“Celebro con el rito antiguo para hacer entender que es normal usarlo”.
El Cardenal Cañizares explica por qué aceptó presidir en San Pedro la misa del sábado para los fieles del peregrinaje “Una cum Papa nostro”
Fuente: VATICAN INSIDER
ANDREA TORNIELLI
Ciudad del Vaticano
¿Cuál es el significado de este peregrinaje?
Agradecer a Dios y agradecer al Papa por el motu proprio de hace cinco años, que reconoce el valor de la liturgia celebrada según el Misal del Beato Juan XXIII, subrayando la continuidad de la tradición en el rito romano. Al reconocer la liturgia anterior, se comprende que con la reforma no se niega lo que se usaba anteriormente.
¿Por qué aceptó celebrar la misa para los peregrinos que siguen el rito preconciliar?
Acepté porque es una forma para hacer entender que es normal el uso del Misal de 1962: existen dos formas del mismo rito, pero es el mismo rito y, por ende, es normal que se use en la celebración. Ya he celebrado en diferentes ocasiones con el Misal del Beato Juan XXIII, y lo haré de buen grado tambi’en en esta ocasión. La Congregación, de la cual el Papa me ha llamado a ser Prefecto, no tiene nada en contra del uso de la liturgia antigua, aunque la verdadera tarea de nuestro dicasterio es la de la profundización del significado de la renovación litúrgica según las directrices de la Constitución Sacrosanctum Concilium y de seguir la estela del Concilio Vaticano II. Para ello hay que decir que incluso la forma extraordinaria del rito romano debe ser iluminada por la Constitución conciliar, que en los primeros diez párrafos detalla el verdadero espíritu de la liturgia, por lo que vale para todos los ritos.
¿Qué le parece, a cinco años de distancia, la aplicación del motu proprio “Summorum Pontificum”?
No conozco los detalles de lo que sucede en el mundo, sobre todo porque la competencia sobre este aspecto la tiene la Comisión Ecclesia Dei, pero creo que poco a poco se empieza a comprender que la liturgia es fundamental en la Iglesia y que nosotros debemos volver a dar vida al sentido del misterio y de lo sagrado en nuestras celebraciones. Además, me parece que a cinco años de distancia se puede comprender mejor que no se trata solo de algunos fieles que viven en la nostalgia del latín, sino que se trata de profundizar el sentido de la liturgia. Todos somos Iglesia, todos vivimos la misma Comunión. El Papa Benedicto XVI lo ha explicado muy bien, y en al primer aniversario del motu proprio recordó que nadie está de más en la Iglesia.