iglesia.
El tiempo de Pasión abarca las dos últimas semanas de la Cuaresma, en las cuales celebramos el Domingo de Ramos y la Semana Santa. La fiesta de San José es celebrada en este tiempo.

Miércoles de Ceniza

MIÉRCOLES DE CENIZA

Hoy en día los católicos -de los que asisten a misa- desconocen el verdadero sentido del Miércoles de Ceniza y de la Cuaresma, y por este desconocimiento no lo viven y por ello no reciben la Gracia de una sincera conversión, que es precisamente la idea de esta época.

El miércoles de ceniza es el inicio de la solemne apertura del ayuno cuaresmal, ayuno que es un tiempo de expiación de los pecados previo a la celebración de la Semana Santa y los misterios de la Redención del Hombre.

El ayuno cuaresmal al que da inicio el miércoles de ceniza es lo que los católicos conocemos como Cuaresma, la cual ha sido instituida por la Iglesia para recordarnos la necesidad de la penitencia en nuestra vida, imitando el ayuno de cuarenta de días de Jesús en el desierto y poder así obtener de Dios la Gracia de una verdadera conversión antes de comenzar a celebrar la Pascua, cuya celebración también nos tiene aseguradas una incontable cantidad de Gracias para nuestro crecimiento espiritual y santidad.

miercoles de ceniza cuaresma krouillong guia para una buena confesion

¿De dónde se obtienen las cenizas?

Si tú conservas tus Palmas de Semana Santa del año pasado, no las deseches, debes averiguar en tu Parroquia cuando será la quema de palmas -generalmente es dos semanas antes del miércoles de ceniza- e ir y donar al párroco tus palmas para la quema de cenizas. Si puedes hacer la labor de recolectar en tu vecindario o escuelas las palmas de sus hogares mejor, ya que cada año se realiza la quema de cenizas para este fin.

krouillong alma en gracia en pecado mortal en pecado venial

Stipendia peccati mors

El miércoles de ceniza es fiesta de precepto y hay que asistir a la Santa Misa obligatoriamente, pero más que asistir por cumplir hay que asistir sabiendo que ese día es el comienzo de cuarenta días en los cuales harás un examen de conciencia riguroso para, ayudado por el ayuno y la penitencia, lograr hacer una sincera confesión de vida para obtener la Gracia de una verdadera conversión.

En este día escucharás al sacerdote decir las palabras: “Acuérdate que polvo eres y al polvo volverás”  (Génesis 3. 19), frase que nos recuerda la sentencia pronunciada por Dios a Adán en el Paraíso. Y es que la muerte que nosotros conocemos hoy en día es fruto del pecado (Romanos 6. 23), así como nos explica San Pablo  “Así, pues, como por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos habían pecado”  (Romanos 5.12).

Pero las Sagradas Escrituras no sólo no explican la razón de nuestro pesar, también nos anuncian la posibilidad de encontrar el remedio, pues en Su Hijo encarnado, muerto y resucitado, Dios vuelve a abrir el Cielo a los hombres.

peregrinacion de rodillas guadalupe krouillong comunion en la mano

La Cuaresma es Tradición

Todo el simbolismo que vemos en la celebración de la Santa Misa tiene sus raíces en la tradición de la Iglesia primitiva quienes practicaban la penitencia y el ayuno en esta época del año, para luego ir a confesar sus pecados, y preparase de manera digna y llegar en estado de Gracia a la celebración de la Pascua. Por ello San Agustín nos enseña: “¿Quieres que tu oración vuele hasta Dios? Pues ponle las dos alas del ayuno y la limosna”.

Y es que la manera de vivir la Cuaresma para el cristiano incluye necesariamente el sacrificio: sacrificio que te permitirá dominar el cuerpo y fortalecer el espíritu, sacrificio que te ayudará a dejar los vicios y los malos hábitos que entorpecen tu camino de santidad, sacrificio que te encaminará a una vida de mayor oración y menos cosas mundanas, sacrificio que pocos católicos están dispuestos a hacer hoy en día pues no quieren abandonar aquello que les ata al mundo y que tanto disfrutan, sacrificio que -bien hecho- se resume en Ayuno y Penitencia.

¿Por qué la Santísima Virgen nos repite en todas sus apariciones marianas que debemos hacer: Oración, Reparación y Penitencia? Porque el mundo está sumido en el pecado, porque con la oración equilibraremos en la balanza de la Justicia Divina el peso del bien contra el peso del mal, porque con la reparación nosotros mismos estamos reparando el daño causado con nuestros pecados y con ello acortamos nuestra estancia en el Purgatorio, porque con la penitencia es que ponemos en práctica la reparación las consecuencias de nuestros propios pecados y también los del mundo entero.

El Ayuno

Como nos dice el Sacerdote Exorcista José Antonio Fortea en su Blog: “El ayuno tiene indudables efectos espirituales. Uno de ellos es que llena al alma de gusto por las cosas del Reino de los Cielos. Con una medida tan simple, es siempre sorprendente como el espíritu se fortalece.”

Y a su vez -con tres sencillas ideas- el Padre Fortea nos recomienda tres clases de ayuno.

  1. El ayuno eclesiástico: Es el de el Miércoles de Ceniza o el Viernes Santo. Consiste en hacer una sola comida normal en el día, y una frugal colación a la hora del desayuno y de la cena. Por ejemplo, una fruta, o un poco de pan, o un yogur.
  2. El ayuno a pan: Consiste en hacer tres comidas al día, pero sólo a pan y agua.
  3. El ayuno de la cena: Consiste en irse a la cama sin cenar. Este ayuno se puede hacer dos o tres veces a la semana. Pudiéndose tomar una fruta a la hora de la cena si se desea. Otras personas pueden preferir el ir al trabajo sin desayunar. Muchos os dirán que ir sin desayunar es una locura: que no se rinde, que después comes más, etc. pero en las iglesias orientales ésta es una práctica común.

Verán que hacer ayuno en los cuarenta días de Cuaresma no es cosa para morirse, todo está en saber escoger el más adecuado para cada uno.

Yo también tengo un ayuno para recomendarles, y es que pueden escoger una hora en la que ustedes hagan una oración diaria (las 12 pm, la 1 pm, las 2 pm, las 3 pm) y desde que se levantan no comer nada hasta esa hora, solo mucha agua, y almorzar inmediatamente después de terminar su oración diaria.

Personalmente escogí las 3 pm, hora en que rezo la Divina Misericordia, y en los días en que ayuno, desde que me levanto hasta las 3 pm solo bebo mucha agua, y solo luego de terminar la oración debida, recién ahí almuerzo.

La Reparación

La reparación es tan impopular en nuestros días, que como no se habla de ella tampoco se practica. Si conocieran la importancia que tiene el hacer reparación para sus almas sería cosa de todos los días el hacerla.

Reparación es el acto o hecho de hacer enmienda, implica la intención de restaurar las cosas a su condición de normalidad y pureza, a cómo estaban antes de que algo malo fuese hecho; es decir, que toda acción tiene consecuencias, y ante la comisión de un pecado existen consecuencias también como la ofensa hecha a Dios, la mancha o muerte para tu alma y el daño causado al prójimo o a la Iglesia.

Con respecto a Dios, reparación significa recompensar con mayor amor por el fracaso en el amor a causa del pecado; significa restaurar lo que fue injustamente tomado y compensar con generosidad por el egoísmo que causó la injuria.

Como verás, la confesión de tus pecados no basta, debes reparar el daño causado.

Si las almas pecadoras que obtuvieron de Dios la Gracia de la salvación y por ella fueron a parar al Purgatorio hubieran hecho reparación de sus pecados, el tiempo de su Purgatorio se habría acortado, pues habrían tenido menos deudas ante Dios, por esto decimos en el Padrenuestro “y perdónanos nuestras deudas” para recordarnos las deudas que tenemos ante Dios.

A las cinco últimas generaciones se les ha enseñado a rezar diciendo “y perdónanos nuestras ofensas”, sin embargo, esta idea es incompleta y saca de la mente la idea de reparación para quien no la conoce, pues la ofensa hecha a Dios, Dios te la perdona si le pides perdón en la Confesión, pero la deuda contraída porque tú pecaste no se te perdona con la Confesión, sino con la reparación del pecado cometido.

Para quien no lo entienda es así: si robaste, entonces devuelves lo robado; si difamaste, entonces limpias la honra mancillada; si mentiste, entonces aclaras la verdad; y esto debe hacerse en la misma medida en que se hizo el daño, por ejemplo: si difamaste a alguien por internet, lo correcto es que uses el mismo medio para aclarar la verdad, pues debes pensar en la cantidad de personas a las que llegó el daño y que probablemente hiciste pecar.

Si por alguna razón justificada no está en tus posibilidades el poder hacer reparación, puedes ofrecer tus oraciones, la Santa Misa y horas de adoración eucarística por esa persona a la que hiciste el daño. Si está dentro de tus posibilidades el ofrecer disculpas a esa persona que ofendiste o dañaste estás obligado a hacerlo y además a repararle el daño causado. Esto es reparación y para lograrla hay que poner en práctica la penitencia.

La Penitencia

Para darnos una idea de las consecuencias del pecado, San Felipe Neri nos deja el ejemplo de una penitencia un poco rara.

San Felipe Neri era un santo con gran sentido común. Trataba a sus penitentes de una manera muy práctica, para que se les grabe en sus conciencias el daño que causaba el pecado y así dejaran de pecar.

Una señora tenía la costumbre de irse a confesar donde él y casi siempre tenía el mismo cuento que decir: el de calumniar a sus vecinos.

Por ello, san Felipe, le dijo: “De penitencia vas a ir al mercado, compras un pollo y me lo traes a mí. Pero de regreso lo vas desplumando, arrojando las plumas en las calles conforme caminas”. 

La señora pensó que ésta era una penitencia rara, pero deseando recibir la absolución, hizo conforme se le había indicado y por fin regresó donde San Felipe Neri. “Bueno, Padre, he completado mi penitencia” le dijo y le mostró el pollo desplumado.

“Oh, de ningún modo la has completado”le dijo el santo. “Ahora regresarás al mercado y en el camino recoges todas las plumas y las pones en una bolsa. Entonces regresas donde mí con la bolsa”.

¡Pero eso es imposible!lloró la señora–, ¡esas plumas deben de estar ahora por toda la ciudad!. 

“Es ciertoreplicó el santo–, pero tienes aún menor oportunidad de recoger todas las calumnias que has dicho sobre tus vecinos”.

Como verán, a los sacerdotes santos les importa tu santidad, no les basta que reces un Padrenuestro, tres Avemaría y un Yo Pecador, quieren que se te grabe en la mente que pecar es malo para tu alma y que tiene consecuencias en el mundo natural y también en el mundo sobrenatural. 

Repito que la sola confesión de los pecados no basta, hay que hacer reparación y para lograrlo hay que poner en práctica la penitencia, la que tú creas que puedes hacer bien, pero hacerla al final de cuentas y ofrecerla como reparación de tus pecados a Dios.

Una de las razones por las que los católicos hoy en día no hacen penitencia es porque afirman que los métodos de penitencia que conocemos de los santos o de los religiosos de siglos pasados son extremos, como el uso del cilicio (usado por muchos entre ellos Santa Catalina de Siena), cadenas en la cintura sujetas muy apretadas con un candado (cuya llave Santa Rosa de Lima tiró al pozo de su casa para que sus padres no le quiten la cadena), una corona de clavos que presionaba constantemente la cien, latigazos en la espalda (puestos en práctica por muchos entre ellos Santa Teresa de Jesús y San Juan María Vianney), poner chapitas o piedritas dentro de los zapatos (sin dejar que otros vean el dolor que les causaban), dormir en el suelo (puesto en práctica por muchos incluyendo a San Francisco de Asís, que no lo hacía por pobre) y también están las llamadas Disciplinas Externas de San Francisco de Sales y las Penitencias Externas de San Ignacio de Loyola.

Ten presente que estas prácticas eran severas maneras de causar dolor al cuerpo porque el espíritu estaba siendo tentando; pero claro, a ti no te hace falta imitarlas porque a ti no se te aparece ni te tienta salvajemente Satanás, como sí les sucedía a ellos, y claro que siendo ellos santos tenían mucho que perder, por ello, no es necesario que imites estas prácticas si no lo deseas, ya que puedes hacer Penitencia de muchas formas comenzando por cosas muy sencillas que aquí te recomendamos:

  • Escoge la actividad en tu hogar que no te gusta hacer, a mi por ejemplo no me gusta planchar, pero quizás a ti no te guste hacer la cama, lavar los platos, aspirar la casa, limpiar los baños, etc.; pues bien, la próxima vez que tu mamá o tu abuela necesiten ayuda en la casa ofrécete a hacer eso que no te gusta, pero debes hacerlo bien y con amor, y debes ofrecer eso que vas a hacer a Dios como penitencia. Si la actividad te lo permite y estas a solas, puedes rezar mentalmente una oración mientras la haces o cantar canciones de alabanzas a Dios. La idea es mantener la mente con pensamientos santos para que puedas superar esa tarea que te disgusta y puedas hacerla con amor para que tu ofrecimiento tenga valor ante Dios.
  • Si un día estás muy cansado y solo quieres echarte en tu cama suavecita a dormir, puedes poner la frazada o sleeping en el suelo y acostarte ahí, sin almohadas, de espaldas al suelo, hasta que te duermas, pero debes hacerlo bien y con amor, y debes ofrecerlo a Dios como penitencia. Ten presente que sólo sentirás un poco de incomodidad, pero considerando que cambias tu cama por el suelo estando tan cansado, ese ofrecimiento tendrá mucho valor para Dios.
  • Si observas bien, cada día hay una comida o postre que te encanta y que comes casi a diario, puede ser el café de las mañanas (sin el cual sientes que te mueres), puede ser que te encanta el arroz, las carnes o los chocolates, todos tenemos un gustito que no podemos resistir. Pues bien, dado que te gusta tanto, la idea es que no lo comas en un tiempo determinado, pero debes hacerlo bien y con amor, y debes ofrecerlo a Dios como penitencia. Puedes escoger una semana, un mes, o los cuarenta días de Cuaresma y le ofreces a Dios que durante este tiempo no lo vas a comer, pero ten en cuenta que es ¡lo que más te gusta en el mundo! y debes cumplirlo, verás que al terminar habrás dominado mucho tus impulsos y ese ofrecimiento tendrá mucho valor para Dios.
  • También existen los defectos, los vicios y los malos hábitos adquiridos, muchos saltan a la vista pero otros sólo tú te los conoces, pues escoge el peor que te encuentres y cógelo del pescuezo listo para deshacerte de él. Cuando lo tengas bien identificado, ponte un tiempo de prueba en el cual vas a dejar de hacerlo (una semana, quince días, un mes) y ofrécele a Dios el no hacerlo durante este tiempo, pero debes hacerlo bien y con amor, y debes ofrecerlo a Dios como penitencia. Deberás estar muy vigilante para no volverlo a cometer durante el tiempo que hayas escogido, pero al terminar ese tiempo, que puede ser corto o largo, verás que lo habrás dominado -y no él a ti- y ese ofrecimiento tendrá mucho valor ante los ojos de Dios.
  • Otra forma de hacer penitencia es para muchos hacer el Camino de Santiago Apóstol, un trayecto de 760 kms a pie, en el que los penitentes van en oración por terrenos y climas nada fáciles de sobrellevar, cargando sus mochilas, hospedándose en diferentes ciudades durante el trayecto hasta llegar a Santiago de Compostela, pero debes hacerlo bien y con amor, y debes ofrecerlo a Dios como penitencia, y al terminarlo tendrás la gran recompensa al ingresar a la Catedral de Santiago de Compostela de recibir ahí la confesión y participar de la Santa Misa, celebrada de manera muy tradicional con el enorme incensario ya mundialmente conocido. Este camino atrae hoy en día a muchos turistas que incluso lo hacen en bicicleta, pero es y siempre ha sido una manera de hacer penitencia para los que han sabido aprovecharlo.
  • Si vas a visitar un Santuario por una promesa que hiciste a Dios, a la Virgen o a algún Santo, puedes ingresar de rodillas al Santuario, pero recuerda que la idea es hacerlo de manera seria y rezando durante todo el trayecto, y debes hacerlo bien y con amor, y ofrecerlo a Dios como penitencia. Te aseguro que hacerlo no es fácil, pues deberás superar muchos miedos y vergüenzas, además de los comentarios maliciosos de quienes no comprenden lo que haces, pero por tener este grado de dificultad es que ese ofrecimiento tendrá mucho valor ante los ojos de Dios. Para aquellos que vean a alguien haciendo un ofrecimiento de este tipo les sugiero cerrar la boca y no servir de boca a los demonios, pues pueden truncar una reparación que esa persona estaba haciendo a Dios y asumir ustedes las consecuencias de ello, la cual verán el día de su Juicio personal ante Dios.
  • En la Procesión del Señor de los Milagros que se realiza todos los meses de Octubre en la ciudad de Lima, Perú, yo he visto a muchos fieles acompañar al Cristo de Pachacamilla sin zapatos, totalmente descalzos. Esta es una manera muy común y nada fácil de hacer penitencia, pues el trayecto de la procesión es bastante largo y dura horas, bajo el sol que calienta la pista, que a su vez no es del todo lisa, y los penitentes le acompañan orando y cantando descalzos desde su salida del Templo de Las Nazarenas hasta la Iglesia donde pernoctará hasta la procesión del día siguiente. Si te animas recuerda que debes hacerlo bien y con amor, y ofrecerlo a Dios como penitencia.

¿Sabías que la Reina Isabel la Católica pidió a Dios que si su esposo el Rey Fernando el Católico regresaba vivo de la batalla dada en Toro ella caminaría descalza desde el puente medieval de la ciudad hasta llegar al Convento de los Dominicos? Pues es un hecho histórico y tras la victoria de Toro, la Reina Isabel, descalza y vestida con una sencilla túnica, acompañada de su esposo el Rey Fernando y séquito, salió en procesión cruzando el puente medieval que aún se conserva en Toro, hasta llegar al Convento de los Dominicos. ¡Y lo hizo en época de nieve y frío! pero así son las penitencias, son un asunto entre la criatura y Dios, y nada ni nadie se interponen.

Lo bueno es que estas pequeñas formas que hemos compartido de practicar la penitencia las puedes hacer en cualquier época del año, no solamente durante la Cuaresma, y puedes volverlas a comenzar cuando te sientas preparado para ello.

Como te decía líneas arriba, la Santísima Virgen nos pide Oración, Reparación y Penitencia, las cuales puedes ofrecer en reparación por tus pecados y también por los del mundo entero. Los Santos que hoy están en los altares sabían que era muy necesario interceder y reparar las ofensas y sacrilegios que tanto ofenden al Señor.

La práctica hace al Santo

La penitencia o mortificación es una práctica olvidada también por muchos sacerdotes, que si las practicaran, aunque sea las sencillas, serian sacerdotes santos.

El Santo Cura de Ars, al escuchar a un sacerdote quejarse de la poca afluencia de feligreses a su Iglesia le dijo: “¿Ha predicado usted? ¿Ha orado? ¿Ha ayunado? ¿Ha tomado disciplinas? ¿Ha dormido sobre duro? Mientras usted no se decida a esto, no tiene derecho a quejarse”.

Y es que el ayuno, la reparación, la penitencia y también la oración tienen sus frutos, si los quieres ver ponlos en práctica, y recuerda que es “creer para ver” y no al revés.

Que Dios les conceda a todo en esta Cuaresma la Gracia de una sincera confesión y una verdadera conversión.

Karla Rouillon Gallangos.

Googlea “krouillong” y encuéntranos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Google Plus, Sideshare, Youtube, Gloria.tv, Ivoox, Soundcloud, Pinterest y May Feelings.

 

Y recuerda que los demonios son RESPONSABLES del pecado en el mundo, pero tú eres CULPABLE por no haber resistido la tentación y por ofender a Dios con el pecado. ¡Confiésate bien!

Para hacer una buena confesión ayúdate con tu GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN, con la cual revisarás los Mandamientos de Dios y de la Iglesia y verás en cuáles has ofendido tú a Dios con el pecado.

Descárgala aquí en PDF: GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN

Ingresa al Facebook: GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN

Oracion para entronizar las Palmas Benditas en el Hogar

krouillong karla rouillon gallangos no recibas la euaristia en la mano oracion palmas benditas domingo de ramos en el hogar yo no recibo la eucaristia en la mano no recibas la eucaristia en la mnao comunion en la mano no recibas a jesus en la mano palmas de olivo domingo de ramos miercoles de ceniza

ORACIÓN PARA ENTRONIZAR LAS PALMAS BENDITAS EN EL HOGAR

Bendice Señor nuestro hogar.

Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.

Por tu intercesión danos paz, amor y respeto,

para que respetándonos y amándonos

los sepamos honrar en nuestra vida familiar,

sé tú, el Rey en nuestro hogar.

Amén.

Fuente: Facebook Caballeros de la Virgen (Oficial) – Heraldos del Evangelio

¿Sabías que las Cenizas del Miércoles de Cenizas resultan de la quema de las Palmas Benditas del año pasado?

Conserva la tuya durante un año y una semana antes del próximo Miércoles de Ceniza, consulta en tu Parroquia cuándo será la quema de palmas benditas y obsequia la tuya. Si puedes ayudar a recolectar las Palmas Benditas de tu vecindario o en tu colegio mejor, así cooperarás con tu Iglesia para este fin y no faltarán cenizas para el inicio de la próxima Cuaresma.

 

miercoles de cenizas quema de cenizas krouillong karla rouillon gallangos no recibas la eucaristia en la mano yo no recibo la eucaristia en la mano comunion en la mano no recibas a jesus en la mano

 

Más información sobre el MIÉRCOLES DE CENIZA

Más sobre la QUEMA DE CENIZAS PARA EL MIÉRCOLES DE CENIZA

La Iglesia y el Ayuno

La Iglesia y el Ayuno

la iglesia y el ayuno krouillong karla rouillon gallangos no recibas la eucaristia en la mano yo no recibo la eucaristia en la mano comunion en la mano el ayuno en la biblia pasajes biblicos sobre el ayuno

Fuente: ENCUENTRA.COM

Entérate de lo que dicen las Sagradas Escrituras y los Padres de la Iglesia sobre el ayuno, la penitencia y la abstinencia.

Citas de la Sagrada Escritura

En señal de luto y de tristeza: Jue 20,26; I Sam31, 13;Jer41,2;52, 12; Zac 7, 2-5; 8, 9.

Penitencia unida a la oración para obtener la misericordia de Dios: Lev 19, 29; Num 30, 14-26; Tob 12, 8; 1 Mac 2, 47; 2 Mac 13, 12.

Día del ayuno: Lev 16, 29.

Cómo se ha de ayunar: Is 58, 3-7; Jer 14, 12.images

De Nuestro Señor en el desierto: Mt 4, 1-2; Mc 1, 12-13; Lc 4, 1-13.

Nuestro ayuno debe ser humilde; si no, pierde todo el mérito: Mt 6, 16-18; Lc 18, 11-14.

Ayuno y oración para obtener de Dios el poder de arrojar a los demonios: Mt 17, 20; Mc 9, 28.

El ayuno de los hipócritas: Mt 6, 16-18; Lc 18, 9-14.

Ayuno de Saulo después de su conversión: Hech 9, 9-19.

Bienes espirituales del ayuno

Antes de la imposición de las manos a Saulo y Bernabé: Hech 13, 2-3.

De Pablo y Bernabe antes de la ordenación de los sacerdotes: Hech 16, 22.

Los ayunos frecuentes de San Pablo: 2 Cor 11, 27.

San Pablo recomienda a todos la templanza, en especial a los que habían de ser ordenados ministros: 1 Tes 5,6;2Tim4,5; Tit1,7;2, 2-3.

Nuestro Señor defiende a sus discípulos de las acusaciones que les hacían porque no ayunaban: Mt 9, 14-15; Mc 2, 18-20; Lc 5, 3335.

Dispone para recibir las gracias del Señor: Lc 2, 37-38.

Los ministros de Dios y el ayuno: 2 Cor 6, 4-8.

Para someter nuestro cuerpo: I Cor 9, 27.

Sobre los bienes espirituales del ayuno

El ayuno fortifica el espíritu, mortificando la carne y su sensualidad; eleva el alma a Dios; abate la concupiscencia, dando fuerzas para vencer y amortiguar sus pasiones, y dispone el corazón para que no busque otra cosa distinta de agradar a Dios en todo (SAN FRANCISCO DE SALES, Sermón sobre el ayuno).

El ayuno purifica el alma, eleva el espiritu, sujeta la carne al espIritu, da al corazón contrición y humildad, disipa las tinieblas de la concupiscencia, aplaca los ardores del placer y enciende la luz de la castidad (SAN AGUSTIN, Sermón 73).

El cristiano tiene libertad para ayunar en cualquier tiempo, no por superstición, sino por virtud. ¿De qué modo, sin embargo, puéden g-uardar los cristianos la castidad si no cuidan la continencia en estas cosas? ¿Cómo pueden estudiar las Escrituras y buscar la ciencia y la sabiduría? ¿No es, acaso, gracias a la continencia del vientre y de la boca, regulando la comida y la bebida por la abstinencia y el ayuno? Esta es la razón del ayuno cristiano. Hay también otra razón de carácter religioso, muy alabada desde el tiempo de los Apóstoles: «Bienaventurado quien ayuna para ayudar a los pobres». Este ayuno es verdadero, digno y grato a los ojos de Dios (ORIGENES, Homilía 10).

Tres cosas hay, hermanos, por las que se mantiene la fe, se conserva firme la devoción, persevera la virtud. Estas tres cosas son la oración, el ayuno y la misericordia. Lo que pide la oración, lo alcanza el ayuno y lo recibe la misericordia. Oración, misericordia y ayuno: tres cosas que son una sola, que se vivifican una a otra (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 43).

Ayuno y caridad

El ayuno no da fruto si no es regado por la misericordia, se 468 seca sin este riego; lo que es la lluvia para la tierra, esto es la misericordia para el ayuno (SAN PEDRO CRISÓLOGO, Sermón, 43).

Ayuno, Soporte de la oración

Todos los que han querido rogar por alguna necesidad, 469 han unido siempre el ayuno (la penitencia) a la oración, porque el ayuno es el soporte de la oración (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, val. I, p. 377).

Cualidades

La penitencia del tiempo cuaresmal no debe ser sólo interna e individual, sino también externa y social. Foméntese la práctica penitencial de acuerdo con las posibilidades de nuestro tiempo y de los diversos países y condiciones de los fieles […].

Sin embargo, téngase como sagrado el ayuno pascual; ha de celebrarse en todas partes el viernes de la pasión y muerte del Señor y ano extenderse, según las circunstancias, al sábado santo, para que de este modo se llegue al gozo del domingo de Resurrección con elevación y apertura de espiritu (CONC. VAT. 11, Const. Sacrosanctum Concilium, 110).

Decía (un santo varón a quien él conoció) que et monje debería darse al ayuno como si tuviera que vivir cien años. Que deberia frenar las pasiones de su alma, olvidar las injurias, ahuyentar la tristeza y menospreciar el dolor y la desazón, como si tuviera que morir cada día (CASIANO, Instituciones, 5, 41)

(Cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu cara…). Aquí se habla de la costumbre que existía en Palestina de ungirse la cabeza los dias de fiesta, y mandó el Señor que cuando ayunemos nos manifestemos contentos y alegres (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, val 1, p. 380).

Los ayunos agradables a Dios son: no hagas mal y sirve al Señor con corazan limpio; guarda sus mandamientos siguiendo sus preceptos y no permitas que ninguna concupiscencia del mal penetre en tu corazón […]. Si esto haces, tu ayuno será grato en la presencia de Dios (Pastor de Hermas)

Ayunen los ojos de toda mirada curiosa… Ayunen los oídos, no atendiendo a las palabras vanas y a cuanto no sea necesario para la salud del alma… Ayune la lengua de la difamación y la murmuración, de las palabras vanas, inútiles… Ayune la mano de estar ociosa y de todas las obras que no sean mandadas. Pero ayune mucho más el alma misma de los vicios y pecados, y de imponer la propia voluntad y juicio. Pues, sin este ayuno, todos los demás son reprobados por Dios (SAN BERNARDO, Sermón en el comienzo del ayuno).

Ha de consistir mucho más en la privación de nuestros vicios que en la de los alimentos (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 6 sobre la Cuaresma, 1).

El ayuno significa un dominio sobre nosotros mismos; significa ser exigentes en las relaciones con nosotros mismos; estar prontos a renunciar a las cosas, y no sólo a los manjares, sino también a goces y placeres diversos (JUAN PABLO 11, Hom. 28-11-1979).

Penitencia muy grata al Señor

El ayuno riguroso es penitencia gratísima a Dios.—Pero, entre unos y otros, hemos abierto la mano. No importa—al contrario—que tú, con la aprobación de tu Director, lo practiques frecuentemente (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 231).

Ayuno: abstinencia.- “El ayuno cura nuestras enfermedades, deseca los humores superfluos de nuestros cuerpos, pone en fuga los demonios, arroja los malos pensamientos, purifica el espíritu, limpia el corazón, santifica el cuerpo, eleva los hombres hasta el trono de Dios. Por último, el ayuno es el alimento de los Angeles, y el que le practica, se puede considerar como en el orden de aquellos bienaventurados espíritus. (S. Atanasio, de Sanctiss. Deipara, sent. 5, Tric. T. 2, p. 172.)”

“Si el demonio os impele a practicar austeridades tan excesivas que altere vuestra salud, y que vuestro cuerpo se inutilice, y sea incapaz de todos los ejercicios, no sigáis su instigación, antes bien, moderad vuestros ayunos. (S. Atanasio, ibid., sent. 6, Tric. T. 2, p. 172 y 173.)”

“Ayunamos y nos abstenemos del vino y de la carne, no por horror, como si fueran cosas malas, sino porque esperamos que en recompensa de privamos aquí de un alimento agradable a los sentidos, gozaremos en el cielo de un alimento divino, y que sembrando ahora con lágrimas, cogeremos algún día con gozo abundante cosecha. (S. Cirilo de Jerusalén, Cath. 4, sent. 5, Trie. T. 2, p. 336.)”

“No hay tierra, sea isla o continente, no hay ciudad o nación hasta las extremidades más remotas del mundo, en donde el edicto general del ayuno no se haya hecho público: los soldados, los caminantes, los marineros, los mercaderes, todos le han oído y recibido con grande alegría. Nadie, pues, se excluya del número de los que ayunan, pues en él debe comprenderse toda suerte de condiciones y dignidades. (S. Basilio, Orat. 2, sent. 12, Tric. T. 3, p. 192.)”

“No volváis ni a la derecha ni a la izquierda; así como es peligroso pasar los límites de la templanza en el comer, también es fuera de razón abatir demasiado el cuerpo con abstinencias excesivas, inutilizándole para todo lo bueno por haberle enflaquecido demasiado. Estamos, pues, obligados a cuidar de nuestros cuerpos, no sólo por el amor natural, sino para podernos servir de ellos en los ejercicios de la filosofía cristiana. (S. Basilio, de Vera Virg., sent. 26, Tric. T. 3, p. 195.)”

“No dice simplemente el Apóstol que no se ha de cuidar de su carne, sino que añade, para satisfacer a sus deseos. Se debe, pues, reprimir con los ejercicios de la continencia la propensión e inclinación de la carne a los deleites y los vicios: pero al mismo tiempo se ha de procurar conservarla con las fuerzas que se necesitan para adquirir las virtudes. (S. Basilio, ¡bid., sent. 27, Tric. T. 3, p. 195.)”

“Estamos desterrados del Paraíso por no haber querido ayunar. Ayunemos, para que se nos permita volver a él. (S. Basilio, Homl. 1, de jejun., sent. 4, adic. Tric. T. 3, p. 380.)”

“El ayuno es el alimento de] alma y del espíritu, la vida de los Angeles, la muerte del pecado, la extinción de las culpas, el remedio de la salud, la raíz de la gracia, el fundamento de la castidad; por la escala del ayuno había subido Elías antes de entrar en aquel carro de fuego que le arrebató al cielo. (S. Ambrosio, de Elía et jejun., c. 3, sent. 23, Tric. T. 4, p. 320.)”

“Castigo mi cuerpo, y le reduzco a servidumbre. Castigar el cuerpo, es mortificarle con el ayuno, y no concederle sino lo necesario para vivir, de modo, que no llegue a darle placer; y entonces se 1e reduce a servidumbre, cuando no se le permite seguir su voluntad antes bien se le obliga a hacer la del espíritu. (S. Ambrosio, c. 7, sen 98, Trie. T. 4, p. 333.)”

“Para ayunar de modo que agradéis a Dios, es preciso ser benignos con vuestros criados, cariñosos con los extraños, caritativos con los pobres, levantaros temprano para ir a la Iglesia, dar gracias a Dios y pedirle perdón de vuestras culpas, implorar su misericordia por 1 pecados pasados, y su protección para evitarlos en adelante. (S. Ambrosio, Serm. 33, sent. 147, Tric. T. 4, p. 344.)”

“En otros tiempos del año hay algunos ayunos por los cuales s merece premio si se observa: mas en Cuaresma peca el que deja de ayunar. Los otros ayunos son voluntarios; pero los de Cuaresma so de obligación: a los otros nos convidan; pero a estos nos obligan: y no tanto son precepto de la Iglesia, como del mismo Dios. (S. Ambrosi Serm. 3, sent. 148, Tric. T. 4, p. 344.)”

“La ley de la abstinencia es de Dios nuestro Señor: la prevaricación de esta ley es del demonio. Por comer nos vino la culpa, en 1a comida conocemos nuestra flaqueza, la virtud de la fortaleza está e el ayuno. (S. Ambrosio, de Elía et jejun., c. 4, sent. XXI, adic. Tric. 4, p. 400.)”

“Cuando se ayuna todos los días, se ha de evitar tomar el alimento con exceso al fin del ayuno: porque es cosa inútil pasar dos o tres dí sin comer, si se ha de desquitar con la gula de una sola comida largo tiempo que se había dado al ayuno. (S. Jerónimo, Ad Eustoch ep. 22, sent. 18, Tric. T. 5, p. 24 l.)”

“¿Qué haré yo para que Dios reciba agradablemente mi ayuno. Parte tu pan para dar al pobre. No os obliga la escritura a distribuir muchos panes, para que no os excuséis con la pobreza. Habla de un solo pan, y aún no os pide que le deis entero, sino que deis al pobre tanto como hubierais comido, si no hubierais ayunado: para que vuestro ayuno no sirva al ahorro, sino al alimento del alma. (S. Jerón lib. 6, in Isai., c. 58, sent. 60, Tric. T. 5, p. 248.)”

“En los días de ayuno debemos a ejemplo de Daniel abstenernos de manjares delicados, y no comer carne, ni beber vino. (S. Jerónim in cap. 20, sent. 79, Tric. T. 5, p. 252.)”

“Debemos mortificamos no solo con el ayuno sino también en la calidad de las viandas. (S. Paulino, sent. 5, Tric. T. 5, p. 330.)”

“No os tengáis ya por Santos, por haber empezado a practicar el ayuno y la abstinencia: porque estas virtudes son solamente medios para ayudaros a conseguir la santidad, mas no son la perfección. (S. Paulino, sent. 26, Tric. T. 5, p. 333.)”

“La abstinencia y la mortificación del cuerpo son excelentes virtudes, cuando al mismo tiempo nos abstenemos de los vicios y pecados. (S. Paulino, Ibid., ibid., ibid.)”

“No os contentéis con que ayune la boca: ayunen también los ojos, los oídos, los pies, las manos y todo vuestro cuerpo. (S. Juan Crisóst., Homil. 3, sent. 8, Tric. T. 6, p. 301.)”

“Si no tenéis la salud suficiente para ayunar, a lo menos os podéis abstener de las delicias; y esta especie de abstinencia, apenas en nada es inferior a la del ayuno. (S. Juan Crisóst., Homil. 58, cap. 17 in Matth., sent. 64, Tric. T. 6, p. 312.)”

“No ayunamos por razón de la fiesta de la Pascua, sino por nuestros pecados, y por la preparación que debemos llevar para recibir los sagrados misterios: pues por otra parte, la solemnidad de la Pascua no es ocasión de ayuno y mortificación, antes bien, lo es de alegría. (S. Juan Crisóst., Serm. 3, adv. Jud., n. 4, sent. 222, Tric. T. 6, p. 344.)”

“Los ayunos vencen las concupiscencias, rechazan las tentaciones, abaten la soberbia, mitigan la ira, y alimentan hasta su madurez todos los afectos virtuosos de la buena voluntad; esto se entiende cuando los acompaña la benevolencia de la caridad y el prudente ejercicio de las obras de misericordia. (S. León, Papa, Serm. 15, c. 2, sent. 10, Tric. T. 8, p. 384.)”

“No basta extenuar el cuerpo con la abstinencia, si no adquiere el alma nuevas fuerzas. Cuando se procura afligir al hombre exterior, es preciso confortar el interior. Cuando negamos a la carne el alimento corporal, se debe alimentar el alma con delicias espirituales. (S. León, Papa, Serm. 39, c. 5, sent. 32, Tric. T. 8, p. 389.)”

“A tan grandes misterios se debía tan incesante devoción y tan continuada reverencia, que nos presentásemos a la vista de Dios, cual es razón que nos halle en la fiesta de la Pascua: mas porque esta fortaleza es de pocos, y por la fragilidad de la carne se relaja, la austeridad de la observancia -pues, distraídos del cuidado principal con las varias ocupaciones de esta vida, aun las almas más virtuosas contraen el polvo del mundo-, ha ordenado el Señor con la más sabia conducta el ayuno de los cuarenta días para renovar la pureza de los corazones, purificándonos de las culpas de los otros tiempos con las obras de devoción y con los castos ayunos. (S. León, Papa, Serm. 42, sent. 36, Tric. T. 8, p. 390.)”

“La perfección de nuestro ayuno no consiste en sola la abstinencia del alimento, ni se priva al cuerpo de la comida con fruto, si el alma no se retira de la iniquidad, y la lengua no se refrena en las murmuraciones. Debemos, pues, moderar la libertad de comer, de tal modo que sujetemos a la misma ley los otros deseos. Este tiempo, en que, purificados de las manchas de todos los vicios, debemos aspirar a la perpetuidad de las virtudes, es tiempo de mansedumbre, paciencia, paz y tranquilidad: es tiempo de perdonar las ofensas, de despreciar las injurias, y de olvidarnos de los agravios recibidos. (S. León, Papa, Serm. 42, sent. 37, Tric. T. 8, p. 391.)”

“Supuesto que tomamos esta mortificación para extinguir el incentivo de los deseos carnales, ningún género de continencia debemos procurar tanto como el vivir sobrios, sin alguna injusta voluntad, y permanecer ayunos de toda acción que sea contraria a las buenas costumbres. Este ejercicio no excluye a los enfermos, por más indispuestos que estén: porque también en el cuerpo inútil y consumido se puede hallar la integridad del corazón, y siempre se pueden colocar los fundamentos de la virtud, en donde tuvo su asiento la iniquidad. La misma enfermedad de la carne es suficiente penitencia, y tal vez excede a las mortificaciones voluntarias: pero es preciso que el alma cumpla su deber, y ya que no se sustenta con los manjares del cuerpo, no se alimente con alguna injusticia. (S. León, Papa, Serm. 44, c. 2, p. 168, sent. 38, Tric. T. 8, p. 391.)”

“Los que habéis de celebrar la Pascua del Señor, ejercitaos de tal modo en santos ayunos, que concurráis a tan sagradas fiestas, libres del tumulto de las pasiones. Arroje el amor a la humildad al espíritu de soberbia, raíz de todos los pecados, y abátase con la mansedumbre la altivez: y los corazones, exasperados con alguna ofensa, procuren, reconciliándose entre sí, volver a la unión y la concordia. No volviendo a ninguno mal por mal, perdonándoos unos a otros, así como Jesucristo nos perdonó. (S. León, Papa, Serm. 44, sent. 39, Trie. T. 8, p.391.)”

“Hemos de ayunar de tal modo, que en vez de reservamos el precio de lo que en otro tiempo costaría la comida, se lo demos a los pobres. (S. Cesáreo de Arlés, Serm. 46, sent. 9, Tric. T. 9, p. 45.)”

“Santificar el ayuno es manifestar con otras buenas obras que nuestra abstinencia es digna de Dios. Se debe advertir a los que se abstienen, que ofrecen a Dios una abstinencia agradable si dan a los pobres los alimentos de que ellos mismos se privan. (S. Gregorio el Grande, sent. XIV, adic. Tric. T. 9, p. 382 y 383.)”

–/–

El ayuno se recomienda para cualquier época del año pero se debe cumplir durante la Cuaresma.

Más información sobre la CUARESMA

Más información sobre el MIÉRCOLES DE CENIZA con consejos sencillos de mortificación.

Facebook GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN

Que Dios les conceda la Gracia de una sincera conversión y una buena confesión.

Karla Rouillon Gallangos

Googlea “krouillong” y encuéntranos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Google Plus, Slideshare, Youtube, Gloria.tv, Ivoox, Soundcloud, Pinterest y May Feelings.

 

¿Sabes de dónde provienen las Cenizas del Miércoles de Ceniza?

palmas benditas domingo de ramos miercoles de ceniza cuaresma krouillong guia para una buena confesion

¿SABES DE DONDE PROVIENEN LAS CENIZAS DEL MIÉRCOLES DE CENIZA?

Historia y significado del Miércoles de Ceniza

En los primeros años de la Iglesia la duración de la Cuaresma variaba. Finalmente alrededor del siglo IV se fijó su duración en 40 días. Es decir, que ésta comenzaba seis semanas antes del domingo de Pascua. Por tanto, un domingo llamado, precisamente, domingo de cuadragésima.

En los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal, presentándose un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en domingo por ser día de fiesta, la celebración del Día del Señor. ¿Cómo hacer entonces para respetar el domingo y, a la vez, tener cuarenta días efectivos de ayuno durante la cuaresma? Para resolver este asunto, en el siglo VII, se agregaron cuatro días más a la cuaresma, antes del primer domingo, estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto. (Si uno cuenta los días que van del Miércoles de Ceniza al Sábado Santo y le resta los seis domingos, le dará exactamente cuarenta).

Así la Iglesia empezó la costumbre de iniciar la Cuaresma con el miércoles de Ceniza, costumbre muy arraigada y querida por el pueblo cristiano.

miercoles de ceniza krouillong comunion en la mano

El miércoles de Ceniza en la Iglesia Católica es el primer día de la Cuaresma, cuarenta días antes de la Pascua. En este día se inicia un tiempo espiritual particularmente importante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.

También en los primeros siglos de la Iglesia en Roma, existía la práctica de que los “penitentes” (grupo de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cuaresma, a las puertas de la Pascua), comenzaran su penitencia pública el primer día de la Cuaresma. Ellos eran salpicados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el jueves antes de la Pascua.

Estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X). Entonces, en el siglo XI, desaparecida ya la institución de los penitentes como grupo, viendo que el símbolo de la imposición de la ceniza al iniciar la Cuaresma era bueno, se empezó a realizar este rito para todos los cristianos, de modo que toda la comunidad se reconocía pecadora, dispuesta a emprender el camino de la conversión cuaresmal.

Por algún tiempo la imposición de la ceniza se realizaba al principio de la celebración litúrgica o independientemente de ella. En la última reforma litúrgica se reorganizó el rito de la imposición de la ceniza con el objetivo de que sea un símbolo más expresivo y pedagógico para los fieles, pasándose a realizar después de las lecturas bíblicas y de la homilía, las cuales nos ayudan a entender el profundo significado de lo que estamos viviendo. La Palabra de Dios, en ese día, nos invita a la conversión. El deseo de convertirnos y volver al Señor es lo que da contenido y sentido al gesto de las cenizas.

Las cenizas usadas para la cruz que recibimos en la frente son obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos del año anterior.

Este tiempo del Año Litúrgico, la Cuaresma, se caracteriza por el llamado a la conversión. Si escuchamos con atención la Palabra de Dios durante este tiempo, descubriremos la voz del Señor que nos llama a la conversión.

Por eso es elocuente empezar este tiempo con el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, acompañado de las palabras “Convertíos y creed en el Evangelio” y de la expresión “Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás”, nos invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordándonos la fragilidad de nuestra vida aquí en la tierra.

miercoles de ceniza krouillong comunion en la mano

Significado simbólico de la Ceniza

La ceniza, del latín “cinis”, es producto de la combustión de algo por el fuego. Por extensión, pues, representa la conciencia de la nada, de la muerte, de la caducidad del ser humano, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia.

Ya podemos apreciar esta simbología en los comienzos de la historia de la Salvación cuando leemos en el libro del Génesis que “Dios formó al hombre con polvo de la tierra” (Gen 2,7). Eso es lo que significa el nombre de “Adán”. Y se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: “hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho” (Gn 3,19). En Gén 18, 27 Abraham dirá: “en verdad soy polvo y ceniza. En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive. La ceniza significa también el sufrimiento, el luto, el arrepentimiento. En Job (Jb 42,6) es explícítamente signo de dolor y de penitencia. De aquí se desprendió la costumbre, por largo tiempo conservada en los monasterios, de extender a los moribundos en el suelo recubierto con ceniza dispuesta en forma de cruz.

El gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente, se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y entrada al ayuno cuaresmal y a la marcha de preparación para la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.

Por eso cuando nos acerquémos a recibir las cenizas, meditemos muy bien en nuestro corazón las palabras que pronunciará el celebrante al imponérnoslas en forma de Cruz: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio” (Cf Mc1,15) y “Acuérdate de que eres polvo y en polvo te convertirás” (Cf Gén 3,19). Para que de verdad sea un signo y unas palabras que nos lleven a descubrir nuestra caducidad, nuestro deseo y necesidad de conversión y aceptación del Evangelio, y el deseo de recibir la novedad de vida que Cristo cada año quiere comunicarnos en la Pascua.

Fuente: ARCHDEN.ORG

Autor: Jorge Luna

–/–

Más información sobre el MIÉRCOLES DE CENIZA

Consejos del Padre Carlos Cancelado para hacer una BUENA CONFESIÓN

El Padre Jorge Loring nos explica los MANDAMIENTOS DE DIOS

Que Dios les conceda a todos la Gracia de una sincera conversión y una buena confesión.

Karla Rouillon Gallangos

Googlea “krouillong” y encuéntranos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Google Plus, Sideshare, Youtube, Gloria.tv, Ivoox, Soundcloud, Pinterest y May Feelings.

Y recuerda que los demonios son RESPONSABLES del pecado en el mundo, pero tú eres CULPABLE por no haber resistido la tentación y por ofender a Dios con el pecado. ¡Confiésate bien!

Para hacer una buena confesión ayúdate con tu GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN, con la cual revisarás los Mandamientos de Dios y de la Iglesia y verás en cuáles has ofendido tú a Dios con el pecado.

Descárgala aquí en PDF: GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN

Ingresa al Facebook: GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN