Un debate sin ganador
Con mucha expectativa asistimos ayer al debate electoral organizado por la Universidad Católica San Pablo (UCSP), que además de los protagonistas (Osorio e Ismodes) tuvo como atractivo la presentación y exposición de sus principales asesores en temas como competitividad, gestión pública, medio ambiente, etc. La UCSP también se dio el innecesario lujo de traer de Lima a dos conocidos personajes mediáticos para dirigirlo. Todo esto contribuyó a que el evento sea útil para los organizadores, pero creemos que fue totalmente inútil para los candidatos de esta segunda vuelta electoral. Veamos porqué.
Varias veces he sostenido que el objetivo fundamental de los aspirantes en una segunda vuelta electoral es ganar los votos para llegar al poder, en este caso el Gobierno Regional. En ese sentido, deben usar todos los espacios disponibles para transmitir sus propuestas y así ir sumando los votos deseados. Se supone que el debate de ayer debió servir para eso, pero al no ser trasmitido por ningún medio radial y mucho menos televisivo, entonces terminó siendo una reunión de élite conformada por una audiencia que ya es fiel, tanto a Osorio como a Ismodes. Es decir, los candidatos no ganaron nada el día de ayer, electoralmente hablando.
Como lo señalo arriba, el atractivo de este evento fue conocer y escuchar a los respectivos equipos técnicos, vicepresidentes incluidos, que durante toda la primera parte del debate se dedicaron a esquivar las respuestas con generalidades y abstracciones; es decir, los equipos técnicos confundieron su rol, pues en lugar de “aterrizar”, que es su papel principal, se dedicaron a “volar”, que es el papel de los candidatos.
En la parte complementaria, estuvieron los aspirantes del Gobierno Regional. Nada nuevo en relación a la primera vuelta; es decir, siguen repitiendo un discurso bien memorizado pero que carece de una idea concreta que capture no sólo la razón sino el corazón de los electores. Es más, en momentos tiene un discurso muy parecido que confunde más al electorado, pues hasta hoy no hay algo que los diferencie. Puede decirse que Osorio se distingue por su juventud y un discurso dirigido a esa población, pero lo paradójico es que ayer presentó a un equipo técnico septuagenario, que trae abajo esa supuesta diferencia.
Se anuncia otros debates, también con los equipos técnicos. Ojalá se superen los errores o vacíos que vimos ayer, pues la población necesita más argumentos para tomar una decisión medianamente razonable, caso contrario, asistiremos el 7 de diciembre a una votación atravesada por la rutina u obligación.