La Princesa y el Sapo
Entre los aspectos de clasicismo duro que ha querido reivindicar Disney con esta cinta se encuentran los dibujos hechos a pulso, pretendiendo tomar distancia de la computadora. Además, cuenta también los personajes esquematizados maniqueamente; es decir, los buenos frente a los malos totalmente irreconciliables y presentados en escenarios coloridos con un fondo musical inmejorable.
Por otro lado, la cinta está ambientada en la New Orleáns de principios del XX con lo cual se pretende hacer un homenaje a esa devastada ciudad después del Katrina. Tardía consideración a un sufrido pueblo, pero que de todas maneras queda bien ya que de manera velada la película homenajea al actual presidente negro del coloso norteño.
En realidad, una cinta que se deja ver y que básicamente entretiene.