El increíble Hulk
Los fanáticos de la mole verde tienen una nueva oportunidad de reencontrarse con su héroe, quien esta vez intenta reivindicarse luego de la frustrante puesta en escena que hizo Ang Lee, hace ya cinco años atrás. Recordemos que para el director taiwanes, Hulk (o en todo caso Banner) tenía que resolver algunos dramas existenciales antes de pasar a la acción; es decir, enojarse, metamorfosearse y luego destruir todo a su paso con su fuerza y torpeza.
En esta cinta reivindicatoria, el nuevo director, Louis Leterrier, nos presenta un libreto básico para presentarnos lo que le gusta a la gente en este tipo de películas: entretenimiento puro, efectos a doquier, hasta el empacho, que suman cerca de dos horas bien llevaderas.
Pero además hay un agregado importantísimo: el menú actoral que está de lujo (para los que nos somos fanáticos de ese comic, ese es el verdadero atractivo). Edward Norton está, como casi siempre, genial, y atrás no se quedan William Hurt y Tim Roth quien vuelve a los papeles que mejor sabe hacer, la del malvado, el malo de la película.
De hecho que este Hulk enterró a su primera versión cinematográfica, al extremo que huele a secuela. Así que estaremos a la espera, y ojala sea nuevamente con Norton.