La despampanante y sensual Anne Hathaway (mucho más en esta cinta) hace dupla con Jake Gyllenhaal en esta película que pretende ser (o, por lo menos, así se presenta) una comedia con un toque de denuncia social, pero que termina siendo un híbrido que linda entre el romance y el simplón drama lacrimógeno; es decir, un resultado decepcionante.
El hecho que la cinta esté basada en la historia real de cómo las grandes empresas farmacéuticas nos imponen el consumo de determinadas drogas (el caso específico de la cinta trata sobre la guerra entre el Prozac y el Viagra), es un buen motivo para interesarse de la película si es que la queremos ver desde una perspectiva crítica; sin embargo, el director Edward Zwick, prefirió presentárnosla como una comedia a través de un personaje que es un vendedor nato, pero que a la vez tiene una gran facilidad para acostarse con quien se le cruce en el camino.
La fórmula pudo haber funcionado, pero el ingreso de Hathaway, que al principio pensamos que se va a adaptar a es receta, termina dándole un giro a la cinta porque ya no se trata ni de una comedia y mucho menos de una crítica a los monopolios farmacéuticos, sino de un forzado dramón en donde el siempre excitado vendedor termina enamorado a muerte de otra siempre excitada fotógrafa que luego tienen que lidiar para superar el drama que se cierne sobre ella cuando se le acentúa el mal de Parkinson. Es decir, papas con camotes y frijoles en un sancochado indigesto.
Ahora, si de lo que se trata es ponerse románticos y lagrimear en el ya cercano día de San Valentín, tal vez la cinta puede funcionar, aunque nosotros la recomendamos sólo para ver los estupendos pechos que tiene Hathaway.
Puntuación: 5.00 / Votos: 1