Antes de partir
Abordar el tema de la vejez en tiempos como los que corren donde se ha divinizado la juventud, es intrépido; pero si además se trata de enfocar esa etapa de nuestras vidas en su fase terminal, peor aun, la que está asociada a una enfermedad como el temible cáncer, entonces estamos hablando de una película con una historia conmovedora y atractiva que se convierte en un deleite cuando está interpretada por los oscarizados y notables Jack Nicholson y Morgan Freeman.
Ese es en realidad el verdadero atractivo de esta cinta: ver el contrapunteo de actuaciones magistrales en torno a la historia de un par de vejetes, advertidos que les falta poco tiempo debido a un cáncer fulminante, que deciden pasar sus últimos días disfrutando de lo que les queda de vida y especialmente haciendo todo aquello que, por motivos de trabajo y responsabilidades de lo cotidiano, nunca hicieron o se atrevieron a hacer.
Así, veremos a Nicholson y Freeman en un tour mundial que va desde Francia hasta el Africa, matizado con diálogos profundos (y también chistes) en torno a la muerte y los otros temas esenciales de la existencia humana: la fe, la familia y el amor.
En resumen, una cinta deliciosa para aquellos que solo quieran espectar actuaciones magistrales, pero sensiblera y llorona para los sentimentales y creyentes de los discursos misericordiosos.