Rescate del metro 123
Lo modernizante tiene que ver con una puesta en escena donde el demoniaco tren neoyorkino es manejado por redes computarizadas que pueden dominar todo, menos el ingenio delictivo del hombre. Ese papel, el delictivo, recae en un Travolta que presenta uno de sus acentos más villanescos, recordándonos a su personajes en “Código Flecha Rota”, “Contracara” y, la más venerada, “Pulp Fiction”.
La inyección, cargada del estilo propio que Scott le imprime a la cinta, es el creciente ritmo adrenalínico que va presentando la película a medida que transcurre la trama. En esa perspectiva, la cinta nos invita a crear varios finales que se adecúan a la simpatía con que los personajes centrales nos conquistaron.
En síntesis, esta cinta no es lo mejor de Scott, el “malo”. Es más, quizá esté muy alejado de su clásico “Enemigo público”, pero sí es lo mejor para ver estos días. Suspenso distractivo puro.