La Princesa y el Sapo

Para la prestigiosa revista Time, esta es la película del año pasado. Con tamaño galardón, la cinta no sólo se hace atractiva para el público infantil sino para todas las edades, y la verdad es que no defrauda, sin que llegue a convertirse en uno de los clásicos de la factura Disney.

Disney hace de esta cinta una especia de recorderis histórico de lo que fue su época de oro, pero desconstruyéndolo. Así, La princesa y el sapo rompe el tradicional esquema: “chica pobre busca de príncipe azul”, pues en este caso, la chica es una negra (novedad en los personajes principescos de Disney), que no cree en la magia para triunfar sino en el trabajo duro, y el príncipe es un papanatas que no salva a nadie, sino que, al contrario, hay que socorrerlo.

Entre los aspectos de clasicismo duro que ha querido reivindicar Disney con esta cinta se encuentran los dibujos hechos a pulso, pretendiendo tomar distancia de la computadora. Además, cuenta también los personajes esquematizados maniqueamente; es decir, los buenos frente a los malos totalmente irreconciliables y presentados en escenarios coloridos con un fondo musical inmejorable.

Por otro lado, la cinta está ambientada en la New Orleáns de principios del XX con lo cual se pretende hacer un homenaje a esa devastada ciudad después del Katrina. Tardía consideración a un sufrido pueblo, pero que de todas maneras queda bien ya que de manera velada la película homenajea al actual presidente negro del coloso norteño.

En realidad, una cinta que se deja ver y que básicamente entretiene.

Puntuación: 5.00 / Votos: 1

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