Por qué no votaré por Yamila Osorio

yamila.jpg

Hasta las encuestadoras  chicha la ponen entre los primeros: Yamila Osorio para la Presidencia del Gobierno Regional. Los “cargadores” y hasta colegas míos ya le hacen cola con la promesa del puestito de trabajo y ella, candorosamente,  ha dicho que en realidad, quiere ser presidenta, pero no del Gobierno Regional de Arequipa, sino del Perú.  Unos lo ven como una confesión valiente, yo creo que es producto del obnubilamiento. Hay que reconocer que la suya ha sido una candidatura refrescante en cuanto a género, figura y juventud; sin embargo, no hay que olvidar que Osorio arrastra una serie de aspectos por los cuales no debería ocupar la presidencia del Gobierno Regional.

Una de ellas es que, por más que Osorio ha querido negarlo, representa al continuismo; es decir, al oficialismo que ha gobernado la región por dos períodos: Arequipa, Tradición y Futuro (ATF), la agrupación política que Juan Manuel Guillén fundó hace unos años y que pudo convertirse en la gran alternativa política desde las regiones, frente al descalabro de los partidos nacionales. Por una serie de desaciertos y ceguera en una conducción basada en el personalismo y caudillaje, ATF se convirtió en lo que es hoy: una agrupación eminentemente electoral y sustentada únicamente en el deseo de perpetuarse, gozar y medrar del poder. Una agrupación que sin su columna central  (Guillén) se desmorona y que hoy es atravesada por la felonía. Una agrupación que ni siquiera su líder fundador (Guillén) ya quiere estar.

 Pero además, Yamila representa una gestión que en dos períodos ha descalabrado el Gobierno Regional: denuncias por doquier de malversación,  corrupción y todas las perlas en las que siempre terminan envueltos esos gobiernos que desean perpetuarse. De todo eso es parte Yamila y se ve mal que intente desconocerlo mirando al techo. Tal vez, si hubiese renunciado al cargo que hoy ostenta (Presidencia del Consejo Regional) para hacer su campaña, podría haberla favorecido  en deshacerse de esa imagen.

 Osorio ha basado su campaña en su imagen fresca y juvenil, diciendo representarla pero sin propuestas de fondo. En anterior post, señalé que, contrariamente, maneja un discurso juvenil timorato que contrasta con lo que hoy quiere nuestra juventud. Pero en el fondo, esa pávides refleja además una falta de visión de la región que no puede tenerla porque su campaña, en realidad, esta caracterizada por la soledad; es decir, ella es la única que corre en esta competencia, no se la ve, no se la ha visto con ninguno de los que gobernaron la región estos años y eso hace que su campaña esté atravesada por la orfandad (cuando el JEE la tachó, ni siquiera los de su lista salieron a pronunciarse para defenderla).

 Las necesidades y urgencias de nuestra Región exigen de una visión seria, madura y sumamente profesional. La Arequipa de hoy no es la misma de hace veinte o diez años que se manejaba con el voto de los más pobres engañándolos fácilmente. La condición clasemediera de la región debe obligarnos a repensar nuestra visión y eso pasa por un auténtico liderazgo y eso no lo garantiza Osorio en la actualidad. Ella misma debiera madurar, personal y políticamente. Por eso no votaré por ella. A pesar de eso, Osorio saldrá ganando, pues, hay que recordar que siempre dijo que su auténtica aspiración es llegar al Congreso, y tal vez estas elecciones le sirvan como trampolín para llegar a Lima y así acercarse más a su nuevo sueño de ser la presidenta del Perú rivalizando con Nadine.

Puntuación: 4.13 / Votos: 15

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *