Max Payne
Un nuevo héroe salido del mundo de los videos juegos (que, por cierto, no sabemos de su fanáticada que de seguro son infantes) llega a la pantalla grande. Ese superhombre es un policía obsesionado con la justicia y además con una inacabable sed de venganza, luego que unos criminales asesinan a su familia.
La verdad que es una desventaja enorme estar fuera del circuito de las historietas o héroes salidos del mundo de los videos juegos, pues tanto la cinta como al personaje no lo entendemos, mucho más cuando del papel de policía cazadelincuentes, luego pasa a ser un ghostbusters, o cazafantasmas. Es decir, la cinta se mamarrachea con el paso de los minutos y el desfile de monstruos, valkirias, y demás esperpentos, frente a un Max inmutable e impávido.
De hecho que la película ha sido pensada para los que viven metidos en sus mundos virtuales de ochenta centímetros de ancho y pegados a los monitores, jugando, sólos o en grupos, o para una nueva generación de jovenzuelos que buscan efectos especiales cada vez más sofisticados sin razonamiento o lógica. Bien por ellos que también podrán ganarse con la presencia de Nelly Furtado, sí la cantante pop ganadora del Grammy. ¿Qué hace allí? Nadie lo sabe.