¿Por quién votaría?
Pero haciendo un esfuerzo, puede recuperarse algo y así generarnos la ilusión que nuestra representación sea, por lo menos, decente y, mínimamente, presentable. Desde es óptica, hay varios nombres que me parecen interesantes, como por ejemplo Nury Hinojosa y Wilfredo Pino. Los conozco y se de su tesón y verdadero interés por trabajar en la perspectiva de adecentar nuestra representación parlamentaria. Pero aquí surge el segundo problema a considerar: votar por ellos sería un voto perdido puesto que es absolutamente improbable que su respectivas agrupaciones superen la valla electoral, eso significa que es imposible que alcancen su curul. Una verdadera lástima, lo cual significa que no sólo hay que tener ganas para lanzarse a una carrera electoral, sino que, desde el inicio, hay que saber negociar con quién se inicia esa carrera.
Creo que, respetando las vapuleadas encuestas de opinión, las únicas agrupaciones que tienen posibilidades de colocar algún representante arequipeño al congreso son Perú Posible, Fuerza 2011, Solidaridad Nacional y, a las justas, Gana Perú. Según esas mismas encuestas, al día de hoy, es probable que el número de representaciones quede así: tres por Perú Posible, dos por Fuerza 2011 y uno por Solidaridad. La otra posibilidad sería que el ollantismo coloque un parlamentario, lo cul significaría que se o quitaría a la agrupación toledista. Allí están los seis y paramos de contar. Quiénes podrían ser esos seis? O mejor dicho, de esos seis, por quién votaría? La verdad que sólo se me ocurre dirigir mi voto a dos: Rondón Fudinaga que va por Perú Posible y Marcos Falconí que lo hace por Solidaridad. El primero es un político nato, de gran carisma, excelente comunicador y de amplia experiencia en la cosa pública. Para él iría mi primera opción y, de lejos, es mejor que la sumatoria de nuestros actuales congresistas.
Mi segunda opción es por Marcos Falconí. No me convence del todo, pero por lo menos es un personaje que tiene todo para demostrar que la política la toma como un capricho de poder personal; es decir, de él no se puede creer que pretende llegar al Congreso “por Dios y por la plata”, como lo confiesan varios congresistas que les traiciona el inconsciente. Aunque, con los políticos, uno nunca sabe, pero de todas maneras, Falconí ha insistido tozudamente por algún cargo político y parece que, por fin, lo logrará.
Me quedan cuatro votos. Por quiénes más votaría?. La verdad es que no hay otros que de Perú Posible o de Fuerza 2011 y menos del ollantismo que me convenzan. Creo que con excepción de los que he mencionado, todos siguen ubicándose en la categoría de “impresentables y absolutamente inútiles”.