Pease

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Uno de los pocos maestros que he conocido ha sido Henry Pease; es decir, un modelo de vida a  seguir, un modelo construido por la conjunción perseverante de lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace; un modelo plasmado  en esas dimensiones de vida que él eligió: la política, la academia, la institucionalidad. Hoy ha muerto y creo que nos quedan pocos maestros.

Fui, primero, su estudioso. Es decir, en los ochentas todo aquel que deseaba tener una formación seria en las ciencias sociales debía tener como cabecera los libros de Pease, específicamente, El Ocaso del Poder Oligárquico, lucha política en la escena oficial si es que queríamos empaparnos de lo ocurrido en la aventura socializante de los militares “progres”. Luego fui su alumno en mis estudios posgraduales en la PUCP, para finalmente encontrarnos como dirigentes del Colegio de Sociólogos que él ayudó a fundar y dirigió. Tuve el lujo de ser comentarista en la presentación de algunos de sus libros como  Los años de la Langosta, la escena política del fujimorismo y Por los pasos perdidos. El parlamento peruano entre el 2000 y 2006, y últimamente estábamos en conversas para replicar en Arequipa la experiencia que estaba teniendo en la Escuela de gobierno y políticas públicas de la PUCP.

 En mis años estudiantiles, Pease era un referente obligado en nuestra formación como sociólogos y una figura obligada en Congresos y eventos académicos similares. Y como profesional e interesado en la política, Pease continuó siendo un referente ya como político activo (fue candidato presidencial y alcanzó el máximo cargo siendo congresista de la república) e intelectual de izquierda.

 La última vez que estuvo por Arequipa ya se movilizaba con dificultad y, me contaron, que  últimamente llegaba a la  PUCP en sillas de ruedas, pero siempre inquieto, productivo y con ganas de hacer cosas. Muestra de ello es su última obra, o, por lo menos, la que he leído de él y que hizo junto a Gonzalo Romeo, La política en el Perú del s. XX.

 Realmente se le va a extrañar, maestro.

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