Arequipa y su futuro mediato

aqp.jpg

Nuestra ciudad cumple 472 años y, como es tradicional, casi todos se prepara para festejarlo de la manera más habitual: salir de casa, invadir las calles para asistir a alguna fiesta o espectáculo callejero, desbordándose y embriagándose pantagruélicamente, pues, al fin y al cabo, la noche del catorce de agosto está licenciada para todo, absolutamente todo. Es decir, Arequipa está de fiesta.

Desde hace años que ya no me contagio de ese tipo de festejo habitual. Mucho menos asisto el quince al denominado corso, que es en realidad la mejor expresión de nuestro mal gusto y apego al caos. Desde hace años prefiero quedarme en casa y, de ser posible, compartir unos platos arequipeños con algunos familiares y amigos. Así celebro el aniversario arequipeño, sintiéndome bien, pero estando en casa, pues fuera de ella, la alegría fiestera se me agria porque constato que la nuestra es una ciudad que crece desordenada, caóticamente, y, lo peor, con autoridades que miran a todo lado, pero que no tienen los ojos puestos en el futuro mediato.

Como vengo sosteniendo, Arequipa viene experimentando desde hace pocos años, una revolución comercial y urbana. Hasta ahora, poco o nada se ha hecho para que de ese tipo de revolución, hagamos la revolución social; es decir, la del auténtico desarrollo. Creo que debiéramos empezar a hacerlo ya, no sólo porque la necesitamos y de esa manera frenamos el desborde social que ya vivimos, sino porque, además, dentro de 28 años, Arequipa cumplirá 500 años, fecha clave que debiera hacernos sentir que merecemos una nueva Arequipa, una Arequipa que mire y enfrente con seguridad y firmeza los retos del futuro. En otras palabras, rumbo a nuestros 500 años, debiéramos dejar la pose lagrimea y tristona por lo que ya perdió o viene perdiendo vertiginosamente Arequipa, y enfrentar los retos que exige una ciudad que crece desbordadamente. Sólo así podremos creer que Arequipa está mirando al futuro.

Que yo sepa, sobre ese tema, poco o nada se hace localmente. Los centros académicos y en especial las universitarias, miran al techo. Por suerte, desde otros lares, la cosa no es así. Por ejemplo, el Centrum de la PUCP, ha elaborado un análisis prospectivo de lo que podría llegar a convertirse Arequipa al 2025. Según esa investigación, la siguiente es la visión de Arequipa:

.Ser una de las ocho regiones más competitivas de Sudamérica y garantizar el bienestar de su población y su desarrollo sostenible.
• Desarrollo de los clústeres logístico y textil a través de campañas de captación de inversión privada nacional e internacional.
• Desarrollo de productos de los clúster textil y logístico a través de la creación de un Centro de I&D Regional con enfoque en nuevas tecnologías productivas, capacitación profesional y matrices energéticas más eficientes.
• Desarrollo del clúster logístico a través de inversión en obras de infraestructura terrestre, marítima, ferroviaria y aeroportuaria.
• Alianzas estratégicas con las regiones Cusco y Puno para el desarrollo de los clúster turístico y textil (alpaca).
• Desarrollo de mercados a través de la formación de Comité de Desarrollo y Comercio Internacional para la Región Arequipa, en alianza estratégica con diversos grupos de interés privados y públicos, para aprovechar los TLC vigentes y futuros, diversificar el comercio y potenciar el desarrollo de los clústeres de la Región.
• Desarrollo de producto – educación: realizar alianzas estratégicas con instituciones educativas nacionales y extranjeras para la mejora del sistema educativo de la Región, sobre la base del intercambio cultural entre escuelas y universidades dentro y fuera del país; búsqueda de auspicios privados para la mejora de infraestructura y la capacitación de los docentes.

• Desarrollo de producto – salud: creación de centros de atención médica básica temporales, en zonas poco atendidas de la Región Arequipa, en alianza estratégica con el Ministerio de Salud.

Es decir, según la academia, es realmente auspicioso el futuro mediato de Arequipa. El problema es que todo eso se logra a través de liderazgos de varios tipos: comercial, industrial, económico, profesional, etc. Los cambios que hoy experimenta Arequipa, nos anuncia que ya existen ciertos liderazgos. El que sigue ausente es el político, tanto local como regional. Allí sí estamos graves. Ojalá que en eso se resuelva de manera inmediata, pues la situación de Arequipa ha llegado a un límite que no puede seguir soportando más tantas zegarradas y guillenadas.

Puntuación: 5.00 / Votos: 2

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *