Tía María, aprovechando la tregua
Creo que todos deberíamos felicitarnos por la temporal solución del conflicto de Cocachacra. Y el motivo principal de esa felicitación es que no hubo derramamiento de sangre, tal como ya se ha hecho costumbre en este tipo de conflicto. Lo que resta esperar es que ahora sí, se sienten las bases para que de aquí a noventa días, efectivamente, se empiece a negociar.