La hora de la izquierda. ¿Y ahora?
Soy de los que entraron a la adolescencia con la consigna reberiana de que además del servicio militar obligatorio, había que hacer el Servicio Revolucionario Obligatorio. Así, desde fines de los setenta y buena parte de los ochenta, creí que el comunismo era la única solución a los problemas, no sólo del país sino del mundo y me la pasaba escuchando a mis “dirigentes” discutiendo cuándo empezaba la revolución en el Perú, y a muchos afiebrados anunciando la inminente instalación de la dictadura del proletariado, en clara alusión a las hordas senderistas, que de obreras no tenían nada, pero sí de clasemedieras y campesinas.