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Según una reciente encuesta, Alfredo Zegarra camina seguro hacia su reelección. Aunque todavía el porcentaje que dice que lo reelegirá es bajo (16%); sin embargo, es la cifra más alta frente al promedio del resto de sus contrincantes (4%). En ese sentido, a Zegarra le toca seducir a ese cercano 60% de nuestro electorado que aún no sabe por quién votará o cree que no lo hará por nadie. Creemos que tal como están las cosas, Zegarra la tiene fácil.
Estamos exactamente a dos meses de las elecciones regionales y municipales y lo que más sabemos de los candidatos locales son tres cosas: algunos ya están fuera de carrera, otros han sido declarados inadmisibles, y, mayoritariamente, son plagiadores de planes de gobierno; o sea, no tienen la mínima idea de qué hacer si fueran elegidos. Las elecciones están a la vuelta de la esquina, aún falta completar el período de tachas y lo más sustantivo del proceso electoral; es decir, las propuestas de gobierno, la visión que tienen de nuestra región, brillan por su ausencia. ¿En los dos meses que faltan, llegaremos a saberlas?
Como sabemos, los mensajes presidenciales no sólo sirven para hacer el arqueo de cómo vamos, en especial del año precedente, sino también es una buena ocasión usada por los presidentes para anunciar lo que se viene, principalmente del venidero. En ese sentido, hay que reconocer que Ollanta cumplió en hacer ese balance con un tono optimista, como corresponde en su condición de mandatario, pero mareando al país con tanta lluvia de cifras. En cuanto a los anuncios, creo que éstos podrían resumirse en animados, contradictorios provocadores, soñadores y finalmente ausentes.
Desde las elecciones pasadas, la ley electoral obliga a que los que pretenden gobernarnos presenten un Plan de Gobierno al momento de inscribir sus candidaturas. Es decir, ya no basta mostrar mucho ánimo y entrega cívica con el listado de seguidores, también hay que presentar un mínimo de ideas acerca de para qué ese movimiento o candidato quiere ocupar el sillón, regional o local. Es decir, lo que plantea el Jurado Nacional de Elecciones es que los candidatos nos hagan saber qué quieren lograr en su mandato.
Por extrañas coincidencias, los congresistas arequipeños Ana María Solorzano y Tomas Zamudio, viene disputándose la presidencia del Congreso. La primera cuenta con la venia de la pareja presidencial y el otro el apoyo de sus amigos, los del ala radical de su bancada, “la nacionalista”, o lo que queda de ella. La primera obtuvo la votación más alta de los arequipeños en la elección del 2011, el otro la más baja, llegó al Congreso casi raspando. ¿Quién ganará ahora la presidencia congresal?
Me toca hacer la segunda parte del Who is who?, esta vez entre los que considero que son los principales candidatos para el Municipio Provincial de Arequipa. En este listado, el ejercicio es problemático, puesto que hasta el momento no se resuelve legalmente la candidatura de algunos postulantes, pues el haberse presentado a última hora cambiando de organización, o también a última hora, rellenar como sea el listado de postulantes, o tener problemas legales pendientes, ha hecho que varias listas sean declaradas inadmisibles, y hasta el momento no sabemos si las observaciones han sido resueltas. Sin embargo, allí vamos con nuestro ejercicio:
Que existan más de 800 listas postulantes a los puestos regionales y locales de Arequipa, y más de 100,000 a nivel nacional, es la mejor demostración que nuestro sistema político está en franco debacle y sin ningún viso de solución. Es más, la propia clase política (si así se le pudiera llamar) no demuestra ningún ánimo rectificatorio. En ese sentido, sólo queda que nosotros estemos, individual o como sociedad civil, con los ojos y oídos abiertos para no dejarnos embaucar tan fácilmente y para que luego no nos estemos quejando. Así que empecemos a hacer los primeros ejercicios del “¿quién es quién?” entre nuestros candidatos.
