San Marcos

Académicamente, de alguna manera, también soy sanmarquino. Allí hice mis estudios preuniversitarios a fines de los setentas y luego me reencontré con la universidad decana a principios del dos mil, cuando hice mis estudios doctorales. De esas dos etapas, la primera fue mi experiencia más rica.

Recuerdo que tenía que estar más temprano de lo acostumbrado en la Avenida Grau para tomar el bus sanmarquino y no pagar pasaje; luego, usando el recibo de la Federación de Estudiantes, ingresar al comedor universitario para simular que podía comer lo incomible; pero, principalmente, estar en clases para en lugar de compartir conocimientos o información, verse envuelto en discusiones políticas que en ese tiempo no entendía, pues se trataba de polémicas entre quienes se autoerogaban la pureza de la izquierda marxista, frente a los que eran tildados de traidores o revisionistas.

Lo mejor ocurría en los patios de letras, pues allí, apoltronados en carpetas o sardineles, los líderes estudiantiles anunciaban que abandonaban las aulas sanmarquinas para plegarse a una lucha que estaba por iniciarse en el campo. Yo, por supuesto, seguía sin entender nada de eso, pero fingía hacerlo (incluso me informé de qué se trataba eso que llamaban marxismo) para acercarme a unas estudiantes que no postulaban como yo sino que ya eran sanmarquinas. Es decir, conocí el marxismo no para trasformar el mundo con las masas proletarias, sino seducido por otras masas.

Cuando retorné a las aulas sanmarquinas para hacer mi doctorado, era una universidad diferente. Pues, ya no existían esos afiebramientos setenteros; al contrario, reinaba la calma, situación totalmente comprensible porque, como sabemos, esa universidad fue uno de los bastiones senderistas y, por tanto, expurgada con todos los medios durante el fujimorismo. Es decir, lo que noté es que allí imperaba en un gran sector, tanto estudiantil como docente, el miedo y también la apolítica. Pero a la vez, lo que escuchaba con insistencia, es que esos huecos que dejó la calentura senderista o izquierdista fue llenado por la corrupción, tanto estudiantil como docente.

Lo que ha ocurrido la semana pasada en San Marcos, parece confirmar eso. Es decir, la movilización de un grupo de extraviados sanmarquinos que reclaman la amnistía a Abimael Guzmán ha develado la descomposición administrativa de esa universidad, pues, entre varias perlas, su actual Rector, Luis Izquierdo, ha permitido que esos grupos reaparezcan a cambio de mantenerse en el cargo y seguir medrando. Lo peor es que esa corruptela, no sólo está amañada con el senderismo, sino también con el aprismo y el fujimorismo, tal como lo señala el pronunciamiento que fuera difundido por varios profesores probos de la Facultad de Ciencias Sociales de esa universidad y que comparto con ustedes para que tengan una mejor visión de lo que allí pasa y que, como académicos o pertenecientes a una universidad, como es mi caso, deberíamos tomar en cuenta, para comprender a qué niveles de hedor llegan algunas autoridades universitarias con tal de mantenerse en el cargo. (¿alguién dijo la UNSA?)

Frente al caos: lucha frontal contra la corrupción violentista!!

1. Frente a los últimos acontecimientos ocurridos en la Facultad de Ciencias Sociales, grupos de interés extremistas quieren reducir la coyuntura caótica y de desgobierno de la Facultad y de la universidad a un simple debate entre candidatos. Nosotros planteamos que se trata principalmente de un debate de propuestas programáticas, de agendas académicas y profesionales, para la Facultad y el desarrollo universitario de San Marcos.
2. Como resultado de la mediocre gestión del grupo organizado alrededor del Frente Unido de Ciencias Sociales, la Facultad de Ciencias Sociales se encuentra actualmente en el total aislamiento académico y profesional. Ni participa de los debates intelectuales contemporáneos, ni aporta investigaciones serias al conocimiento científico del país. Esta crisis, que tiene más de 30 años, no importa en lo absoluto al grupo de docentes del Frente Unido de Ciencias Sociales. Por el contrario, buscan la continuidad de la mediocridad, la corrupción y el clientelismo; y quieren eludir sus directas responsabilidades históricas en toda esta situación de crisis generalizada.
3. De manera falsa y descarada, el grupo Frente Unido de Ciencias Sociales, liderado por el actual decano encargado Waldemar Espinoza y el ex decano Bernandino Ramírez (quien apoyó la nefasta intervención fujimorista el año 1995), dicen demostrar logros académicos, cuando estos son inexistentes o quizás, deben estar muy ocultos pues no están presentes a la vista de nadie. No tienen nada académico que demostrar y sólo caen en frases vacías como el falso debate entre “intersubjetivistas” y “objetivistas”, o entre “los iluminados” y “los verdaderos sanmarquinos”.
4. Lo más grave es que para lograr sus intereses grupales no dudan en establecer alianzas políticas oportunistas con grupos violentistas vinculados a Sendero Luminoso, a la matonería aprista y al fujimontesinismo aún presente. Esta triple alianza política sólo busca mantener intacto el status quo del clientelismo y la corrupción.
5. Por lo tanto denunciamos y rechazamos abiertamente esta triple alianza. Rechazamos las pretensiones de avance e infiltración perniciosa del vandalismo en el control corrupto de la universidad, las facultades y los gremios estudiantiles. La historia reciente de violencia y muerte en el país y su impacto nefasto en la universidad, exige de nosotros una denuncia directa de esta triple alianza política.
6.Por ello, invocamos a estudiantes y profesores a reflexionar sobre lo que acontece en la Facultad de Ciencias Sociales con la situación general de la Universidad, donde el rector Izquierdo y sus corruptos aliados tratan de perpetuarse en el poder tratando de designar decanos afines y sumisos a sus intereses corruptos y clientelistas.
7. Asimismo denunciamos la práctica demagógica del senderismo que se viene desarrollando en la Universidad, como la marcha del día 14 de junio, que lo único que busca es provocar la intervención del gobierno aprista y sus aliados, al igual que lo hicieron en 1995, bajo las ordenes del fujimontesinismo.
8. Finalmente hacemos un llamado a estudiantes y profesores a movilizarse para defender los fueros académicos de la facultad y la universidad. Nos encontramos en una encrucijada y es nuestra obligación como docentes de la Facultad de Ciencias Sociales pronunciarnos y actuar contra la violencia senderista, la matonería aprista, el fujimontesinismo, la corrupción, y el extremismo; y defender los fueros democráticos de la universidad.

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Un comentario

  • Sorry pero el pronunciamiento es pura mierda berborreica… no hay nada que por ejem no haya leido en un panfleto de la unsa, me refiero siempre echandole la culpa a los apristas, a fujimori , y a quien caiga ese momento de lucidez mental del autor.

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