Toño Cisneros y ‘La república de los poetas’
En 1990, Juan Manuel Guillén Benavides, entonces Jefe de Planificación de la UNSA, o algo así, culminaba una de sus obras más soñadas: la Sala Mariano Melgar. Esa era la antesala de una serie de construcciones que luego emprendería ya siendo rector agustino, por eso es que dicha sala tenía mucho valor simbólico; es decir, el inicio de una etapa de prosperidad para la universidad agustina, que a nivel infraestructural tendría como máxima expresión el monumental estadio de la UNSA.