Una mañana con Coyné
En esta, su tercera visita a tierras mistianas, Coyné habló con todos y de casi todo, sin olvidar su verdadera pasión: Vallejo, Georgette; Moro, la poesía, el amor, etc. Lo entrevistamos para El Búho, para Contrastes; los otros medios también aprovecharon de su presencia y no faltó quien le hiciera las inoportunas preguntas acerca de la homosexualidad de Haya de la Torre. Pero él, igual, respondía. Es así como nos recordó cómo es que llegó a nuestro país: a través de una beca, luego de interesarme por el español que me lo enseñó la hija de un granjero. Vine por nueve meses y me quedé nueve años, dice Coyné con una voz carraspeada que nos obliga a doblarnos para entenderlo mejor.
Coyné es autor del libro titulado Medio siglo con Vallejo, impresionante ladrillo espiritual de más de 700 páginas, publicado a cargo de la Pontificia Universidad Católica y que demuestra el escrupuloso conocimiento que tiene sobre el poeta santiagochuquiano. Pero a nosotros, en esa conversación, nos interesaba saber sobre el lado político del vate y nos aventuramos a decir que desde joven Vallejo estuvo ligado a la política, primero por su acercamiento con Haya (cuando el APRA aun no existía), luego con el anarquismo, al lado de Gonzáles Prada y, ya en Europa, cuando terminó abrazando el marxismo y convertido en fervoroso militante del Partido Comunista. Sin embargo, el vallejiano nos rectifica y nos aclara que poeta se interesó en la política muy tarde, casi en su etapa crepuscularia. Luego nos aventuramos a hacer un juego de premonición y le preguntamos, cuál cree que sería la opción ideopolítica de Vallejo, de vivir en la actualidad. Anarquista total, afirma Coyné.
Los alumnos siguen preguntando, y el francés responde aunque hay que, previamente, repetirle en voz alta las interrogantes, hasta que un asistente suyo nos advierte que el maestro debe descansar. Su semana en Arequipa ha sido agitada; además al día siguiente tiene que viajar a Lima y de allí a Francia, pues está pendiente la publicación de un nuevo libro con la obra total de Moro y sólo él sabe cómo hacerla, sólo él sabe dónde está los manuscritos que faltan para la edición. Estaremos atentos a esa obra, pues será igual de impresionante como la que hizo de Vallejo.