El ‘bayle’ de Bayly

Jaime Bayly se viene apuntalando como candidato presidencial. Es decir, aquello que nació como una mofa, propio del popular animador televisivo, va adquiriendo cuerpo y es probable que sea el gran animador de las próximas elecciones.

Actualmente las encuestas le dan a Bayly cerca del 7%. La semana pasada tenía cerca de 3% y hace un mes sólo un 1%; es decir, hay un crecimiento sostenido que podría animar al literato y estrella televisiva a pensar en serio sobre una candidatura presidencial. Si él aún no lo ha hecho hay algunos políticos que sí, por eso es que ya le han ofrecido prestarle, incluso, la organización electoral que Bayly no tiene. Por eso es que hay quienes ya se preocupan o ven con buenos ojos esa postulación.

Me han preguntado qué pienso al respecto. Lo que creo es que dicha candidatura, de producirse, no debe ser tomada en serio por el electorado, pero sí por los políticos. Es decir, el electorado se va a divertir muchísimo con las presentaciones de Bayly candidato, más no el político candidato que, incluso, le va a correr a Bayly. La razón es simple, Bayly entrará al proceso electoral a joder a los postulantes presidenciales, a mofarse de ellos, a demostrar o desnudar sus mediocridades, falta de cultura, estilo, etc. Lo ha hecho siendo entrevistador e incluso ha desinflado candidaturas como la de Lourdes Flores. Lo hará, con un toque sádico, siendo candidato.

Lo más entretenido del asunto es que eso sucederá con el toque jocoso y desenfadado que caracteriza a Bayly. En ese sentido, quien saldrá ganando será el electorado que se divertirá mucho en este proceso electoral que ya se perfila como uno más atravesado por la tradicional suciedad que caracteriza a la mediocre política nacional. La candidatura de Bayly podría aminorar esa inmundicia ya que, no teniendo nada qué perder, podría exigir a los candidatos seriedad en sus propuestas, transparencia en la campaña, honestidad, etc. Por eso creo que los otros candidatos podrían temerle, pero a la vez podrían utilizarlo para dispersar votos. Desde esa perspectiva, el más interesado en la candidatura de Bayly es el APRA.

Conocí personalmente a Bayly en la campaña electoral de 2001. Ese año, junto con Álvaro Vargas Llosa estuvimos en la empresa del voto en blanco para desinflar la candidatura de Toledo que en ese momento se apuntalaba como el favorito. Eso ocurrió porque Álvaro y Bayly pusieron al descubierto la mentira del entonces candidato en torno al tema de Zaraí, su hija. Desvergonzadamente, Toledo negó a su hija lo cual motivó que Álvaro y Bayly que hacían campaña por él, retirarán su apoyo e iniciaron una gira nacional para promover el voto en blanco ya que consideraban que si alguien niega a su propia hija, no tiene los méritos para dirigir un país.

Ese pensamiento lo compartimos y por eso es que desde El Búho nos sumamos a la campaña por el voto en blanco. En ese tiempo era director de la Universidad Nacional de San Agustín y ofrecí uno de sus auditorios para que Álvaro y Bayly dieran su conferencia, expusieran sus razones, etc. No sucedió porque tanto el alumnado como algunas autoridades superiores se opusieron porque, según ellos, a la UNSA no entran cabros. Esa reacción me permitió descubrir el esfuerzo inmenso que tienen que hacer muchos alumnos y autoridades agustinas para frenar o esconder su latente homosexualidad.

El resto es historia conocida porque Toledo ganó esas elecciones; es decir, la campaña por el voto en blanco fue un total fracasó porque en nuestro país, lamentablemente, ser padre abandógeno no es un demérito, sino todo lo contrario, es símbolo de hombría. El asunto es que con Bayly continuó el contacto algún tiempo, mucho más a través de la mediación de Ximena Ruiz, amiga entrañable de años. Incluso le hice llegar uno de mis libros que, de seguro, ni siquiera hojeó.

Hoy Jaime Bayly está a punto de ser no sólo un personaje literario y mediático sino también político. De serlo, se convertirá en el elemento folclórico que tradicionalmente tiene nuestras elecciones, pero con la diferencia que en esta ocasión, ese elemento folclórico puede sorprender a muchos, incluso a él mismo.

Puntuación: 4.50 / Votos: 2

2 comentarios

  • Depende de cual de tus libros le hayas eviado.

  • Jaime Bayly es exactamente lo que un político jamás sería. Es decir, que las características del reconocido periodista y escritor, son las opuestas a las de la clase política tradicional -sincero, sarcástico, extremo, sin mediar en él intereses de cualquier clase. Todo eso, sumado a su inteligencia y poder mediático, lo convierten en un elemento singular para las elecciones presidenciales que se avecinan. Sin duda alguna, Bayly ha puesto en "jaque" a los políticos que ansían el sillón presidencial, y ésto creo que le hará un enorme favor al país; y no me refiero a que el escritor pueda llegar a ser el próximo presidente, sino que, a través de su poder mediático, podrá analizar y descubrir las verdaderas intensiones de los candidatos presidenciales, los cuales muchas veces mienten al pueblo y actúan por sus intereses de poder y económicos.

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