Majes Siguas II no va

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Varios ya han abundado en sostener que el reciente mensaje presidencial fue abortado, insustancial, demagógico, irrespetuoso, aburrido, etc. pero de lo que poco se ha dicho es que a los arequipeños en particular, este ha sido un mensaje que nos ha caído como un baldazo de agua fría, ya que tras el anuncio furtivo que “Majes Siguas II será un proyecto birregional” (Ollanta dixit), nosotros sabemos que esa es una mecida más grande que el Misti, lo cual se constituye, quizá, en la burla más grande del ollantismo al pueblo Arequipeño. Pésimo regalo a quien está por cumplir su 472 aniversario.

Hay que reconocer que pocos son los que han salido a protestar por ese anuncio. Uno de ellos es Carlos Leyton, funcionario del Gobierno Regional, que además ha anunciado que pasadas las fiestas de Arequipa, “el pueblo arequipeño tomará medidas radicales para protestar por tamaño atropello”. Claro, hizo referencia a todas las gestiones dentro del marco legal que se han hecho, pero dada la mecida gubernamental y el capricho de los cusqueños que, hay que reconocerlo, nos han ganado la partida en este tema, solo nos quedaría “tomar medidas extremas”. Es decir, se anuncian paros y movilizaciones a partir de setiembre.

¿Temblará de miedo el gobierno ante esta amenaza; y por tanto, retrocederá y tomará la decisión de poner en marcha el proyecto Majes Siguas II, como lo quieren algunas de nuestras autoridades? Me temo que al gobierno tales anuncios no le causa cosquilla alguna porque se ha dado cuenta que ese proyecto no le interesa a la mayoría de arequipeños.

Creo que Arequipa ha descubierto en años recientes otro patrón de crecimiento económico que está totalmente desconectado de Majes Siguas II. Creo que ese argumento que “nuestro desarrollo depende de Majes Siguas II”, como lo sostienen algunos funcionarios del Gobierno Regional, sólo es una ilusión alimentada por personalismos u otro tipo de intereses.

En ese sentido, parece que Majes Siguas II no va, no sólo porque nuestros funcionarios locales se dejaron mecer (y eso que hemos tenido dos ministros de agricultura arequipeños que pudieron facilitar las cosas), no sólo porque los cusqueños trabajaron bien las trampas para impedir que el proyecto prosperara (daba envidia ver cómo los congresistas cusqueños formaron un bloque, mientras que los nuestros comían picarones), y no sólo porque al gobierno central le interesa un rábano el proyecto (recordemos que en la campaña, Ollanta les prometió a los arequipeños que el proyecto SI se haría, y a los cusqueños que NO). Majes Siguas II no irá, por lo menos en los próximos años, quizá hasta un nuevo mandato, tanto regional como nacional, porque a Arequipa le interesa poco o nada, ya que su afán económico está ligado mucho más a las actividades minero-comerciales, terciarias o de servicio, vinculadas con el nuevo perfil profesional que hemos venido desarrollando estos últimos años.

Vista así las cosas, la amenaza que “los arequipeños saldremos a las calles para exigirle al gobierno Majes Siguas II”, como proclaman algunas autoridades, la veo poco factible. Paradójicamente, si se produjeran esas movilizaciones callejeras, estoy seguro que estarán encabezadas por puneños y cusqueños asentados aquí, o a punto de arribar, que son los que más se frotan las manos si es que se ejecuta Majes Siguas II. Como diría mi abuela, “nadie sabe para quién trabaja”.

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