Alucinación olímpica
Durante más de dos semanas he estado alucinado con las Olimpiadas de Londres. Como nunca, estuve más tiempo prendado de la televisión, rompiendo mi tradicional horario de 8 a 10 de la noche para seguir las series que más miro (Two and a walf men y Big Bag Theory), y, obviamente, sacrificándolas. Pero, por la las Olimpiadas, valió la pena la abnegación.