Sueños primermundistas
Respirar tranquilo y aliviado. Esa es la sensación que sentí al pisar, por fin, tierra nuestra, tierra arequipeña, luego de casi un mes de ausencia (que se me hizo largísimo en algunos ratos), debido a mi viaje por el continente europeo.
Pero reencontrarme con la tierra es también hacerlo con sus deficiencias o problemas habituales que nos hace sentir que la lucha por el desarrollo es un trabajo cada vez más enorme, mucho más llegando de los llamados países del primer mundo que han alcanzado tal condición, entre otras cosas, debido a la estricta aplicación de los principios de la modernidad: el orden y puntualidad, la responsabilidad y respeto, etc.