La eterna frustración de Majes-Siguas II

Se veía venir. Una vez más, se anuncia que el proyecto Majes Siguas II se cancela. Esta vez porque no hay postores que apuesten por este mega proyecto que, según los entendidos, es vital para el desarrollo de Arequipa.

Desde que tengo uso de razón he oído sobre la supuesta trascendencia de ese proyecto para la Ciudad Blanca, afirmación que, evidentemente, no es cierta, pues muchas veces se ha frustrado y Arequipa ha seguido creciendo, sin norte, es cierto, pero creciendo al fin. Por otro lado, nada garantiza que la segunda parte del proyecto Majes Siguas asegure el desarrollo de la ciudad, pues la primera parte del proyecto es tan inútil que se ha convertido en una de las grandes estafas de la historia contemporánea del país.

Creo que ese es el meollo del tema; es decir, no hay claridad acerca del sentido de ese proyecto que demanda una ingente cantidad de millones de dólares. La primera etapa de Majes-Siguas no cumplió con el sueño de los arequipeños de ser una palanca de desarrollo y su segunda etapa tampoco lo garantiza, mucho más cuando sabemos que existen intereses tendientes a repetir lo que ocurrió con Majes-Siguas I; es decir, parcelar los terrenos, minifundizarlos, hacerle perro muerto al Estado no pagando lo debido, etc. o sea, convertir a Majes-Siguas II en uno de los proyectos más caros de la historia, para beneficio de poquísimos.

El asunto se complica mucho más por los cuestionamientos que hacen los cusqueños y hasta apurimeños que no desean que la obra se ejecute porque consideran que violan sus territorios y, por tanto, sus recursos. Es decir, además de sufrir la fragmentación histórica aparecen los traumas etnocéntricos que impide que tengamos una visión compartida de futuro. De esa manera, el sueño macroregional se hace imposible.

Sin embargo, todo esto no les resta responsabilidad a las autoridades regionales de Arequipa. Parece incomprensible que un proyecto de tanta trascendencia, según ellos, haya sido tratado de manera tan irresponsable, pues no hicieron a tiempo los estudios técnicos, no han sabido atender a tiempo los celos y trabas regionales, no han sabido negociar a tiempo con el gobierno central y tampoco han sabido vender a tiempo el proyecto a los postores extranjeros. Ni siquiera han sabido usar algunos contactos vitales como los ministros de agricultura, ambos arequipeños que bien podrían haber sido contactos estratégicos para la materialización de la obra. Nada de eso ocurrió.

A menos que esta frustración sí sea explicable políticamente; es decir, hacerle el juego al gobierno para que éste la asuma como obra pública. Parece que eso va a ocurrir; de esa manera, el Apra se convertiría en la salvadora de una ciudad que sigue creyendo que ese es el proyecto que necesita Arequipa para su desarrollo; de taquito descolocaría al caudillesco Juan Manuel Guillén de sus pretensiones políticas. Si es así, si ese proyecto se asume públicamente, creo que no estaremos para contar su final, pues será eterno, como casi todo aquello que asume el Estado que bajo el pretexto del bien público, sólo esconde los apetitos insaciables de unos cuantos trapaceros.

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Un comentario

  • Hola.

    Estoy deacuerdo, creo q el proyecto majes siguas 2, se ha convertido en una obsesion más que en una necesidad para el pueblo de arequipa. Me parece pero el pueblo de arequipa ha aprendido a sobrevivir a la marginacion no solo de este gobierno.
    Ahora, es claro que este proyecto generaria progreso y desarrollo, pero la pregunta es PARA QUIEN?…. Pues para las personas y empresas que esten capacitadas y q conoscan del negocio de agricultura(NO UN COMUN QUISPE), osea tal como esta plantedo el proyecto, beneficiara para las GRANDES EMPRESAS(GLORIA WONG…). El MEM dice que debe velar por los intereses del estado, pero me pregunto no somos los peruanos parte de este estado.

    Paul Apaza

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