Amor pandémico
¿Cómo enamorarán ahora nuestros hijos, en estos tiempos de C19?, me pregunta Jorge, refiriéndose al suyo, Santiago (Santuchito, para los abuelos), Fabio y Josué, los míos, casi quinceañeros; es decir, la edad en que la combustión libidinal empieza a marcar el máximo octanaje en la vida de las personas. Esa pregunta también me la he hecho con algo de curiosidad; pero no pensando en ellos, pues aún los veo pegados a sus Nintendos, sino en aquellos que ya viven y gustan de estar pegados a otros (sentimentalmente, me refiero).