Harry Potter y el misterio del príncipe
Desde ese punto de vista, aquellos que han convertido a Potter en su héroe literario es probable que se sientan frustrados porque David Yates, director que retoma la batuta de la saga luego de La orden del Fénix, ha preferido obviar algunas partes sombrías de la novela para centrarse en los abatimientos amorosos del ahora joven hechicero, así como de sus amigos más cercanos.
A pesar de eso, la cinta cuenta con una inmensa carga de misterio y halo tenebroso que nos adelanta lo que será la batalla final en la escuela Hogwarts, pero de aquí a dos películas más (si es que a J.K. Rowling no se le ocurre anunciar una nueva poción de mágica creatividad).
Obvio que la cinta también cuenta con un fastuoso y efectivo despliegue visual que, acompañado con un siempre atractivo menú actoral y una banda sonora espectacular, convierte a esta sexta parte de la saga en necesaria para los fanáticos y también para los que, presionados por la publicidad que nos arrincona desde el 2001 en que se inició esta historia, nos enganchamos con el maguito de marras.