Corrupción a lo Fujimori
Una lástima porque eso significa que seguiremos siendo una sociedad atravesada por las aceitadas, tarjetazos o franeleos antes que por la meritocracia, lo cual nos sigue colocando en una sociedad más postcolonial que moderna.
Y ya que la corrupción en nuestro país se ha erigido a nivel cultural, es lógico que quienes la practican con denuedo y goce, la ensalzan a niveles de una dignidad irrebatible. Lo veo permanentemente entre funcionarios y ayayeros locales; es decir, gente cuestionada y enjuiciada por sus uñas largas, pero mirando con desprecio a sus acusadores y soltando a sus perros (ayayeros) para la reprimenda o salvaje sanción por “haberlos ofendido”; léase, denunciado. Y los veo asistir orondos a las recepciones, manejando con el pecho insuflado su 4×4 y encubiertos por sus secuaces. Así son; es decir, pareciera que la corrupción da cierto halo de dignidad.
Por eso resulta tan patético ver al mentor contemporáneo de todos ellos (Fujimori) absolutamente indigno defendiendo sus infectos actos. Es decir, en lugar de pavonearse por sus uñas y colmillos largos, lo vemos conmovedor, lastimero y desplegando argumentos que insultan cualquier nivel de inteligencia. Estoy seguro que los corruptos asociados de nuestro país, están sintiendo vergüenza ajena.