Escándalo y dignidad hipócrita

Obviamente, quienes así me criticaron no sabían ni siquiera quiénes son o por lo menos, dónde están asentados los Bora, y creo que allí está el meollo del asunto, ya que el tema ha puesto en descubierto, una vez más, nuestra pobre o escasa identidad nacional y nuestra hipocresía al tratar el asunto, porque nos escandalizamos y ponemos el grito al cielo cuando nos enteramos que nuestro fantasma sureño (Chile) cholea al peruano, pero miramos al techo cuando nosotros lo hacemos; nos escandalizamos y hacemos sonar tambores de guerra por un programucho de la televisión chilena, pero nos callamos cuando aquí, la propia televisión peruana, ha construido estereotipos que denigran a la población andina y negra. Con tambores bélicos más ruidosos, pedimos que el mismísimo gobierno chileno se disculpe por la “afrenta hecha al pueblo peruano”, pero nos distrae y preocupa más la elección de la juerga del catorce de agosto y no le exigimos al gobierno que, por fin, implemente la Ley de Consulta Previa, que beneficiaría, justamente, a comunidades amazónicas como los Bora.
Es decir, frente a lo hecho por la farándula chilena, un grito de orgullo y dignidad nacional absolutamente hipócrita.