7 años en la trinchera de papel: la experiencia de El Búho, Semanario Regional del Sur
Presentación.- A principios de octubre, fui invitado por la Comisión Peruana de la UNESCO a participar del Taller Derechos de la Ciudadanía al Acceso a la Información. En la parte correspondiente a experiencias regionales, me tocó exponer el caso de El Búho, semanario regional del sur peruano del cual soy fundador y editor. Aquí, parte de lo que expuse en esa reunión que congregó periodistas y comunicadores de la región latinoamericana..1. Breve repaso histórico.-
Tal como reza en la presentación que hacemos en nuestra Web, El Búho es hoy una publicación semanal que nació el 3 de marzo del año 2000. Decimos “hoy” porque hemos pasado por varias periodicidades, formatos, precios, alcances, etc. Pues, fuimos quincenario, salíamos los viernes; el precio era S/.1.50, sólo llegábamos a Arequipa, teníamos otro logo, formato, etc. Hoy somos semanario, salimos los martes, costamos S/. 1.00 y llegamos a casi todo el sur del país.
Quizá lo más resaltante de todas esas mutaciones es que cuando en la cafetería de La Boveda, nos reuníamos una serie de amigos a planear El Búho, jamás lo imaginamos con tanta edad (siete años), pues lo concebimos por un corto período y con un objetivo especifico: producir un periódico que fuera una respuesta a la falta de independencia que la gran mayoría de medios de comunicación nacionales y locales exhibían por esos años, años marcados por uno de los períodos más nefastos para la vida cívica del país, pues recordemos todos que se cocinaba la re reelección de Fujimori y ya todo el Perú sabía qué mafia era aquella que quería entronizarse eternamente en el poder.
Es en esa coyuntura específica y con un objetivo específico que un grupo de personas, entre los que nos contábamos artistas, poetas, intelectuales y algunas autoridades que decidieron estar en el anonimato, por obvias razones, decidimos lanzar una publicación que contribuyera a forjar una conciencia critica opuesta a los apetitos de poder y a la comparsa que le hacían muchísimos medios. Como podrán entender, salimos pues con un espíritu contestatario, rebelde y de enfrentamiento directo. Puede decirse que nuestro objetivo político, por tanto, era contribuir a luchar contra la dictadura de entonces y a favor del reencuentro con la democracia, a través del debate y confrontación de ideas. Luchar contra la dictadura, implicaba, también, apuntar a otro objetivo, el de la corrupción. Para entonces, ese cáncer social que es la corrupción estaba representado en Arequipa, en el nivel político, por la familia Cáceres que gobernaba la comuna de la ciudad. En el espacio de los servicios públicos, en especial la educación, la corrupción estaba representado por la UNSA, lamentablemente, nuestro más feroz enemigo .
Pero no sólo nos motivaba un ánimo político, pues también queríamos producir un medio que reivindicara y resaltara las expresiones culturales de Arequipa y el sur. Así, desde el primer numero de El Búho, hasta el 296 que está circulando esta semana no hemos dejado de adornar nuestras páginas, especialmente en nuestra sección Artes&Letras, con poesía, cuento, cine, música, pintura, escultura, fotografía y todas las demás artes que expresan la parte más elaborada del hombre.
2.- Los logros.-
Al llegar a cumplir un quinquenio de actividad, iniciamos su expansión al Sur del Perú, con el objetivo de fortalecer los lazos entre sus pueblos, crear un espacio de debate y confrontación de ideas, promocionar sus expresiones culturales; y constituirse en vocero de las demandas regionales.
En estos siete años, El Búho puede preciarse de su independencia con respecto a los grupos y los poderes político y económico, así como de su firme compromiso con la ética y la responsabilidad social. No es que lo digamos nosotros, sino instituciones como Transparencia Internacional que nos otorgó una Mención Honrosa en el 2005, así como una serie de premios y reconocimientos por otorgadas por instituciones locales y nacionales como la CNR, Municipios, etc. Muchos de esos galardones reconocen en nosotros una línea periodística fundamental, pero difícil de sostener: el periodismo de investigación, tema que quiero ahondar posteriormente.
3.- Los problemas.-
Bueno, hasta aquí, la cara bonita de El Búho. Pero si se trata de compartir experiencias, como es el objetivo de este Taller, tenemos que contar también nuestro lado feo, nuestra historia triste, y esa está ligada a los múltiples problemas que hemos tenido, por lo menos los tres primeros años. Pues, como les contaba al principio, nacimos en una coyuntura especial: la del 2000 cuando se peleaba entre la rereelección de Fujimori y el retorno de la democracia. Todos sabemos los resultados de esa pelea desigual: Fujimori usó toda su maquinaria para imponerse, y zurrándose ante todo el mundo se rereeligió. Ante esa situación, muchos de los que apoyaron El Búho se retiraron. Los únicos que nos quedamos tuvimos que sostener el semanario con nuestros bolsillos, pues comprenderán que nadie quería comprometerse con la existencia de un medio que estaba en la mira de la dictadura. En esos tiempos difíciles inventamos una serie de estrategias para sobrevivir: prescindimos de algunos amigos que nos apoyaban con la promesa que alguna vez les pagaríamos, cambiamos de precio, redujimos el tiraje, nos volvimos quincenario, modificamos formato; creamos una productora de medios, pasábamos la bolsa entre amigos, postulábamos a apoyos internacionales, etc. etc. Esas medidas funcionaron poco o casi nada, así que tomamos la difícil decisión de dejar de circular porque sencillamente nuestros bolsillos ya no podían estirarse más.
Nuestra reaparición se dio cuando una de las tantas solicitudes de apoyo internacional que hicimos fue respondida positivamente. Se trataba de Free Voice quien se interesó en nuestro proyecto y nos apoyó durante dos años. Luego vendría el apoyo de la OSI y es la que, prácticamente, nos mantiene en la actualidad. Esto nos plantea un grave problema para la prensa regional de este tipo que también quiero ampliar: el sostenimiento económico.
Otra área del lado feo de nuestra historia es la de los problemas judiciales que hemos y venimos afrontando. Aunque pensándolo bien, esos juicios nos enaltecen y son emblemas para nosotros, pues quienes nos han entablado demandas son, justamente, los personajes oscuros de la política local. El problema de esas gratificaciones es que nos quitan tiempo y dinero que bien podríamos invertirlo en seguir mejorando el semanario. El otro problema, y eso lo sabemos todos nosotros, es que no faltan las intimidaciones permanentes: la llamada telefónica, el mensaje anónimo e, incluso, la amenaza de muerte que muchas veces, involucra a la familia. Ante esa situación, ningún espíritu heroico resiste. Eso nos plantea otro tema que quiero ampliar: la de las solidaridades legales y mediáticas.
4.- Los sueños, hoy.-
Luego de siete años, sentimos que hemos llegado a cumplir ciertas metas que nos plantean nuevos retos o sueños. Por ejemplo, observamos que como producto periodístico de papel ya hemos llegado al techo. Las encuestas, focus group, y otras técnicas que periódicamente practicamos, nos dan cuenta que tenemos que complementar El Búho con otros medios; es decir, al periódico hay que sumarle Internet y el una agencia de noticias, que ya lo hemos hecho; pero además hay que seguir agregándole otros medios, ya sea radio o televisión. Nosotros hemos apostado a lo último. Es así que desde el año pasado tenemos un programa televisivo llamado Contrastes que se transmite de lunes a viernes a las 9 de la noche en un canal chico de la ciudad. La idea es salir en un canal de antena caliente, y el próximo año vamos a empezar a producir otros programas. Para eso hemos recibido un nuevo apoyo que nos está permitiendo montar un pequeño estudio de producción televisiva.
En el aspecto cultural, creemos que al papel de difundir y promocionar la cultura regional debemos complementarla con la de motivar la producción de cultura. En ese sentido, este año, asociándonos con la Alianza Francesa, lanzamos el I Concurso de Cuento y ensayo breve. La respuesta ha sido asombrosa, pues se han presentado cerca de 400 postulantes y el próximo año pensamos lanzar otros concursos, pues hay que pensar en la poesía, en la pintura y en los cortos.
5.- Los problemas.-
En esta crónica memoriosa que he hecho de El Búho, he venido mencionando algunos temas que prometí ampliar, pero que, por razones de tiempo lo haré fugazmente: el periodismo de investigación, las solidaridades legales y mediáticas y el sostenimiento económico
Sobre lo primero, todos sabemos que hoy, la única alternativa de sobrevivencia que tiene la prensa y, en particular la independiente, es la del periodismo investigativo. Para la prensa alternativa e independiente, la investigación no sólo es su sostén sino que debiera ser su esencia, pues es la única manera, pensamos, de contribuir al desarrollo de nuestras respectivas regiones, y consecuentemente del país. Pues, al investigar estamos activando la participación ciudadana y el Estado de Derecho y, de paso, reivindicamos la libertad de expresión, la pluralidad informativa y el acceso a la información pública, ejercicio que nos permiten acceder al espacio público controlado, lamentablemente, por los grandes medios comerciales capitalinos.
El problema del periodismo investigativo es que muchas veces es muy caro, demanda mucho esfuerzo y requiere de una red que en varias oportunidades supera nuestras propias fronteras regionales. Otro problema de este estilo periodístico es la desprotección en que muchas veces caemos los que nos atrevemos a poner el dedo en la llaga. Esto tiene que ver con el otro tema que anuncié; es decir, las solidaridades legales y mediáticas, pues creemos que hay que fortalecer eso o analizar medidas más efectivas para que nuestros periodistas no sean presas fáciles de las intimidaciones de los corruptos o delincuentes vestidos de cuello y corbata.
Finalmente, está el problema económico, ligado a un problema mayor y a la vez histórico: el asfixiante centralismo limeño, que ha deprimido, también, la economía y las finanzas. A la serie de dificultades enumeradas, se suma esta que muchas veces es decisiva, pues no podemos crecer autónomamente si sigue rigiendo este modelo que hace que toda la publicidad, elemento vital para cualquier medio, se decida desde Lima. Aunque cada vez hay una mayor conciencia descentralizadora, paradójicamente, ésta no llega a las empresas con sus respectivas agencias publicitarias que cada vez recentralizan más su trabajo, y mucho menos al propio Estado. Muchas veces eso es insoportable y sólo evidencia la actitud colonialista que le sigue teniendo Lima a las provincias.
Esa es otra de las tarea pendiente en la que debemos profundizar: cómo fortalecer prensas regionales apoyando su sostenimiento económico, pero vigorizando también su independencia, elemento vital para que la famosa agenda setting sea dictada en un ejercicio dialéctico entre la población y los medios y no desde los intereses del mercado y, lo que es mucho peor desde el gobierno, como ocurrió durante el fujimorismo . Creemos que resolver esa formula es sumamente importante porque la experiencia histórica nos ha demostrado que plantear el “qué” o la “agenda” desde el binomio prensa-sociedad crea ciudadanía, base fundamental para la democracia y el desarrollo. Mientras que el otro binomio, mercado/poder-sociedad crea cinismo , y, lo que es peor, servilismo.